Charlotte Posenenske: puentes, diques y autopistas
Una muestra en el Macba dedicada a la artista alemana invita a conocer una obra injustamente olvidada
A Charlotte Posenenske le encantaban las m¨¢quinas, los puentes gigantescos, diques y autopistas, como se deduce de uno de los v¨ªdeos que integra Work in Progress, t¨ªtulo de la retrospectiva que el Macba dedica a esta artista alemana, quien en muy pocos a?os (de 1956 a 1968) produjo una obra adelantada a su tiempo y, sin duda, condicionada por su biograf¨ªa. Posenenske empez¨® a trabajar en plena posguerra, en un pa¨ªs que renaci¨® de sus escombros con edificaciones ligeras y acabado industrial.
Si en sus primeras piezas, hechas con esp¨¢tula o cinta adhesiva, a¨²n se percibe el gesto mec¨¢nico de su propia mano, ¨¦sta empez¨® a borrarse en Cuadros escult¨®ricos, donde pulveriza la pintura con un espray, para desaparecer del todo en la Serie A. Se trata de metales arqueados y curvos de un solo color, que forman olas o pliegues en el espacio y que m¨¢s adelante fabricar¨ªa en tiradas ilimitadas (B y C), acotando su valor al precio de coste y desvirtuando as¨ª el mercado del arte, siempre pendiente de la exclusividad. El plato fuerte, sin embargo, lo constituyen las Series D y DW, cuyos m¨®dulos en acero galvanizado y cart¨®n tanto recuerdan a los conductos de ventilaci¨®n que hoy se ven en fachadas, t¨²neles y azoteas, y que aqu¨ª se han instalado recuperando las claraboyas del Macba.
Su claridad no s¨®lo responde a un gusto formal, muy en la l¨ªnea del minimalismo americano con el que suelen asociarla. Tambi¨¦n se debe al deseo de delegar el montaje y uso de estos m¨®dulos en otras manos. La de los comisarios, coleccionistas y espectadores mismos, gesto con el que culminar¨ªa su desaf¨ªo a la autor¨ªa.
Por su sentido l¨²dico nos recuerda a Playtime (1967), de Jacques Tati, sobre todo si uno piensa en c¨®mo los cuerpos aprenden a relacionarse en entornos despersonalizados. Lo mismo podr¨ªa decirse de las derivas situacionistas. No en vano, Posenenske no s¨®lo instal¨® sus piezas fuera de las galer¨ªas, sino en espacios p¨²blicos algo marginales, como una pista de aterrizaje o una isleta de tr¨¢fico, tal y como se ve en varias fotograf¨ªas y en uno de los v¨ªdeos de Gerry Schum. El otro documenta un bello happening en la galer¨ªa Dorothea Loehr, donde se ve a varios operarios trabajando. Sus movimientos son peque?as coreograf¨ªas que burlan los sistemas de producci¨®n fabril, tema que la artista estudi¨® a fondo, ya inmersa en la sociolog¨ªa, pues a Posenenske le sucedi¨® lo que a Lygia Clark: a partir de un momento dej¨® de identificarse como artista. Si una lo hizo para dise?ar objetos terap¨¦uticos (Bichos), la otra se centr¨® en desacreditar las t¨¦cnicas que miden la productividad en el trabajo, reclamando sistemas menos alienantes. L¨¢stima que su temprana muerte hiciera definitiva su retirada del circuito art¨ªstico, que anunci¨® en un manifiesto tras la Serie E, que el Macba ha reproducido seg¨²n unos dibujos. Son tabiques, hojas batientes que nos invitan a acceder a una producci¨®n en su d¨ªa injustamente olvidada.
Work in Progress. Charlotte Posenenske. Macba. Barcelona. Hasta el 8 de marzo de 2020.
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