La asombrosa resurrecci¨®n de The Who
La banda publica su primer disco con material nuevo desde 2006. Pete Townshend y Roger Daltrey, enemigos ¨ªntimos, no coincidieron en el estudio para la grabaci¨®n
Hubo un tiempo en que The Who eran sin¨®nimo de rock. Rock visceral e instruido. Su curva de aprendizaje result¨® pasmosa: el cuarteto domin¨® r¨¢pido el arte de crear singles fascinantes hasta acomodarse en el formato del elep¨¦, a veces doble y con vocaci¨®n narrativa (lo que se describi¨® ¡ªburdamente¡ª como ¡°¨®pera rock¡±). Su cabecilla y compositor, Pete Townshend, se destap¨® como erudito comentarista de la teor¨ªa y pr¨¢ctica de la m¨²sica popular; prescindi¨® del arrogante ¡°espero morir antes de hacerme viejo¡± para huir del t¨®pico del rock como m¨²sica juvenil. Y todo, mientras manten¨ªan la apabullante contundencia de sus directos.
The Who disiparon su estado de gracia de mala manera, entre esc¨¢ndalos, broncas, tragedias. Se fue desintegrando su secci¨®n r¨ªtmica, con las muertes bruscas del bater¨ªa Keith Moon y, un cuarto de siglo despu¨¦s, el bajista John Entwistle. A finales de 1979, 11 de sus seguidores perdieron la vida durante una estampida a la entrada de un concierto en Cincinnati (recuerden, a cuenta del asesinato de Altamont todav¨ªa se escriben tesis sobre el-final-de-una-era). Townshend, desencantado y sumido en una crisis personal, dio el grupo por liquidado durante los a?os ochenta. Fue una decisi¨®n francamente prematura, que ¨¦l mismo relativiz¨® con apariciones espor¨¢dicas: cierta mala conciencia les impulsaba a juntarse para eventos ben¨¦ficos.
Con gran entusiasmo de su p¨²blico. La m¨²sica de The Who, aparentemente arisca y agresiva, demostr¨® gran resiliencia, sobre todo en sus discos conceptuales, potenciados por el cine. Tommy se convertir¨ªa incluso en teatro musical y Quadrophenia encender¨ªa la mecha de la segunda oleada del movimiento mod. As¨ª que el grupo ten¨ªa el viento de su favor cuando se volvi¨® a reunir en 1989, para tocar sus grandes ¨¦xitos con eficaces m¨²sicos j¨®venes. Con considerable dignidad, se han convertido en una mina de oro. Todo cabe: autobiograf¨ªas, recopilaciones, discos en solitario, actuaciones con orquesta sinf¨®nica, Las Vegas, grandes festivales.
Lo que resultaba inimaginable es que, en 2019, 55 a?os despu¨¦s de la fundaci¨®n del grupo, saliera un disco con canciones nuevas. Pero existe, se llama WHO (Polydor) y resulta que supera cualquier expectativa. Hablamos de una banda bic¨¦fala donde apenas hay relaci¨®n humana o creativa entre Townshend y su portavoz, Roger Daltrey. Imaginen: el cantante no acudi¨® a las sesiones de grabaci¨®n; de hecho, registr¨® sus partes vocales a posteriori, en otro estudio.
Un disparate, cierto, pero en el mundo Who todo funciona siguiendo reglas particulares. Han ignorado su fecha de caducidad: ambos, especialmente Townshend, sufren de sordera. Les impulsa la voluntad art¨ªstica en diferentes grados: Pete, 74 a?os, acaba de sacar una novela, The Age of Anxiety, que tambi¨¦n quiere transformar ¡ªoh, no¡ª en una ¡°¨®pera multimedia¡±; m¨¢s pr¨¢ctico, Daltrey, 75 a?os, insiste en la necesidad de actividad, dentro o fuera de The Who, para evitar el precipicio que, dice, espera a los jubilados con demasiado tiempo libre.
WHO tiene una portada tan atractiva como enga?osa. Obra de Peter Blake, el creador del envoltorio de Sgt. Pepper¡¯s, aqu¨ª evoca los a?os sesenta con una perspectiva mod. Lo que puede hacer pensar en el prometido pero nunca entregado disco de versiones o en una vuelta consciente al sonido de los or¨ªgenes, Y no, aunque se incluyan piezas como Detour o Got Nothing to Prove, que podr¨ªan haber encajado en The Who Sell Out (1967). El actual disco tiene un respetable acabado moderno, obra del productor neoyorquino Dave Sardy, aunque suene n¨ªtidamente a The Who, algo que seguramente explique su aparente ¨¦xito en ventas.
Lo que hace ¨²nico a WHO es que Townshend no oculta su edad y su condici¨®n. El disco se abre con All This Music Must Fade, donde parece avisar a los milenials que sus ¨ªdolos pasar¨¢n de moda. Tambi¨¦n se plantea obsesiones de la tercera edad, como la posibilidad de la reencarnaci¨®n (I¡¯ll Be Back). Se permite recordar una de sus primeras experiencias sexuales en She Rocked My World, arropada por un fondo de spanish jazz que parece inspirado por el sello CTI.
Sin olvidar que Townshend es consciente de vivir en el presente. Devorador de noticias, aqu¨ª se inspira en la tragedia del incendio de la Grenfell Tower londinense (Street Song), la interminable guerra de Afganist¨¢n (This Gun Will Misfire), la continuada verg¨¹enza de los presos de Guant¨¢namo (Ball and Chain) o la polarizaci¨®n social generada por asuntos como el Brexit (Rockin¡¯ in Rage). Contra toda l¨®gica, en 2019 The Who mantienen su relevancia. Igual hay algo de base en ese mito del rock como elixir de lozan¨ªa.
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