Mart¨ªn Caparr¨®s: ¡°Hoy no somos capaces de imaginar un futuro que nos esperance¡±
El argentino presenta su ¨²ltima novela, ¡®Sinf¨ªn¡¯, una utop¨ªa donde el ser humano ha conquistado la vida eterna
De la misma manera que en Mart¨ªn Caparr¨®s hay una persistente forma de re¨ªrse que se empe?a en desmentir su insondable f¨ªsico, en su ¨²ltima novela, Sinf¨ªn (Literatura Random House), hay un humor que se empe?a en contrarrestar la solemnidad de su premisa. Y la premisa es que la humanidad ha encontrado, al fin, la inmortalidad. La vida eterna. ¡°A pesar de la idea inicial, no me reconozco en el g¨¦nero de ciencia ficci¨®n¡±, cuenta el argentino (Buenos Aires, 62 a?os) en las oficinas de su nueva editorial, a la que salt¨® ...
De la misma manera que en Mart¨ªn Caparr¨®s hay una persistente forma de re¨ªrse que se empe?a en desmentir su insondable f¨ªsico, en su ¨²ltima novela, Sinf¨ªn (Literatura Random House), hay un humor que se empe?a en contrarrestar la solemnidad de su premisa. Y la premisa es que la humanidad ha encontrado, al fin, la inmortalidad. La vida eterna. ¡°A pesar de la idea inicial, no me reconozco en el g¨¦nero de ciencia ficci¨®n¡±, cuenta el argentino (Buenos Aires, 62 a?os) en las oficinas de su nueva editorial, a la que salt¨® desde Anagrama, con la que publicaba hasta ahora. ¡°Simplemente se me ocurri¨® re¨ªrme un poco, coger unas premisas que fueran todas falsas, y hacer sobre ello una cr¨®nica, esta cosa que est¨¢ tan santificada¡±.
En efecto, Caparr¨®s dota al mundo que crea de densidad y verosimilitud con las armas del periodismo. Sinf¨ªn arranca como una investigaci¨®n que intenta desmitificar la M¨¢sBellaHistoria, el mito fundacional del futuro que propone el libro, que cuenta c¨®mo se transmiti¨®, por primera vez, una consciencia humana a Ìì, que se pronuncia tsian y que es el recept¨¢culo virtual de nuestras esencias una vez dejamos esta vida. ¡°Pero luego, poco a poco, me fui entusiasmando con el planteamiento. Me dediqu¨¦ a tratar de inventar ese mundo, una cosa que me pareci¨® apasionante¡±. De la vida prolongada por implantes a la trasferencia de consciencias, de las injerencias gubernamentales a las luchas religiosas, Caparr¨®s va detallando un mundo irreconocible pero posible. Un futuro entre esperanzado y desolador.
Todo es menos s¨®lido de lo que cre¨ªamos. Unos estornudos chinos y se disuelven muchas cosas
¡°Hab¨ªa un problema t¨¦cnico, que era que ten¨ªa que hablar de cosas que no se conocen pero muchas veces no pod¨ªa describirlas, de la misma manera que en una novela no paras para decir: un coche es un objeto con cuatro ruedas y un parabrisas. Dices coche y punto¡±, explica sobre el proceso creativo. Adem¨¢s, recuerda que a pesar de usar ¡°el estilo y la forma aseverativa y realista de la cr¨®nica¡±, ¡°siempre hay sitio para el humor¡±. ¡°Sin humor las cosas carecen de sentido, se vuelven un tanto bobas¡±. Para Caparr¨®s, otro de los temas del libro, la verdad ¡ªla verdad oficial, la verdad oficiosa, la verdad personal¡ª ¡°es siempre es una construcci¨®n¡±. ¡°Se puede construir la verdad, pero no conocerla. Cada cual construye un relato que le sirve como verdad en la medida en que muchos coinciden en considerarlo verdad¡±. O sea, algo que es operativo y cumple una funci¨®n en la sociedad. ¡°Es lo que hacen los poderes. Construyen un relato, que se transforma en m¨ªtico, que millones y millones creen para participar de algo com¨²n. Puede ser una patria, una cofrad¨ªa, una religi¨®n¡±.
Y a nuestro mundo, el real, en tiempos de coronavirus, ?le queda alg¨²n mito que aguante el tipo? ¡°Lo cierto es que imaginamos el mundo como algo m¨¢s s¨®lido de lo que hemos descubierto que era en los 10 ¨²ltimos d¨ªas. De pronto aparece una variable imprevista y cambia todo. Se han perdido miles de millones, el mundo se asust¨®, est¨¢ encogidito en un rinc¨®n dejando que todo se deshilache. Y eso que parece que todo est¨¢ sobredimensionado, que esa amenaza no parece tan amenaza¡±.
A la muerte le he dedicado m¨¢s libros de los que hubiera querido
¡°Y eso es alentador en un punto¡±, reflexiona Caparr¨®s,¡± porque aquello que parece totalmente s¨®lido resulta que no lo es. Unos estornudos chinos y se disuelven muchas cosas. Es curioso. Deber¨ªa darnos a pensar. Estamos acostumbrados a decir ¡®esto no tiene forma de cambiar¡¯, y de repente a los grandes bancos, a las corporaciones y poderes se les complica todo. En todo caso, yo siempre insisto en que el gran problema contempor¨¢neo es que estamos en uno de esos per¨ªodos de la historia en que no sabemos c¨®mo imaginar un futuro que nos esperance y nos d¨¦ ganas de construirlo. Todo es b¨²squeda individual o miedo colectivo¡±.
Para acabar, ?c¨®mo se lleva Mart¨ªn Caparr¨®s con la protagonista involuntaria de su novela, la muerte? ¡°Lo suficientemente mal como para haberle dedicado m¨¢s libros de los que hubiera querido¡±, replica. Lo cierto es que es una idea que orbita alrededor de muchos de sus trabajos: No velas a tus muertos, La Historia¡ ¡°Cre¨ªa que mi cabreo contra la finitud era com¨²n a todo el mundo. Pero se ve que yo lo expreso m¨¢s¡±.