El eco del flautista de Hamelin en Transilvania
Un fotolibro del d¨²o Pascual + Vincent recoge la historia de los sajones de Rumania, que seg¨²n la leyenda descienden de los ni?os del cuento
![Imagen del libro 'The Saxons of Transylvania' perteneciente al archivo Balthes.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DMM2ZGMEPWQLMYLJFQOCOYROSM.jpg?auth=c2064ef0ebe4ceb0fbc42943cc91b8bc3e4887bb76a0708452edc9c3aef5cf6e&width=414)
Cuenta la leyenda que, en el a?o 1284, 130 ni?os fueron conducidos lejos de la ciudad alemana de Hamelin por un misterioso hombre con la ayuda de una flauta de plata. La misma que le hab¨ªa servido para liberar a la ciudad de una plaga de ratas. Se dispuso a atraer a los ni?os como venganza por no haber recibido el pago prometido tras haber acabado con los roedores de la ciudad. En la actualidad dos cruces hechas con piedras marcan el lugar donde se les vio por ¨²ltima vez: en la monta?a de Poppenberg. Dicen que la monta?a se abri¨®. Tras recorrer kil¨®metros bajo tierra, los muchachos lograron salir a la luz a trav¨¦s de una cueva en Transilvania. As¨ª fue como los sajones se establecieron en siete ciudades de esa regi¨®n de Rumania.
La f¨¢bula sirve de punto de partida para The Saxons of Transylvania, el nuevo fotolibro del d¨²o art¨ªstico formado por Pascual Mart¨ªnez (Murcia, 1977) y Vincent S¨¢ez (Alicante 1976). Publicado por la editorial inglesa Overlapse, fue presentado este mes en la ¨²ltima edici¨®n de Polycopies, en Par¨ªs. [Fotogaler¨ªa: Pascual + Vincent: Los sajones de Transilvania].
![Imagen de The Saxons of Transylvania.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SFTPZZPLMAJC3YTHKA2BETBEOY.jpg?auth=86e2873098822d4e8c26dad3079df3e47660b747e6f20ce06e25d5034043aa2a&width=414)
Centrado en la historia de los germanos-sajones que durante ocho siglos habitaron Transilvania, ahonda en el prop¨®sito de algunos miembros de esta etnia ¡ªdispersa por distintos lugares del mundo¡ª de recuperar sus ra¨ªces. La obra de los artistas se intercala con diferentes documentos visuales de archivo y con textos incorporados en distintos formatos. Incluye retrato y paisaje. Transita entre lo real y la ficci¨®n. Entre el pasado y el presente, y se pregunta por el futuro, haciendo uso de la neutra ortodoxia de la fotograf¨ªa documental al tiempo que confiere al libro un aire de narraci¨®n vintage.
De esta suerte, como si de un cuento se tratara, la oscura entrada a una cueva, acompa?ada de extra?as formaciones geol¨®gicas, junto con una reproducci¨®n de un antiguo mapa de Transilvania del siglo XVI, sobre el cual est¨¢ trazada una enigm¨¢tica composici¨®n de l¨ªneas rojas, engancha la curiosidad del lector desde las primeras p¨¢ginas. ¡°Ciertas historias, dependiendo de qui¨¦n y c¨®mo se cuenten, adquieren distinto sentido¡±, apunta Vincent S¨¢ez. ¡°La f¨¢bula del flautista est¨¢ inspirada en la historia real de la colonizaci¨®n de los territorios de la Europa central por el rey Geza II de Hungr¨ªa, en el siglo XII (que alistar¨ªa a j¨®venes alemanes de la regi¨®n del rio Moselle para fortificar las ciudades en defensa de los turcos y los t¨¢rtaros). Los Hermanos Grimm contaron su versi¨®n, Goethe cont¨® la suya, y nosotros la nuestra. Ninguna acabar¨¢ siendo la verdad absoluta¡±.
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/P6KGVHDM6CVB3CHHLVS57H5DAY.jpg?auth=3ef0bf0c742c14b758e2d49b71f61e9f24880b7f867f14b7479be76f7ae06b45&width=414)
Durante ocho siglos los sajones vivieron en paz junto con h¨²ngaros, rumanos y roman¨ªes, estableciendo su identidad como los sajones de Transilvania. En la Segunda Guerra Mundial combatieron en tres ej¨¦rcitos: en el rumano, en el alem¨¢n y en h¨²ngaro, v¨ªctimas y ejecutores al mismo tiempo. En 1945, m¨¢s de 70.000 sajones fueron deportados a los gulags siberianos. El gobierno comunista confisc¨® sus propiedades, y suprimi¨® sus derechos hist¨®ricos. Tras la ca¨ªda del r¨¦gimen de Ceaucescu,?se estima que m¨¢s de un noventa por ciento de la poblaci¨®n emigr¨® a Alemania, Austria, Estados Unidos y Canad¨¢ en busca un nueva vida, as¨ª la etnia qued¨® muy dispersa.
