Re¨ªmos pese a todo: en recuerdo de Marcos Mundstock
Nunca dejaremos de disfrutar de uno de los fundadores de Les Luthiers. Ten¨ªa 77 a?os, una cabeza brillante y una voz legendaria. A ¨¦l debemos algunas de nuestras mejores carcajadas
Miembro fundador de Les Luthiers (1967), Marcos Mundstock formaba con Daniel Rabinovich un d¨²o que, al actuar, guardaba una relaci¨®n con el resto del grupo similar a la de un diamante con el anillo de oro al que se engarza. Con ellos uno nunca sabe qu¨¦ admirar m¨¢s, si la calidad de su comedia, o la de su m¨²sica. Como sucede, a veces, con las grandes obras art¨ªsticas, sus creaciones son inclasificables, con lo inc¨®modo que es eso a la hora de otorgar un premio Max, un Grammy, o el Princesa de Asturias de Comunicaci¨®n y Humanidades.
No s¨¦ si la profesi¨®n de su padre (relojero) influy¨® en su precisi¨®n con el lenguaje. Debemos al te¨®rico del ¡°diptongonante¡± algunos de los m¨¢s impresionantes malabares idiom¨¢ticos, con los que hizo re¨ªr a su estimado p¨²blico (estimado en unas ochocientas personas, por lo visto). Como el mejor Quevedo, retorc¨ªa las palabras en forma y sentido, jugaba con la confusi¨®n y el equ¨ªvoco, suger¨ªa la ambig¨¹edad, dominaba el calambur y la litote. En un v¨ªdeo formidable con el que particip¨® a distancia en el Congreso Internacional de la Lengua de 2019, adem¨¢s de plantear a la RAE una serie de sugerencias sublimes para enmendar ciertas imprecisiones del castellano (como bien se?al¨® su amigo ?lex Grijelmo), presentaba palabras nuevas como cinec¨®logo, m¨¦dico de actrices de Hollywood, que pod¨ªan llegar a sufrir actritis. Aficionado a la etimolog¨ªa, nos ense?¨® que un suicida no es el que mata a un suizo, sino alguien que se quita la vida ¡°a sui mismo¡±, o que la musa de los escarabajos es la escaramusa [sic]. Pero su erudici¨®n iba m¨¢s all¨¢ del espa?ol, aunque no vamos a extendernos aqu¨ª en su dominio del ingl¨¦s, pues ¡°time is money¡±, ya saben: ¡°el tiempo es un man¨ª¡±.
Como Borges, como Maradona, como Federico Lupi, nos hizo enamorarnos de Argentina. Sus actuaciones han sido pieza clave en la educaci¨®n humor¨ªstica de innumerables espectadores que las fuimos descubriendo en cintas de casete
Su ascendencia jud¨ªa no le impidi¨® asomarse a la hagiograf¨ªa de san Ict¨ªcora de los Peces, distinguir entre los grandes adeptos al Islam (los "muy sulmanes"), y los que solo segu¨ªan en parte los preceptos de Mahoma (los "mahomenos"), o dar a conocer la secta del telepredicador Warren S¨¢nchez (secta, porque antes hab¨ªa fundado otras cinco). Sin ¨¦l, nunca habr¨ªamos sabido que la oraci¨®n se compone de sujeto y predicado porque "nunca se ha sentido mejor sujeto que cuando ha predicado".
Ha ca¨ªdo la mejor barba de la comedia de guante blanco, el bi¨®grafo de Manuel Dar¨ªo, de D. Rodrigo D¨ªaz de Carreras, de Oblongo 'Ngue, de Cantalicio Luna, de Kathy, la reina del saloon (Kathy reina, por un poquito no lo fue). Escipi¨®n, el pol¨ªtico corrupto de las himnovaciones, el inolvidable presentador de "Entreteniciencia familiar", el tipo que mejor improvis¨® jam¨¢s la vida del c¨¦lebre compositor Lajos Himrenhazy, el cual cuando naci¨® fue el menor. El pirata modisto de "Las majas del bergant¨ªn", aquella obra de marineros inspirada en la vida de un le?ador que viv¨ªa solo con su loro: la adaptaci¨®n no fue f¨¢cil.
Como Borges, como Maradona, como Federico Lupi, nos hizo enamorarnos de Argentina. Sus actuaciones han sido pieza clave en la educaci¨®n humor¨ªstica de innumerables espectadores que las fuimos descubriendo en cintas de casete, ced¨¦s, alg¨²n VHS, los car¨ªsimos DVD que intent¨¢bamos coleccionar, o, ¨²ltimamente, los v¨ªdeos subidos a la red, que acumulan millones de visitas. Dicen que un artista bueno es inimitable, pero cuando es excelente se vuelve can¨®nico, referencial y, por tanto, imitad¨ªsimo: ?cu¨¢ntas y cu¨¢ntas veces habr¨¢n sido versionadas por sus seguidores?
Cervantes se invent¨® a Don Quijote, igual que Marcos Mundstock a Johan Sebastian Mastropiero. Los dos entendieron la vida desde una mirada "l¨²dica y l¨²cida", como defendi¨® el argentino al recibir el Princesa de Asturias, desde la risa, la parodia y el cambio de perspectiva. Los dos han hecho mejor la vida de mucha gente que nunca conocer¨¢n. Los dos murieron el mismo d¨ªa, pero de distinto a?o.
Dec¨ªa Alejandro Dolina que Les Luthiers es la prueba de que para triunfar no es obligatorio ser est¨²pido. Poco reconforta tanto como encontrar un humorista cuyas bromas nacen de la lectura sutil de c¨®digos paralelos, de la elipsis, la iron¨ªa y lo impl¨ªcito. En definitiva: de la inteligencia.
Despu¨¦s de matarnos de la risa, ha muerto Marcos Mundstock, un referente y un est¨ªmulo para todos los que nos re¨ªmos en espa?ol, y lo ha hecho en plena pandemia. No sabemos si se ha ido dentro de un bajo barriltono o montado en mandocleta. Ahora que toca el ritual de revisitar algunos v¨ªdeos, nos re¨ªmos pese a todo, bajo la mascarilla.
Dani Al¨¦s es c¨®mico de ¡®stand-up¡¯ y doctor en Literatura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.