La subasta de objetos personales de Hitler en Alemania indigna a la comunidad jud¨ªa
Un supuesto sombrero de copa del genocida nazi o un vestido de su amante Eva Braun salen a la venta en Baviera
La de este mi¨¦rcoles en Grasbrunn, al sur de Alemania, es una subasta muy controvertida. Han salido a la venta objetos que supuestamente pertenecieron a los m¨¢ximos criminales nazis y que muchos de ellos los utilizaron en su vida diaria. Son cubiertos, ropa, libros o cartas de Adolf Hitler y de algunos de sus m¨¢s estrechos colaboradores. La subasta ha provocado las cr¨ªticas de colectivos jud¨ªos, que consideran que existe el riego de que semejante venta contribuya a glorificar el pasado nazi.
Un sombrero de copa de Hitler, un vestido de noche de su amante y fugaz esposa Eva Braun, una edici¨®n especial de Mein Kampf de Hermann G?ring o brazaletes de las juventudes hitlerianas son algunas de las piezas subastadas. En total, un lote de 842 objetos datados a partir de 1919, muchos de ellos directamente relacionados con los nazis y que el mi¨¦rcoles fueron pasando por el martillo de la pol¨¦mica casa de subastas Hermann Historica
Desde la Asociaci¨®n de jud¨ªos europea han pedido a los partidos alemanes que proh¨ªban ese tipo de ventas y que mientras tanto, la casa de subasta haga p¨²blica al menos la identidad de los compradores. ¡°Vender ese tipo de objetos no es diferente de subastar objetos personales de Osama bin Laden. El argumento hist¨®rico es pura sem¨¢ntica¡±, consider¨® el presidente de la asociaci¨®n, el rabino Menachem Margolin en una carta dirigida a los responsables pol¨ªticos. ¡°Los asesinos son asesinos. ?Qu¨¦ motivaci¨®n puede haber para que alguien compre cuchillos y tenedores de Hitler?. ?D¨®nde est¨¢ el inter¨¦s hist¨®rico intr¨ªnseco?¡±. Margolin asume que ¡°no es ilegal comprar y vender memorabilia nazi. Esta no es una petici¨®n legal, sino moral¡±.
Charlotte Knobloch, presidenta de la comunidad jud¨ªa en M¨²nich considera que ¡°el riesgo de que las posesiones de unos de los mayores criminales de la historia de la humanidad acabe en manos de compradores que los traten de manera acr¨ªtica o incluso los glorifiquen es demasiado grande¡±. Y agreg¨®: ¡°incluso si una subasta como esa no es ilegal en sentido estricto, hubiera preferido que no se celebrara¡±.
En una carta remitida al rabino Margolin, el director de la casa de subastas Bernhard Pacher, explica que la gente que compra esos objetos ¡°no son neonazis ni adoradores de la ideolog¨ªa nazi¡±. Asegura adem¨¢s que en la casa de subasta ¡°hacemos un gran esfuerzo para asegurarnos que esa gente no tiene acceso a nuestro cat¨¢logo y a nuestras subastas¡±, seg¨²n la misiva consultada por este diario. Lo cierto es sin embargo, que con un breve registro en la web, se puede acceder sin mayor problema al cat¨¢logo de la exposici¨®n. Pacher argumenta tambi¨¦n que ¡°la abrumadora mayor¨ªa de compradores son museos nacionales e internacionales e institutos de investigaci¨®n, adem¨¢s de reconocidos coleccionistas privados¡±.
Por la p¨¢gina web de la casa de subastas han ido desfilando a lo largo del d¨ªa una a una las piezas. Piezas del servicio de plata, cuberter¨ªa, un azucarero, un mantel o servilletas del propio Hitler fueron otros de los objetos que se subastaron. Una lujosa versi¨®n de Mein Kampf fue vendida por 130.000 euros y el sombrero de copa por 50.000 euros, seg¨²n public¨® Hermann Historica en su p¨¢gina web.
No es la primera vez que se produce una venta de estas caracter¨ªsticas. Hace tres a?os, la misma empresa subast¨® tambi¨¦n objetos personales de conocidos nazis, que fueron comprados en su mayor¨ªa por un ciudadano argentino que no desvel¨® su identidad.
El experto holand¨¦s Bart Droog explica por tel¨¦fono que no hay pruebas que verifiquen la autenticidad de los objetos subastados, incluido el sombrero de copa. Sostiene adem¨¢s, que al menos cuatro de ellos, que s¨ª son aut¨¦nticos, -tres cartas y un boceto dibujado por Hitler entre 1906 y 1908- han sido extra¨ªdos de manera ilegal de Austria. Droog, que sigue por todo el mundo el rastro de los objetos atribuidos a Hitler considera que en cualquier caso, la autenticidad no es un factor que afecte al tipo de comprador de estos objetos. ¡°Les basta con creer que es aut¨¦ntico¡±, piensa. Preguntado por el perfil del comprador, explica que es global y muy variado. ¡°Lo ¨²nico que tienen en com¨²n es que tienen mucho dinero y muy poco sentido com¨²n¡±, sostiene.
El mes pasado, la revista alemana Der Spiegel public¨® que el supuesto tesoro nazi confiscado por la polic¨ªa argentina en 2017 es falso. Investigadores de la polic¨ªa alemana que viajaron hasta Buenos Aires para evaluar el hallazgo concluyeron que los cerca de 80 objetos eran con casi total certeza falsificaciones.
La casa natal austriaca ser¨¢ una comisar¨ªa
La casa en la que naci¨® Adolf Hitler en Austria ser¨¢ finalmente una comisar¨ªa de polic¨ªa. As¨ª lo ha anunciado el ministro de Interior austriaco, Wolfgang Peschorn, quien consider¨® que el nuevo uso de la vivienda impedir¨¢ que se convierta en un lugar de peregrinaje neonazi. ¡°Es una se?al inequ¨ªvoca de que este lugar no se utilizar¨¢ para conmemorar el nacionalsocialismo¡±, declar¨®.
La casa del dictador nazi en Braunau am Inn, al noroeste del pa¨ªs, pas¨® a manos del Estado en 2017 tras su expropiaci¨®n. Pero no fue hasta el pasado verano, cuando se puso fin a una dilatada batalla judicial con la antigua propietaria, que exig¨ªa una mayor compensaci¨®n de la que le ofrec¨ªan.
Fue en Braunau am Inn donde Hitler naci¨® en 1889 en un apartamento alquilado en la calle Salzburger Vorstadt 15. Ahora, arquitectos europeos ser¨¢n invitados a concursar para redise?ar el edificio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.