Son pocos los que quedaron en Transilvania y su legado hist¨®rico y cultural necesita ser restaurado en beneficio de las nuevas generaciones. Algunos de los que abandonaron su tierra regresan ahora y han creado asociaciones con el fin de recuperar sus tradiciones, al tiempo que contribuyen a desarrollar las deprimidas zonas rurales. Es precisamente esta tendencia la que llam¨® la atenci¨®n de los autores, mientras en 2014 disfrutaban de una residencia art¨ªstica en Bucarest. ¡°El regreso a las zonas rurales despobladas no parece ser consecuencia de una moda. Es algo m¨¢s fuerte. Viene de un amor a la naturaleza establecido durante siglos. Ya en las escuelas los ni?os hacen herbarios, y se les estimula a adquirir conocimientos sobre bot¨¢nica¡±, explica Mart¨ªnez. De ah¨ª el proyecto de una trilog¨ªa dedicada a Ruman¨ªa, de la que el nuevo fotolibro forma su segunda parte. La primera fue el aclamado The Tree of Life is Eternally Green. ¡°Es la m¨¢s sensorial, est¨¢ ligada a la naturaleza. Esta segunda parte es m¨¢s espiritual. La tercera, que hemos comenzado a elaborar ya, es la m¨¢s sobrenatural y hablar¨¢ sobre la magia y la superstici¨®n. De esta forma, ofreceremos una visi¨®n global de la cultura rumana¡°.
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/AFWMKK56OEMOJFFWFPTPUW76C4.jpg?auth=3c3b6d147e3cd16ea8aae41537858a1d9a3f3cffa49d74fbbe1b32193cc8f4c8&width=414)
El uso de material de archivo fue algo imprescindible para dar estructura a la narraci¨®n, pero en ocasiones resulta dif¨ªcil distinguir si es obra apropiada. ¡°Ese juego nos interesa¡±, se?ala Mart¨ªnez. ¡°No luchamos por la autor¨ªa de una imagen en concreto sino por la autor¨ªa de un conjunto¡±. De esta manera, las im¨¢genes se ti?en de rojo para ilustrar el periodo perteneciente a los a?os de guerra, y a trav¨¦s del archivo de la familia Balthes, y del dram¨¢tico testimonio de uno de sus miembros, la narraci¨®n nos conduce hasta la ca¨ªda del comunismo. En el ¨²ltimo cap¨ªtulo nos encontramos con los testimonios personales tanto de aquellos que no abandonaron su tierra como de los j¨®venes que vuelven para retomar su cultura. ¡°El proceso de investigaci¨®n es fundamental. A partir de ah¨ª empiezan a generarse im¨¢genes que pueden formar parte del trabajo o no, pero si del proceso. Son necesarias para llegar a las conclusiones a las que llegamos¡±.
Llevan trabajando como un t¨¢ndem desde 2014. ¡°Existe una imagen estereotipada del quehacer del fot¨®grafo como un trabajo solitario¡±, recalca S¨¢ez. ¡°Trabajar juntos nos permite sacar conclusiones a trav¨¦s de un di¨¢logo continuo, que nos enriquece mutuamente. Cuando uno desfallece, el otro est¨¢ para empujarle¡±. Con The Tree of Life is Eternally Green (Overlapse, 2018) encontraron en el fotolibro una forma de expresi¨®n: ¡°Tuvimos muy claro que era el formato adecuado. Habl¨¢bamos de la naturaleza y quer¨ªamos que fuera algo palpable. Se trataba de un trabajo muy sensorial ¡°, explica Mart¨ªnez. ¡°Pero si hay algo de lo que nos hemos dado cuenta es que el fotolibro nos permite llegar a lugares donde no pod¨ªamos imaginar¡±.
El libro ha tenido una muy buena acogida internacional y se ha distribuido en Europa, Jap¨®n, Corea del Sur y Canad¨¢. ¡°?Imagina lo desconocido que puede ser Rumania en Jap¨®n! Con otra herramienta nos hubi¨¦semos quedado en algo m¨¢s local¡±. Partiendo del libro plantean versiones expositivas que se leen de igual manera. Son experiencias distintas pero complementarias. No son exposiciones lineales sino bastante sensoriales, donde se incluye el sonido y las proyecciones.
¡°El formato libro debe partir de una necesidad real, no del ego del autor. Es decir, que sea necesario para que el trabajo se entienda y pueda llegar m¨¢s lejos¡±, destaca Mart¨ªnez. ¡°Hubo un tiempo en que en las escuelas de fotograf¨ªa se planteaba el fotolibro como el colof¨®n de una trayectoria acad¨¦mica. Se ha generado una grand¨ªsima cantidad y una gran escuela de la que todos hemos aprendido, pero es verdad que hoy existe una saturaci¨®n en el mercado. Todos debemos entonar el mea culpa porque hemos pecado de ser muy cr¨ªpticos, de crear fotolibros que solo entienden los fot¨®grafos. Hay que crear fotolibros m¨¢s accesibles para el p¨²blico en general y que resulten una experiencia. Que el lector sienta la necesidad de cogerlo de nuevo porque se le han quedado cosas que ir¨¢n descubriendo en la tercera o cuarta lectura.
?Ahondar en los or¨ªgenes hist¨®ricos de los sajones de Transilvania puede ser complejo y confuso. Es precisamente en la variedad y la diversidad de los relatos que surgen a lo largo de la evoluci¨®n de su historia donde se sustenta este proyecto. La historia est¨¢ escrita a base de una gran cantidad de peque?os relatos que dan significado a un todo. En ellos tambi¨¦n cabe la imaginaci¨®n.
The Saxons of Transylvania. Pascual Mart¨ªnez + Vincent S¨¢ez. Overlapse Photobooks. 152 p¨¢ginas. 41 euros.
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