Vuelve la pantalla grande tras dos meses de ayuno: ¡°El cine y la vida tienen que continuar¡±
El autocine de D¨¦nia es el primero en abrir en Espa?a tras el estado de alarma con la proyecci¨®n de 'Parque Jur¨¢sico¡¯ y ¡®Los Minions¡¯
La primera proyecci¨®n de cine en Espa?a tuvo lugar en las fiestas de San Isidro el 14 de mayo de 1896, como recuerdan dos placas en Madrid. Un joven dandi, enviado de los hermanos Lumi¨¦re, dej¨® al p¨²blico impresionado con las im¨¢genes en movimiento de obreros saliendo de una f¨¢brica. Pronto se multiplicaron las proyecciones y las salas del arte m¨¢s popular del siglo XX. Desde entonces, no ha habido dos meses seguidos en Espa?a sin una proyecci¨®n cinematogr¨¢fica p¨²blica. ¡°Ni en la Guerra Civil tuvimos cerrados todos los cines. Siempre hab¨ªa alg¨²n pueblo, alg¨²n barrio¡¡±, se recordaba ayer desde la principal federaci¨®n espa?ola de exhibidores. Pero lleg¨® la pandemia del coronavirus y lo cambi¨® todo. Provoc¨® el cierre de m¨¢s de 2.500 pantallas en Espa?a y engord¨® el consumo de pel¨ªculas y series en casa, confinada la poblaci¨®n por el virus. Hasta que ayer se abri¨® una peque?a brecha.
Ayer, casualmente tambi¨¦n un 14 de mayo, pero 124 a?os despu¨¦s, el cine volvi¨® a ser un espect¨¢culo colectivo. Se proyect¨® una sesi¨®n doble con Los Minions (diriga por Pierre Coffin y Kyle Balda) y Parque Jur¨¢sico (Steven Spielberg), dos meses despu¨¦s de haberse decretado el estado de alarma. Fue en D¨¦nia, a pocos metros del mar y metido el p¨²blico en veh¨ªculos, porque los ¨²nicos establecimientos para ver filmes que cumplen las normas de la fase 1 son los autocines al estar al aire libre. Hay seis en funcionamiento en Espa?a, pero el de la poblaci¨®n alicantina ha sido el primero por el proceso asim¨¦trico de desescalada. Y porque los due?os de los Autocines Drive In, abierto desde hace 41 a?os, el m¨¢s antiguo de Espa?a en funcionamiento, as¨ª lo han decidido.
Carles Miralles, de 71 a?os, y su hijo, de 40, llevan toda la vida dedic¨¢ndose al s¨¦ptimo arte. ¡°Mis recuerdos siempre est¨¢n asociados al cine. Hay clientes que a¨²n me dicen que se acuerdan de mi cuando ten¨ªa cinco a?os en el autocine. Jugaba con mis amigos aqu¨ª. Es un cine familiar. Vienen hasta tres generaciones. Los que ven¨ªan en los ochenta ya son abuelos y siguen viniendo, adem¨¢s de sus hijos y de sus nietos¡±, explica Carles Miralles, que ha heredado el nombre de su padre.
Mientras habla ante una pantalla blanca de 200 metros cuadrados y una enorme parcela a¨²n vac¨ªa, no dejan de entrar gente y algunos coches. A¨²n es pronto, no ha ca¨ªdo el sol. Faltan dos horas para el inicio de la sesi¨®n, a las 21.30 horas. Son periodistas, la mayor¨ªa de televisi¨®n, atra¨ªdos por el reclamo del retorno del cine. ¡°Ha habido mucho movimiento. Mucha gente llamando¡±, explica el hijo. El padre aparca su Tibur¨®n de 1973 en mitad del cine, como un gui?o a la Nouvelle Vague francesa. ¡°S¨ª, me gusta, pero me gusta todo el cine y es verdad que me fui a estudiar a Par¨ªs y trabaj¨¦ en una productora rodando pel¨ªculas, antes de conocer a mi mujer y abrir este autocine¡±, dice Carles, padre tambi¨¦n del director Sergi Miralles. ¡°El cine y la vida tienen que continuar¡±, responde cuando se le pregunta por ser el foco de atenci¨®n medi¨¢tica.
El autocine tiene aforo para 300 coches, pero solo vendr¨¢n unos 40. Se permite un m¨¢ximo de 200 personas que han elegido la pel¨ªcula de los dinosaurios para el primer despu¨¦s del ayuno de cine. Se espera un centenar. A pesar del d¨ªa lluvioso, hay muchas ganas de volver a la normalidad aunque ir a un autocine no es una pr¨¢ctica muy habitual. Sin embargo, en el subg¨¦nero del cine dentro del cine, los llamados drive-in theater que inventaron los estadounidenses y que vivieron su ¨¦poca de esplendor tras la Segunda Guerra Mundial tienen su propio espacio, con pel¨ªculas que han marcado el imaginario colectivo como Grease y otras m¨¢s de culto, como Al rojo vivo, de Raoul Walsh, con James Cagney interpretando a un psic¨®pata con complejo de Edipo y ocult¨¢ndose de la polic¨ªa en un autocine con su pareja y su madre.
A las salas convencionales solo se podr¨¢ acceder en la fase 2 primero con un aforo del 30%. La previsi¨®n es que eso suceda y, dependiendo de cada territorio, a partir del 25 de mayo ¡°los cines tengan la posibilidad de abrir y ser¨¢ el empresario quien decida¡±, explica desde la federaci¨®n de los exhibidores.
¡°?C¨®mo no ¨ªbamos a venir?¡±
¡°?C¨®mo no ¨ªbamos a venir?, pregunta ret¨®ricamente Laura, que sujeta a un peque?o perro. Pasan las 21 horas. ¡°Es el primer de cine que abre en el Estado despu¨¦s de dos meses. A m¨ª ya me tra¨ªan mis padres. Hay muy buen rollo¡±, comenta esta joven de Pego, localidad alicantina cercana a D¨¦nia. ¡°Hay mucha tradici¨®n y adem¨¢s es dog friendly, a?ade Tom¨¢s. Ambos est¨¢n confinados sin trabajar. El sol ya ha ca¨ªdo. Los coches empiezan a desfilar. Muchas parejas dentro. Carles vuelve a desinfectar las mesas de la terraza del bar, desde donde tambi¨¦n se pueden ver las pel¨ªculas. ¡°Siempre hemos venido, pasamos el verano aqu¨ª en la playa. Nos gusta el cine pero a¨²n m¨¢s el ambiente¡±, dice Mario, que trabaja en el Carrefour, que ha aparcado cerca de la pantalla en compa?¨ªa de Ana. Los primeros espectadores se ven asaltados por c¨¢maras fotogr¨¢ficas y de televisi¨®n y micr¨®fonos. Se acercan al bar, piden alg¨²n bocata desde fuera. Llega una familia en un monovolumen. Otra espera en una mesa. Arnau, de seis a?os, quiere ver ¡°en pantalla grande Parque Jur¨¢sico porque en la tele ya la he visto¡±. Su hermana Roseer, de siete, se inclina m¨¢s por Los minions
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