Una vida entera
'Stoner' de John Williams es para el autor "la obra maestra sumergida", del "autor raro" y "anulado primero por la indiferencia y luego por el olvido"
Los d¨ªas finales de diciembre me han tra¨ªdo la emoci¨®n literaria m¨¢s intensa de todo el a?o. Hab¨ªa le¨ªdo aqu¨ª y all¨¢ referencias elogiosas a esta novela de t¨ªtulo extra?o escrita por un casi desconocido, Stoner, de John Williams, y alguna vez hasta hab¨ªa visto su portada en alguna librer¨ªa, la de la edici¨®n bella y austera de la New York Review of Books, que la volvi¨® a publicar en 2005, 40 a?os de que apareciera por primera vez y desapareciera casi de inmediato. Los libros tienen una manera caprichosa de llegar a nosotros. Hab¨ªa o¨ªdo hablar de esta novela como en una leyenda lejana, la de la obra maestra sumergida, el autor raro y apartado que escribe un solo libro memorable y luego desaparece, anulado primero por la indiferencia y luego por el olvido. Parece que una novela que lleva como t¨ªtulo el apellido del todo neutro de su protagonista nace ya destinada al anonimato. El otro d¨ªa, en el aeropuerto de Lisboa, en una librer¨ªa tan bien surtida que deber¨ªa sumir en la verg¨¹enza a las del aeropuerto de Madrid, encontr¨¦ de nuevo Stoner, y esta vez s¨ª la compr¨¦, en un impulso nada juicioso porque ten¨ªa otras lecturas entre mano.
Todas quedaron canceladas desde el momento en que abr¨ª el libro, todav¨ªa en la sala de embarque. El barullo de la gente y de los altavoces desaparecieron en ese silencio interior que impone la literatura, igual cuando est¨¢ siendo le¨ªda que cuando fue surgiendo palabra por palabra de la imaginaci¨®n y de la pluma o el teclado del escritor. Stoner empieza como una puerta que se abre a un mundo que solo existe en este libro y como una voz que habla a solas y te cuenta algo que ya no puedes dejar de escuchar, y que parece escrito exclusivamente para ti, porque despierta sensaciones muy hondas que puedes no haber compartido con nadie, o ni siquiera saber que las ten¨ªas. En una obertura de media p¨¢gina se cuenta la vida entera del protagonista, William Stoner, desde el a?o de su nacimiento hasta el de su muerte, pasando por las fechas notables de su carrera de profesor poco distinguido en una universidad sin mucho lustre del Medio Oeste de Estados Unidos. El tono y la prosa son como los de una necrol¨®gica, la de alguien tan poco importante que ocupa un espacio limitado en el peri¨®dico. La sequedad lapidaria del estilo se corresponde con la de la vida de este hombre que naci¨® de padres campesinos, marcados por el trabajo de la tierra y la pobreza. Desde ni?o orde?¨® las vacas, limpi¨® los establos, labr¨® junto a su padre una tierra ¨¢spera que exig¨ªa un esfuerzo sin descanso y deparaba un fruto inseguro y mezquino. Con la misma abnegaci¨®n sin queja con que hab¨ªa trabajado en el campo, William Stoner se aplic¨® a los estudios en la universidad, a la que hab¨ªa ido con el prop¨®sito de licenciarse en Agronom¨ªa, hasta que descubri¨® como una revelaci¨®n el asombro de la literatura, en un aula en la que un profesor explicaba los sonetos de Shakespeare. Hasta entonces la vida de Stoner se hab¨ªa reducido a la obligaci¨®n y el castigo del trabajo y al cumplimiento del deber: en la clase de literatura se ve trastornado por una iluminaci¨®n que est¨¢ hecha de palabras pero que no puede ser explicada cabalmente por ellas, un fervor de estar vivo de verdad y de ver las cosas tal como son, un deseo a la vez intelectual y sensual de aprender, tan inmediato como una sed, una curiosidad que en vez de apaciguarse se estimula m¨¢s al ser satisfecha.
Exteriormente la biograf¨ªa de Stoner se resume en una sostenida mediocridad, en una evidencia de fracaso. En 40 a?os de carrera no pasa de profesor asistente. Su car¨¢cter reservado y su rigor exigente no caen bien entre los estudiantes. Le falta astucia para maniobrar en las intrigas acad¨¦micas y para defenderse de ellas. Su matrimonio con una mujer atractiva y ajena empieza a derivar muy pronto hacia un secreto desastre. La hija ¨²nica que le alegraba tanto los d¨ªas y le aliviaba las amargura cuando era ni?a se aleja de ¨¦l antes incluso de entrar en la adolescencia. Escribe un libro muy bien pensado y muy erudito sobre la materia de su especialidad, la literatura inglesa medieval, que sin llamar mucho la atenci¨®n sin embargo no le ahorra alguna cr¨ªtica condescendiente. John Williams escribe con la concentraci¨®n disciplinada con que el profesor Stoner prepara sus clases, que se parece mucho a la que pone en cepillar la madera y en armar los anaqueles de una biblioteca que se construye ¨¦l mismo. Cada frase se sostiene firme y precisa como un objeto material bien trabajado, pulido por las manos, cortado en ¨¢ngulos exactos. La historia del profesor Stoner sucede en el espacio confinado de una peque?a ciudad universitaria, pero en ella adquieren una presencia ominosa y rotunda los acontecimientos hist¨®ricos, la I Guerra Mundial, la Prohibici¨®n, la Gran Depresi¨®n, la guerra de Espa?a, la II Guerra Mundial, los tiempos tenebrosos de la caza de brujas. Stoner cuenta c¨®mo las vidas m¨¢s prometedoras y los proyectos m¨¢s nobles pueden malograrse, y c¨®mo la bondad y el amor pueden desatar conspiraciones rencorosas para sabotearlos. Hay p¨¢ginas de una negrura intolerable, de una desolaci¨®n sin salida ni alivio. En la circunspecci¨®n del relato lineal est¨¢ toda la congoja del paso del tiempo, el modo imperceptible en que las personas y las cosas se van alejando para siempre.
Y sin embargo la novela no es una historia de fracaso. John Williams dec¨ªa que para ¨¦l Stoner no era un don nadie ni un antih¨¦roe, sino un h¨¦roe, porque dedicaba su existencia entera a cumplir con integridad absoluta su trabajo: el estudio exigente y la ense?anza apasionada de la literatura, que para ¨¦l es una parte de la experiencia terrenal de estar vivo. De joven hab¨ªa cre¨ªdo que los libros y la vida eran cosas separadas, y que el enamoramiento, el deseo, el amor f¨ªsico no ten¨ªan nada que ver con el entusiasmo intelectual. Brevemente, en sus a?os de madurez y resignaci¨®n al infortunio, el profesor Stoner encuentra un amor que no sab¨ªa que pudiera existir, y descubre que la pasi¨®n sexual puede ser todav¨ªa m¨¢s intensa si forma parte de un di¨¢logo de igual a igual con una mujer que comparte su vocaci¨®n y sus saberes. No puede haber vivido en vano quien conoci¨® ese para¨ªso.
Stoner. John Williams. Traducci¨®n al espa?ol de Antonio Diez Fern¨¢ndez. Editorial Baile del Sol, 2018. 280 p¨¢ginas. 9,95 euros.
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