El ¨®rgano explosivo de Jimmy Smith
Miles Davis calific¨® al organista, embajador del 'soul jazz', como "la octava maravilla del mundo"
¡°Este tipo es la octava maravilla del mundo¡±. Miles Davis no sol¨ªa regalar elogios y cuando se refer¨ªa a ¡°este tipo¡± se refer¨ªa a Jimmy Smith. El grandioso trompetista ten¨ªa motivos: Jimmy Smith dio al ¨®rgano un lenguaje propio en el mundo del jazz. Con su swing explosivo, lo hizo estallar, recuper¨¢ndolo por todo lo alto a finales de los cincuenta y dot¨¢ndole de un torrencial R&B y una asombrosa improvisaci¨®n y fluidez.
Nacido en Norristown, una localidad pr¨®xima a Filadelfia, en diciembre de 1925 (aunque sus familiares dijeron tras su muerte que lo hizo en 1928), James Oscar Smith se crio entre padres pianistas. Bajo este paraguas, su padre fue su primer profesor y le inici¨® en el juego de las teclas siendo un ni?o. Pronto adquiri¨® una gran destreza y con nueve a?os gan¨® un concurso para pianistas aficionados. A los 12 a?os actu¨® en varias ocasiones, algunas de las veces en programas radiof¨®nicos. En plena adolescencia, sin embargo, abandon¨® el colegio para ingresar en el Ej¨¦rcito. El uniforme no le hizo olvidarse de la m¨²sica y sigui¨® tocando el piano y el contrabajo en una banda segregada de las fuerzas armadas.
De vuelta al hogar, su vida se encamin¨® definitivamente hacia la m¨²sica, aunque tuvo que compaginar sus estudios con trabajos en la construcci¨®n y el servicio de ferrocarriles de Filadelfia. Estudi¨® en la prestigiosa Hamilton School of Music y, en 1951, entr¨® a formar parte como pianista de R&B en el grupo Don Gadner¡¯s Sonotones. Fue el comienzo de una maravillosa relaci¨®n entre el m¨²sico y el instrumento que le har¨ªa famoso. Porque Smith, a pesar de tocar el piano, comenz¨® a experimentar con un ¨®rgano Hammond B-3. Compagin¨® ambos instrumentos hasta que finalmente se decant¨® irremediablemente por el Hammond B-3. ¡°Ten¨ªa mi sonido. El ¨²nico sonido de ¨®rgano Jimmy Smith¡±, dir¨ªa a?os m¨¢s tarde el m¨²sico, que nunca tuvo reparos en alardear de su talento y sacar a pasear su ego. Aquel sonido ven¨ªa de un instrumento con largo recorrido en la historia del jazz, aunque para cuando Smith se adentr¨® en sus posibilidades no era prioridad de casi ning¨²n artista en la segunda mitad del siglo XX.
Omnipresente desde los a?os veinte, el ¨®rgano Hammond se transform¨® muy pronto en uno de los instrumentos m¨¢s populares del jazz. Como asegura Joachim E. Berendt en su libro El Jazz. De Nueva Orleans a los a?os ochenta, el ¨®rgano simbolizaba originalmente el sue?o de la solemne m¨²sica religiosa en las resonantes catedrales. Era el ¡°rey de los instrumentos¡± de la tradici¨®n occidental europea. Al cruzar el oc¨¦ano hacia Am¨¦rica, al cambio de siglo, su influencia tambi¨¦n ser¨ªa incuestionable. El jazz se nutri¨® de la m¨²sica cl¨¢sica europea y, pian¨ªsticamente, de la m¨²sica de piano del siglo XIX, de Chopin y Liszt, pasando por la polca o la marcha.
El Hammond B-3 fue la se?a de identidad de Smith. Los ¨®rganos de la factor¨ªa Hammond eran instrumentos peque?os y baratos que trataban de imitar fielmente el sonido de los ¨®rganos de tubos, tan propios de la tradici¨®n europea. Entre sus m¨¢s de 200 modelos, los pertenecientes a la serie B estaban caracterizados por la introducci¨®n del vibrato y el chorus emulando al ¨®rgano de la iglesia. Durante a?os, destacaron por su ¨¦xito y su durabilidad. De los diferentes submodelos, el B-3 fue el primero en incluir percusi¨®n y es, con diferencia, el ¨®rgano Hammond m¨¢s utilizado en nuestros d¨ªas. Traspas¨® fronteras estil¨ªsticas. Un gran n¨²mero de organistas del rock asimilaron este instrumento y sus resonancias naturales del R&B y g¨®spel. Entre otros, los blancos Stevie Winwood (Muddy Waters, John Lee Hooker, B. B. King, Howlin¡¯ Wolf, Spencer Davis Group o Blind Faith), Al Kooper (Bob Dylan, Mike Bloomfield o Blood, Sweat & Tears) y los negros Billy Preston (Sam Cooke, Beatles, Rolling Stones o Eric Clapton) y Booker T. Jones (Booker T. & the MGs o Otis Redding), estos dos ¨²ltimos orientados especialmente hacia el soul.
