¡®El abrazo¡¯ que fue s¨ªmbolo de la Transici¨®n
El cuadro que Juan Genov¨¦s pint¨® en 1976 ha servido como emblema de la reconciliaci¨®n, usado por Amnist¨ªa Internacional y como homenaje a los abogados de la calle Atocha
En la plaza de Ant¨®n Mart¨ªn, en pleno centro de Madrid, se puede ver todos los d¨ªas un sentido abrazo de un grupo de compa?eros, de amigos, casi una aut¨¦ntica familia. Vestidos con sus gabardinas, con sus pantalones ligeramente acampanados, con ese corte tan de otra ¨¦poca, estos hombres y mujeres llevan as¨ª, fusionados en su fraternal gesto, cerca de dos d¨¦cadas. Curtidos por las caricias del sol y la lluvia. Se colocaron all¨ª en 2003, cincelados en bronce e inspirados en el lienzo que en 1976 realiz¨® el reci¨¦n fallecido artista valenciano Juan Genov¨¦s. Como es habitual en el estilo del pintor, se trata de personas sin rostro, una multitud que representa, en su indefinici¨®n, a todos los individuos. Conservado por el Reina Sof¨ªa, el cuadro original en el que se basa esa escultura se traslad¨® simb¨®licamente en 2016 desde los almacenes del Museo al Congreso de los Diputados. La imagen se ha convertido a lo largo de los a?os, y con el asentamiento de la democracia en Espa?a, en emblema de los valores que quiso abanderar la Transici¨®n: la reconciliaci¨®n, la libertad, la b¨²squeda de un nuevo y m¨¢s brillante futuro.
Recordado como uno de los acontecimientos m¨¢s destacados y tr¨¢gicos de la historia reciente de Espa?a, la matanza de los abogados de la calle de Atocha, perpetrada por miembros de la extrema derecha en las ¨²ltimas horas del 24 de enero de 1977, marc¨® un hito en el devenir del tr¨¢nsito hacia la democracia en el que se encontraba inmerso el pa¨ªs. En ese despacho donde irrumpieron los pistoleros y murieron cinco personas y otras cuatro resultaron heridas, colgaba precisamente un p¨®ster de El abrazo de Genov¨¦s que, dicen, lleg¨® a salpicarse con la sangre de los asesinatos. El cuadro, que el valenciano empez¨® a pintar en 1973 en la clandestinidad, y por el que lleg¨® a pasar una semana en el calabozo, hab¨ªa sido reproducido por la Junta Democr¨¢tica como met¨¢fora para exigir la liberaci¨®n de los presos pol¨ªticos en Espa?a tras la muerte de Franco. Ese abrazo grupal tambi¨¦n fue usado durante a?os por la ONG Amnist¨ªa Internacional como imagen de sus carteles. M¨¢s tarde, partidos de la izquierda han insistido en reclamar el valor de la obra de arte como emblema de un tiempo que a¨²n sigue estando presente en la memoria colectiva.
Cuando en 2016 el lienzo fue trasladado, en calidad de pr¨¦stamo, al Congreso de los Diputados ¡ªdonde se exhibi¨® junto a bustos de los presidentes republicanos Manuel Aza?a y Niceto Alcal¨¢ Zamora y de la feminista Clara Campoamor¡ª, Genov¨¦s declar¨® que se trata de una obra que busca representar a ¡°las miles y miles de personas que luchamos para que nuestro pa¨ªs no fuera diferente; este cuadro representa la reconciliaci¨®n de los espa?oles¡±. El artista a?adi¨®: ¡°Ya no hay tanta alegr¨ªa, ya no se ve tanto entusiasmo¡±. Genov¨¦s se refer¨ªa la comparaci¨®n de la ¨¦poca de la Transici¨®n con la modernidad desbocada del siglo XXI. ¡°Fue otro tiempo. Siempre es tiempo de los abrazos, sin duda, pero no me parece que ahora la gente est¨¦ tanto por abrazarse¡±. La obra cuelga desde 2018 sobre las paredes de la sala 001.01 del Museo Reina Sof¨ªa, mientras que en el Congreso se exhibe una r¨¦plica.
Tras viajar a Estados Unidos para una exposici¨®n, el cuadro fue adquirido a finales de los a?os setenta por un coleccionista de Chicago, que accedi¨® a cambiarlo por otra pieza de Genov¨¦s al comprender el valor simb¨®lico que ten¨ªa. Tras las gestiones promovidas por Adolfo Su¨¢rez, en 1980 la galer¨ªa Marlborough, que represent¨® a Genov¨¦s hasta el final de sus d¨ªas, la vendi¨® al Estado por medio mill¨®n de pesetas. De ah¨ª pas¨® a los almacenes del entonces llamado Museo de Arte Contempor¨¢neo, luego Reina Sof¨ªa. En 2001, el sindicato CC OO propuso dedicar plazas y calles de distintos municipios de Madrid en recuerdo de los abogados asesinados. Dos a?os despu¨¦s se levant¨® la estatua inspirada en la obra de Genov¨¦s, que ¨¦l mismo adapt¨® al lenguaje escult¨®rico y que fue colocada en la plaza de Ant¨®n Mart¨ªn, a apenas unos pasos de distancia del n¨²mero 55 de la calle de Atocha. La placa que hoy reposa en el pedestal de seis metros que sujeta El abrazo fue incluida a¨²n m¨¢s recientemente, en 2017, y reproduce una conmovedora cita de Paul ?luard que apuntala el sentimiento de confraternidad que quiere transmitir la escultura: ¡°Si el eco de su voz se debilita, pereceremos¡±.
Babelia
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