¡®Bella ciao¡¯, la historia que esconde el himno de la libertad y la resistencia
Hoy, 25 de abril, Italia celebra el 75? aniversario de la liberaci¨®n del fascismo. La canci¨®n se ha convertido en un s¨ªmbolo del que a menudo se desconoce el verdadero significado
Bella ciao (en la letra en espa?ol Adi¨®s bella) es una canci¨®n an¨®nima y no existe ning¨²n dato que aclare definitivamente su procedencia, sino semejanzas con antiguas composiciones, textualmente y musicalmente. Es el resultado de un largo viaje que ha ido definiendo este himno a la libertad hasta la versi¨®n que todos conocen y que se canta en alrededor de 40 idiomas. En Italia, no resuena solo en las manifestaciones de las sardinas, el heterog¨¦neo grupo que hasta hace unos meses protestaba en las plazas de todo el pa¨ªs especialmente contra la ret¨®rica de Matteo Salvini; tambi¨¦n lo hace cada 25 de abril, el d¨ªa que celebra la liberaci¨®n del fascismo en 1945.
¡°Es un himno partisano¡±, afirma con seguridad Carlo Ghezzi, del ANPI, la Asociaci¨®n Nacional de los Partisanos de Italia. La resistencia estaba formada por las diversas almas del antifascismo: hab¨ªa democristianos, comunistas, socialistas, anarquistas, mon¨¢rquicos y republicanos, entre otros. Un conglomerado de ideas diferentes que superaron sus discrepancias ante la necesidad de combatir contra ¡°el invasor¡±. ¡°El comandante de la resistencia era Raffaele Cadorna, un mon¨¢rquico, y su vicecomandante Luigi Longo, comunista. El antifascismo ha representado la p¨¢gina m¨¢s importante de este pa¨ªs y Bella ciao da voz a todo esto¡±, dice Ghezzi.
Por esta raz¨®n, Bella ciao acab¨® convirti¨¦ndose en la canci¨®n de la resistencia, la banda sonora que celebra la heterogeneidad reunida que llev¨® Italia a la liberaci¨®n. De hecho, en su texto no hay ninguna referencia ideol¨®gica como, en cambio, en Fischia il vento (Sopla el viento), cantada sobre todo por los partisanos garibaldinos y comunistas. La que hoy es considerada a menudo en el pa¨ªs una canci¨®n de izquierdas, fue entonada en muchas ocasiones p¨²blicas por pol¨ªticos de la Democracia Cristiana (DC), como Benigno Zaccagnini o Franco Marini. Adem¨¢s, durante las protestas de 1968 los manifestantes no la cantaban, como explica Carlo Pestelli, autor del libro Bella ciao: la canzone della libert¨¤: ¡°Les parec¨ªa una canci¨®n para los que no se quer¨ªan manchar las manos¡±. En su lugar prefer¨ªan otros himnos reivindicativos como Per i morti di Reggio Emilia (Para los muertos de Reggio Emilia), de Fausto Amodei, compuesta durante las protestas contra el Gobierno formado por la DC en 1960 con los votos de la extrema derecha; o Contessa (Condesa), de Paolo Pietrangeli, dedicada a Paolo Rossi, estudiante asesinado en 1966 tras un choque con un grupo de j¨®venes extremistas.
Pestelli cree que existi¨® un m¨®dulo musical sobre el que se plasm¨® el texto de Bella ciao. Los ancestros m¨¢s reconocibles son dos canciones populares del norte de Italia del siglo XIX: Fior di tomba (Flor de tumba) y La bevanda sonnifera (La bebida somn¨ªfera). De la segunda, entre otros aspectos, procede la reiteraci¨®n del ¡°ciao¡±; pero la primera, heredera de Complainte de la dame a la tour et du prisonnier, una canci¨®n francesa de 1536, en las versiones de Novara (Piamonte) y Venecia (V¨¦neto) empieza y termina exactamente como Bella ciao. En ambas composiciones, el tema central es el amor.
Seg¨²n algunos testimonios recogidos por Cesare Bermani, uno de los mayores expertos de m¨²sica popular italiana, una de las primeras versiones reivindicativas de Bella ciao se remonta a la Primera Guerra Mundial. Se trataba de una suerte de protesta contra el sistema militar despu¨¦s del fracaso de la batalla de Caporetto, concluida con una victoria de los ej¨¦rcitos austro-h¨²ngaro y alem¨¢n en 1917. De hecho, la palabra ¡°invasor¡± es sustituida por ¡°desertor¡±.
