Rosal¨ªa, audacia y sobrexposici¨®n
La artista, que cierra su gira mundial con un concierto en Madrid, ha protagonizado una de las historias m¨¢s extraordinarias de 2019. Pero ya ser¨ªa hora de quitarle los focos de encima
Ha sido todo tan vertiginoso y tan bestial que conviene recapitularlo para entender sus dimensiones ahora que acaba su gira mundial con un concierto en Madrid. Hasta mediados de 2018, Rosal¨ªa Vila Tobella (Sant Esteve Sesrovires, Barcelona, 26 a?os) era m¨¢s o menos conocida como int¨¦rprete de flamenco, con un ¨¢lbum audaz, Los ?ngeles, confeccionado a medias con el guitarrista Ra¨¹l Refree para la compa?¨ªa Universal. Sin embargo, las leves heterodoxias en arreglos o producci¨®n nada suger¨ªan de lo que vendr¨ªa despu¨¦s.
Rosal¨ªa ejerc¨ªa de cantaora d¨®nde y cu¨¢ndo pod¨ªa: el circuito del flamenco no se abre a una paya catalana as¨ª como as¨ª. Mientras, iba preparando sigilosamente el gran reciclaje. Atenci¨®n: lo que hizo no es habitual ni siquiera en artistas que vienen de familias millonarias. Trabaj¨® en complicidad con un m¨²sico cosmopolita, Pablo D¨ªaz-Reixa, m¨¢s conocido como El Guincho. Una producci¨®n de lujo, bases digitales arropadas por coros y orquesta sinf¨®nica, con arreglos de profesionales como Jes¨²s Bola y Joan Albert Amarg¨®s. M¨¢s el punto andaluz garantizado por Las Negris, Los Mellis, Nani y Lin Cort¨¦s.
Pop electr¨®nico con denominaci¨®n de origen para el relato, quiz¨¢s un tanto forzado, del viacrucis de ¡°una relaci¨®n t¨®xica¡±. Nada que ver con la afinidad que mantuvo con el trapero Ant¨®n ?lvarez, alias C. Tangana, que firma discretamente como coautor de casi todos los temas de lo que se bautizar¨ªa como El mal querer. Un disco que Rosal¨ªa financi¨® y que luego licenciar¨ªa a la multinacional Sony Music, marcando distancias con la anterior compa?¨ªa y evitando encasillamientos. ?Hemos dicho que la chica es m¨¢s inteligente de lo que se estila en su oficio? Cuidadosamente empaquetado y traducido en videos llamativos, El mal querer goz¨® de una repercusi¨®n inmediata en todo el planeta. Atenci¨®n a la siguiente jugada: en vez de limosnear por el rebosante mundillo latino, Rosal¨ªa pact¨® con oficinas y medios que trabajan el mainstream internacional, donde r¨¢pidamente detectaron que all¨ª hab¨ªa algo diferente y seductor.
De ah¨ª la escasa pertinencia de las acusaciones de ¡°apropiaci¨®n cultural¡±, primero provenientes de las capillas gitanistas del flamenco y luego de los c¨ªrculos caribe?os del reguet¨®n, pasmados por el impacto de ¡°la blanquita¡±. En la pr¨¢ctica, lo de Rosal¨ªa se vende como sonido urban, que es en s¨ª mismo un eufemismo de mercadotecnia para referirse a la subcultura afroestadounidense. El sonido mundial, aqu¨ª sazonado con piment¨®n y azafr¨¢n.
Rosal¨ªa encaja de forma natural en el modelo de artista del siglo XXI: curiosa, preparada, valiente, sexi. Alguien que lucha por su autonom¨ªa (creativa, econ¨®mica, amorosa) a la vez que aprovecha las posibilidades para colaborar. No se pone fronteras: los duetos y temas sueltos que ha sacado tras El mal querer se alejan conscientemente del flamenco. Nativa digital, maneja las redes con soltura y parece ir m¨¢s veloz que su discogr¨¢fica oficial. Pero tambi¨¦n se deja llevar: recuerden su cameo, perfectamente gratuito, en Dolor y gloria.
