Y el premio Turner 2019 es... para los cuatro finalistas

En una sorprendente e in¨¦dita decisi¨®n, el jurado del premio Turner de arte contempor¨¢neo, el m¨¢s famoso que se concede en el mundo, ha decidido otorgar este prestigioso galard¨®n al colectivo de los cuatro finalistas de la presente edici¨®n por ¡°su compromiso en las causas pol¨ªticas y sociales, tan necesario en estos tiempos¡±. La injusticia, la intolerancia, la opresi¨®n o la discriminaci¨®n por raza o g¨¦nero son el nexo com¨²n de las obras del jordano Lawrence Abu Hamdan, del londinense de origen colombiano ?scar Murillo y de las tambi¨¦n brit¨¢nicas Helen Cammock y Tai Shani. Los cuatro hab¨ªan solicitado por carta, en un gesto sin precedentes, que el jurado repartiera el premio al considerar que en estos tiempos de desuni¨®n pol¨ªtica en el Reino Unido no ve¨ªan sentido a competir entre ellos.

El fallo se anunci¨® en la noche del martes en una gala celebrada en el museo Turner Contemporary de Margate, cuyas espectaculares vistas de la costa norte del condado de Kent, inspiraron al artista que da nombre al premio (JMW Turner). Un emocionado Edward Enninful, director de la edici¨®n brit¨¢nica de la revista Vogue ha le¨ªdo el veredicto del jurado entre el j¨²bilo del p¨²blico asistente. En esta misma galer¨ªa de la localidad inglesa se exhiben las obras candidatas, y ahora ganadoras al un¨ªsono, hasta el pr¨®ximo 20 de enero, con un despliegue que abarca pintura, escultura, instalaciones, filmes e im¨¢genes digitales. El premio tiene una dotaci¨®n de 40.000 libras (algo m¨¢s de 36.000 euros), a las que se suma el prestigio y proyecci¨®n que entra?a el Turner.

El recorrido por esta edici¨®n de marcado car¨¢cter pol¨ªtico arranca con la exploraci¨®n del sonido como principal herramienta que sustenta los trabajos de Lawrence Abu Hamdan. El artista jordano (Amm¨¢n, 1985), que se define a s¨ª mismo como un ¡°investigador del audio¡±, centra sus tres instalaciones en la denuncia de las brutales condiciones en una c¨¢rcel de las afueras de Damasco (Saydnaya) erigida en centro de torturas y ejecuciones. La propuesta, que se centra en ¡°delitos de los que se ha o¨ªdo hablar pero que no han sido presenciados¡± derivan de su participaci¨®n una investigaci¨®n de Aminist¨ªa Internacional y el colectivo Forensic Architecture sobre los horrores en esa prisi¨®n siria, cuyos sonidos recrea el artista. Sus colegas de Forensic Architecture, un grupo de arquitectos, periodistas, abogas y cient¨ªficos consagrado a investigar abusos estatales y corporativos, quedaron finalistas en la pasada edici¨®n del premio.

De entre los cuatro vencedores, solo el colombiano afincado en Londres desde la ni?ez, ?scar Murillo, que denuncia el lado m¨¢s oscuro del capitalismo y sus estragos en una fuerza laboral globalizada, encarna a un nombre establecido en el mercado del arte. El artista oriundo de La Paila, de 33 a?os y cuyo r¨¦cord de cotizaci¨®n por una obra casi alcanz¨® los 400.000 euros en 2013, firma en la Turner Contemporary una instalaci¨®n que denuncia el lado m¨¢s oscuro del capitalismo y sus estragos en una fuerza laboral globalizada. En su alegor¨ªa de ¡°una fuerza laboral m¨®vil y globalizada¡±, un grupo de mu?ecos en papel mach¨¦ y con el pecho perforado por tuber¨ªas met¨¢licas aparecen dispuestos en hileras bancos. Los ventanales de esta galer¨ªa est¨¢n parcialmente cubiertos por franjas de lienzo negro para subrayar ¡°la oscuridad e ignorancia del momento presente¡±.

La impronta feminista viene de la mano de Helen Cammock (1970, Stratfordshire, Inglaterra) y Tai Shani, una londinense de 43 a?os criada en una comuna de Goa (India). La primera, cuyo cuerpo de obra explora historias sociales mediante el v¨ªdeo, la fotograf¨ªa y la performance, concurr¨ªa al Turner con una instalaci¨®n f¨ªlmica que indaga en el eclipsado papel de las mujeres en el movimiento social de Derry, en 1968, al inicio de los troubles que desembocaron en tres d¨¦cadas de violencia sectaria en Irlanda del Norte. Cammock confronta a la narrativa ¡°objetiva¡± de a historia su propia subjetividad, insert¨¢ndose ella misma en la pel¨ªcula y conduciendo las entrevistas a sus protagonistas. La cinta tiene una duraci¨®n de una hora y 39 minutos, lo que exige al p¨²blico una ingente inversi¨®n de tiempo.

Las enormes instalaciones escult¨®ricas definen el trabajo de Tai Shani, que en su propuesta exhibida en Margate recrea una de ¡°ciudad de las mujeres¡± imaginaria que existe fuera de los par¨¢metros del patriarcado. El resultado es un universo surrealista cuyas historias son desgranadas por un narrador en los auriculares de audio.

La gala de anoche tuvo como invitada especial a una artista nacida en Margate, Tracey Emin, quien fuera finalista (aunque no ganadora) del Turner y cuya presencia evoc¨® unos tiempos en los que el premio sol¨ªa sacudir al mundillo del arte contempor¨¢neo con sus provocaciones. En esta ¨²ltima edici¨®n cuando menos ha conseguido sorprender con el primer fallo colectivo de su historia.