Sin embargo, las dos variantes m¨¢s importantes se difundieron en el per¨ªodo del segundo conflicto mundial. Una de ellas, aunque el texto apareciese solo en 1951, es narrada por la voz de las arroceras (mondine), las trabajadoras estacionales que cosechaban el arroz. La otra, es decir, la partisana, es probable que se cantara sorpresivamente en tres zonas de Italia distantes entre ellas: en Montefiorino (Emilia Roma?a), donde un m¨¦dico, cuyo nombre de batalla era Fiore, podr¨ªa haber escrito el texto original; en los Abruzos, donde la Brigada Maiella podr¨ªa haber entonado tambi¨¦n la versi¨®n mondina gracias a la vuelta de las mujeres locales que hab¨ªan trabajado temporalmente en el norte como arroceras; y en Alba (Piamonte), seg¨²n un testimonio recogido por Pestelli, que afirma haberla cantado en 1944 a la edad de 11 a?os. Las tres localidades vivieron una situaci¨®n de estancamiento y de aislamiento del combate. Esto explicar¨ªa, de acuerdo con la teor¨ªa de Pestelli, que se interpretase una canci¨®n que infund¨ªa alegr¨ªa y que para los ni?os de Alba serv¨ªa de contraposici¨®n con el mundo adulto.
Estas dos almas se encontraron por fin en el Festival dei due mondi, de Spoleto (Umbr¨ªa) en 1964, donde la exarrocera Giovanna Daffini present¨® el texto femenino (¡°Esta ma?ana me he levantado, al arrozal debo ir [...] y entre los insectos y los mosquitos un trabajo duro nos toca hacer¡±), seguido por el partisano. El espect¨¢culo, que llevaba el nombre de Bella ciao, se replic¨® 10 veces entre el 21 y 29 de junio y represent¨® un punto de partida para el renacimiento de la canci¨®n popular. El ¨¦xito fue tan grande que tambi¨¦n hubo intentos de apropiarse de su autor¨ªa, como en el caso de un carabinero, Rinaldo Salvatori, que sosten¨ªa haber escrito Bella ciao inspir¨¢ndose en otra composici¨®n que dedic¨® a una cantante francesa de la que se hab¨ªa enamorado.
Pero nadie ha podido resolver el misterio que envuelve este himno tan c¨¦lebre: ¡°Las diferentes utilizaciones que se han hecho de Bella ciao son porque es una canci¨®n popular. Es contra un invasor y a favor de algo que gusta a todos, la libertad¡±, afirma Pestelli. Cada a?o se escucha en un contexto diferente, como en las manifestaciones tras el atentado de Charlie Hebdo en 2015, en los estadios bajo la forma de c¨¢ntico o en series como La casa de papel. Adem¨¢s, varios artistas la han interpretado, como Manu Chao, Woody Allen o Tom Waits.
Es la consecuencia de un ¨¦xito internacional que nunca se ha acabado y que probablemente empez¨® cuando un grupo de j¨®venes de la regi¨®n de Emilia Roma?a present¨® la canci¨®n en el Festival de la Juventud de 1947 en Praga y que se confirm¨® con el disco de Yves Montand (seud¨®nimo de Ivo Livi) de 1963, un italiano de esp¨ªritu franc¨¦s que cantaba Bella ciao con el t¨ªtulo de Chant des partisans cambiando la pronunciaci¨®n original.
En las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, Bella ciao se ha convertido en un s¨ªmbolo de la izquierda comunista, sobre todo desde la perspectiva de la derecha. Matteo Salvini, l¨ªder de la Liga, y su compa?era de coalici¨®n, Giorgia Meloni, de Hermanos de Italia, han criticado a menudo su representaci¨®n. Por ejemplo, cuando algunos comisarios socialistas la entonaron en el Parlamento de la Uni¨®n Europea. Meloni escribi¨® en Twitter que el hecho era ¡°escandaloso¡±, ¡°rid¨ªculo¡± y habl¨® de ¡°Uni¨®n Sovi¨¦tica Europea¡±. Sobre esta cuesti¨®n, para Ghezzi no hay duda: ¡°Est¨¢ claro que a la derecha no le gustan los valores del antifascismo en absoluto, pero estas pol¨¦micas empezaron el d¨ªa despu¨¦s de la liberaci¨®n. Nosotros no discutimos sobre esto desde el 25 de abril de 1945¡±.
L'estaca
Pestelli encuentra muchas similitudes entre 'Bella ciao' y 'L¡¯estaca', el canto catal¨¢n antifranquista de Llu¨ªs Llach, compuesto en 1968. Fue utilizado por Solidarnosc en Polonia y traducido tambi¨¦n al occitano por el grupo musical Lou Dalfin, entre otros. ¡°Bella ciao' y 'L¡¯estaca' comparten una cierta alegr¨ªa mel¨®dica y son ambas canciones populares. Adem¨¢s, ambas tienen que ver con un elemento natural¨ªstico: por un lado, la flor; por el otro, un ¨¢rbol. Son s¨ªmbolos de una nueva vida a trav¨¦s del recuerdo¡±, explica.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.