India, una rica y fragmentada industria editorial
Radiograf¨ªa lectora sobre el terreno de la India. El pa¨ªs invitado de honor de la FIL es el segundo mercado del mundo en ingl¨¦s
La ¨²nica certeza en el mundo editorial de la India es que no hay certezas, es un mantra repetido por autores, editores, libreros y presidentes de gremios. Gracias a la alfabetizaci¨®n de 350 millones de personas desde los noventa, la segunda naci¨®n m¨¢s poblada del planeta abandon¨® ¨ªndices de lectura propios del subdesarrollo y se sit¨²a como un gran mercado para el libro, aunque su consumo no es generalizado a¨²n. Sus m¨¢s de 900 millones de potenciales lectores la a¨²pan cerca de las cinco mayores industrias editoriales y al top three de los mercados en lengua inglesa, junto a la veintena de nichos de otras tantas comunidades ling¨¹¨ªsticas del subcontinente. La heterogeneidad de sus lectores, la opacidad de la industria y la poca atenci¨®n institucional hacen que el mundo editorial indio sea tan f¨¦rtil como dividido y desconocido.
¡°Se calcula que la India es el segundo mayor mercado literario en ingl¨¦s, y ha escalado una posici¨®n recientemente. En el c¨®mputo general, tambi¨¦n ha subido al sexto lugar¡±, dice a EL PA?S Nitasha Devasar, presidenta de la Asociaci¨®n de Editores de la India (API, en ingl¨¦s), que confirma los datos del Informe del mercado del libro en la India. Publicado por Nielsen en 2015, el estudio puso al d¨ªa las cifras del sector editorial nacional, desactualizadas desde los a?os setenta. No solo estableci¨® que era el tercer mercado del libro en ingl¨¦s ¡ª?por detr¨¢s de EE UU y el Reino Unido¡ª, sino que pronostic¨® que la industria tendr¨ªa un valor de 9.340 millones de euros en 2020 ¡ªde los 3.300 millones de hace cuatro a?os¡ª, con un crecimiento anual del 19,3%. Ayudados por la venta de libros anglosajones ¡ªla mitad del total¡ª, los m¨¢s de 9.000 editores, dice el informe, tambi¨¦n publican en 16 lenguas vern¨¢culas como el hindi, un 35% de las ventas. El collage pinta un sector fragmentado pero consolidado gracias a la coexistencia de multinacionales y editores nacionales.
La ficci¨®n y los manuales de texto son tradicionalmente los m¨¢s vendidos, pero crecen la no ficci¨®n y la literatura femenina
¡°El ISBN es la ¨²nica forma de saber los libros publicados anualmente en las lenguas indias, pero muchos no tienen¡±, explica la fundadora del grupo editor Zubaan, Urvashi Butalia. La autora se?ala que el estudio se centra en un grupo que publica mayoritariamente en ingl¨¦s, obviando una innumerable lista de peque?as editoriales familiares y al resto de lenguas que forman las 22 oficiales de la India, que elevan las estimaciones a los 100.000 t¨ªtulos anuales. Muestra de ello son los mercados de segunda mano ricos en t¨ªtulos en decenas de idiomas de College Street en Calcuta o de Daryaganj en la capital. Tambi¨¦n epicentro del libro, Delhi acoge cientos de grupos sin representaci¨®n estad¨ªstica, como Zubaan. ¡°?Por qu¨¦ un pu?ado de editoriales privadas encarga a una firma un estudio que deber¨ªa hacer el Gobierno?¡±, pregunta Butalia, pionera de la ¨²ltima revoluci¨®n, gracias al primer grupo editor feminista, hoy extinto.
Los ochenta cambiaron la edici¨®n nacional, dominado desde la independencia por el grupo gubernamental centrado en libros de texto. La devaluaci¨®n de la rupia encareci¨® la importaci¨®n de t¨ªtulos en ingl¨¦s, lo que abri¨® el paso a editores j¨®venes como Butalia. Para principios de los noventa, el sector eclosionaba en tantos como idiomas, y las industrias en bengal¨ª, tamil, marathi o malayalam ¡ªprimera en tener una cooperativa de autores¡ª crec¨ªan junto al ingl¨¦s colonial y el hindi vern¨¢culo. ?nica editorial aut¨®ctona independiente ¡ªjunto a Manjul¡ª en publicar en ambos idiomas, Niyogi Books es ejemplo de la coexistencia de grupos familiares junto a los grandes Penguin, HarperCollins o Pan Macmillan. ¡°Las traducciones son un mercado en s¨ª (¡). Pero tambi¨¦n crecen las novelas gr¨¢ficas¡±, apunta Trisha De Niyogi, jefa de operaciones de Niyogi, uno de los pocos sellos dedicados a publicaciones ilustradas.