Pero fue Jimmy Smith quien hizo del ¨®rgano Hammond B-3 un instrumento de jazz con todas las de la ley. Le dio categor¨ªa propia dentro de la m¨²sica moderna. A finales de los cincuenta y principios de los sesenta, en su etapa con el sello Blue Note, le otorg¨® una legitimidad absoluta rivalizando con instrumentos m¨¢s cl¨¢sicos dentro del mundo del jazz, hasta ese momento, como el saxo, la trompeta, la guitarra y el piano. En palabras de Joachim E. Berendt: ¡°Smith gan¨® para el ¨®rgano lo que Charlie Christian logr¨® para la guitarra: la emancipaci¨®n. Gracias a su intervenci¨®n, el ¨®rgano se convirti¨® en un instrumento con igualdad de derechos ante todos los dem¨¢s instrumentos del jazz¡±.
Con su mezcla de blues, R&B y g¨®spel, Smith, que destacaba por sus improvisaciones de gran altura, llev¨® al ¨®rgano a lugares que nadie lo hab¨ªa llevado antes. A su habilidad en las teclas se sumaba su fant¨¢stico dominio de los pedales. El Hammond B-3 es un mueble de madera con cuatro patas y que tiene pedales para los sonidos del bajo. Smith los utilizaba con maestr¨ªa, era un aut¨¦ntico virtuoso. ¡°Cuando ense?o, me tiro en el suelo para ponerles los pies en los pedales...¡±, aseguraba el organista en el libro Un siglo de Jazz cuando hablaba de la necesidad de saber acompa?arse de los pedales. ¡°Cuando me compr¨¦ mi primer ¨®rgano, lo dej¨¦ en el almac¨¦n. Mi padre acababa de enyesar la casa del propietario del almac¨¦n, as¨ª que le pregunt¨¦ si pod¨ªa practicar all¨ª. Lo hice durante seis meses. Ten¨ªa un peque?o cuarto en la parte de atr¨¢s y me llevaba la comida, como un obrero que trabajaba en el almac¨¦n. Coloqu¨¦ un gran cartel en los pedales para no tener que mirar hacia abajo. As¨ª es como aprend¨ª a manejar los pedales. Miraba hacia arriba y ve¨ªa d¨®nde estaba el Do, el Re, el Re-bemol. Cuando dej¨¦ esa mierda de almac¨¦n, ?parec¨ªa un semental salvaje!¡±.
Este dominio del Hammond le hizo que se convirtiera en una especie de g¨¦nero en s¨ª mismo con el movimiento soul. Fue lo que se llam¨® el soul jazz. Si bien Smith no fue creador del soul jazz, se puede decir que s¨ª fue su mejor embajador gracias a discos como The Sermont (1958) y Back at the chicken shack (1960). Porque el soul jazz hall¨® su voz m¨¢s inequ¨ªvocamente propia en los sonidos electr¨®nicos del ¨®rgano Hammond B-3. Como afirma Ted Gioia en su Historia del jazz, los toscos sonidos distorsionados del B-3 captaban la esencia de la sensibilidad del jazz estimulando al p¨²blico con su vigor imperturbable, del mismo modo en que lo hab¨ªa hecho la corneta sucia de King Oliver entre su generaci¨®n. El soul jazz recordaba al sonido de la m¨²sica religiosa de los negros americanos (en el caso de Smith a trav¨¦s de su solemne ¨®rgano) as¨ª como a la herencia secular del blues, en su estructura y feeling al o¨ªdo.
Smith debut¨® con New sound, a new star: Jimmy Smith at the organ, vol. 1, pero sus ¨¢lbumes m¨¢s sobresalientes fueron The Sermon, Home Cookin¡¯, Midnight Special, Prayer Meetin¡¯ y Back at the chicken shack. En esos pl¨¢sticos se recoge buena parte de su genio y de su m¨¢s excitante sonido vigoroso y bailable.
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