La vedete
Sabemos que puede cantar con finura pero sus directos obedecen a la l¨®gica del show moderno. Rodeada por automatizadas bailarinas, con la m¨²sica mayormente enlatada, sigue el prototipo de vedete liberada que estableci¨® Madonna a principios de los ochenta. Tiene Rosal¨ªa una belleza at¨ªpica que miman las luces. Y se permite caprichos como incluir ¨¦xitos gitanos de Las Grecas o Parrita, gui?os que seguramente pasen desapercibidos para los p¨²blicos guiris.
Esa es otra. De momento, Rosal¨ªa no ha roto, comercialmente hablando, fuera de los pa¨ªses hispanoparlantes. Puede actuar en cualquier lugar del mundo, gracias al br¨ªo de sus espect¨¢culos y el magnetismo de su leyenda (la flamenca-que-quebranta-esquemas). Para superar el destino de quedarse en exotismo de temporada, necesita seguramente facturar m¨²sica m¨¢s global.
Por eso, por lo delicado de su situaci¨®n, ayuda poco el desmesurado tratamiento medi¨¢tico que recibe en Espa?a. Esta es una tierra muy cateta en lo musical, que parece solo tener hueco para celebrar a una ¨²nica figura nacional en un determinado momento; tal vez se hayan dado cuenta de que, sin propon¨¦rselo, Rosal¨ªa ha eclipsado a las dem¨¢s vocalistas femeninas que llegaron en los a?os anteriores.
La b¨²squeda de titulares prescinde de cualquier sensatez: se pueden leer c¨¢lculos de ¡°la fortuna de Rosal¨ªa¡± que sencillamente no toman en cuenta los m¨ªnimos porcentajes ¡ªde Spotify o YouTube¡ª ni la obligaci¨®n de pagar los sueldos, los gastos de su extenso equipo. Malo cuando la ignorancia se combina con la envidia. As¨ª que har¨ªamos bien en declarar una moratoria. Desde ya: hablar de Rosal¨ªa solo cuando tenga verdaderas novedades; es demasiado joven para opositar a juguete roto.
La gira 'El mal querer' en cifras
41 conciertos. La gira, que comenz¨® en marzo en Buenos Aires y termina en Madrid, llev¨® a Rosal¨ªa a 16 pa¨ªses de Europa, Latinoam¨¦rica, Norteam¨¦rica y ?frica. La cantante se present¨® en 32 ciudades y particip¨® en festivales como Lollapalooza, Coachella y Mad Cool.
Redes sociales. La cantante acumula 7,2 millones de seguidores en Instagram. En Twitter la siguen 815.317 personas, mientras que en Facebook lo hacen 426.052. En todas hace publicaciones constantemente.
YouTube. En la plataforma, Rosal¨ªa acumula 1.852.526.144 visualizaciones desde el 13 de octubre de 2011, cuando abri¨® su canal oficial. Adem¨¢s, este a?o el v¨ªdeo de la canci¨®n Con Altura, en la que colabora con el reguetonero J Balvin, se convirti¨® en la segunda m¨¢s vista en YouTube en todo el mundo en 2019, con 1.141 millones de reproducciones.
Spotify. En esta plataforma, Rosal¨ªa tiene 15.798.565 oyentes mensuales. Santiago de Chile, Ciudad de M¨¦xico y Madrid son las ciudades donde m¨¢s se escucha.
Premios. Durante 2019, Rosal¨ªa recibi¨® cuatro premios Grammy Latinos en los que fueron reconocidos su ¨¢lbum El mal querer y su canci¨®n Con Altura. Por ese mismo tema gan¨® el MTV European Music Award a la mejor colaboraci¨®n, el MTV Music Award a la mejor coreograf¨ªa y el MTV Video Music Award al mejor v¨ªdeo latino. Tambi¨¦n recibi¨® el Premio Ondas a Fen¨®meno Musical del A?o y est¨¢ nominada a dos Grammy para 2020.
Babelia
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