¡°Los libros de aventuras son los m¨¢s le¨ªdos en la India¡±, dice la autora de novelas hist¨®ricas ?Mehru ?Jaffer, que confirma la tendencia reflejada por Nielsen. Adem¨¢s del g¨¦nero de ficci¨®n, los textos de preparaci¨®n para ex¨¢menes han sido tradicionalmente los m¨¢s vendidos. Pero los editores apuntan al reciente auge de la no ficci¨®n y a la consolidaci¨®n de la literatura femenina. ¡°El feminismo abri¨® el espacio a otras facetas de nuestra realidad como las castas, la religi¨®n o la sexualidad¡±, explica Butalia. La veterana editora habla tambi¨¦n de un naciente mercado para la comunidad LGTBI a ra¨ªz del auge del movimiento contra la criminalizaci¨®n de la homosexualidad en el sur de Asia. Y si la literatura explora nuevos campos, tambi¨¦n casas editoriales llaman a nichos delimitados pero rentables en un pa¨ªs en extremo diverso como la India; tales como Navayana, orientada a temas de castas, o Yoda y Adivaani, centradas en sexualidad y voces tribales, respectivamente.
Sin embargo, el mayor cambio de la industria no afecta a sus contenidos, sino a la forma de venta. En el ¨²ltimo lustro en India los libros son el tercer producto m¨¢s vendido en Internet, seg¨²n Nielsen. Junto a la desaparici¨®n de la tienda tradicional, el estudio subraya que m¨¢s del 70% de las editoriales se ha digitalizado, aunque sin los resultados esperados, entre otras cosas, por las dificultades para la conversi¨®n de lenguas nativas como el hindi al nuevo formato. ¡°El consumo de libros electr¨®nicos sigue siendo menor que en otros pa¨ªses. Mientras crec¨ªa un 12% a nivel global, la India estaba por debajo del 5%. Cuando la tendencia se invirti¨®, tambi¨¦n lo hizo aqu¨ª¡±, explica la editora Nitasha Devasar, tambi¨¦n autora de la primera publicaci¨®n sobre el mundo de los editores en el pa¨ªs asi¨¢tico (Publishers on Publishing).
La producci¨®n y venta online tambi¨¦n trae consigo retos en un pa¨ªs hecho al comercio de segunda mano y al mercado negro. La pirater¨ªa y el desconocimiento de los derechos de autor se unen a las disfunciones del mercado indio, heterog¨¦neo y fragmentado. Aun as¨ª, grupos editores entran en escena junto a renovados festivales literarios y ferias del libro en un negocio tan variado como su sociedad y del que sorprende su opacidad financiera, teniendo en cuenta las dimensiones del sector y su proyecci¨®n de futuro.
Letras en expansi¨®n
Este oto?o, el Gobierno indio impuso un gravamen del 5% a los libros importados como parte del plan Make in India. Destinada a beneficiar a los actores locales de la industria, la medida no ha sido bien recibida en el gremio. ¡°El control es necesario, pero el flujo de conocimiento es positivo. ?Qu¨¦ ocurre si otros pa¨ªses imponen condiciones similares a los libros indios?¡±, razona la editora Urvashi Butalia, en referencia a la subida reciente del 10% de impuestos que Nepal efectu¨® sobre textos importados, que afecta a editores indios y al bolsillo de estudiantes nepal¨ªes.
En vez del gravamen sobre importaci¨®n, las representantes del sector consideran que otras medidas como la reducci¨®n del impuesto sobre bienes y servicios, incluido en 2017, as¨ª como el control sobre la subida del precio del papel servir¨ªan mejor a la industria editorial. A lo que la editora Trisha De Niyogi a?ade una diferente visi¨®n de conjunto: ¡°Una mayor perspectiva sobre las exportaciones nos vendr¨ªa mejor, dada la creciente demanda de libros y autores indios en el mundo. De hecho, somos el ¨²nico pa¨ªs que ha sido invitado dos veces a la Feria del Libro de Fr¨¢ncfort. Mientras que este a?o lo somos en la de Dub¨¢i, Par¨ªs y Guadalajara¡±.
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