La Biblioteca Nacional se da un ba?o
Un ejercicio de limpieza y desinfecci¨®n de la instituci¨®n y del Museo Arqueol¨®gico Nacional muestra los protocolos adecuados para la protecci¨®n del patrimonio ante el regreso del p¨²blico
Las estatuas siguen ah¨ª. Alfonso X el Sabio y San Isidoro permanecen sentados, uno al lado del otro, como siempre. Pero, a su alrededor, el mundo ha cambiado. Y tambi¨¦n Madrid. Tanto que esta ma?ana, bajo la mirada de las dos esculturas que presiden su entrada principal, la Biblioteca Nacional parec¨ªa prepararse para una guerra bacteriol¨®gica. Y, sin embargo, solo estaba d¨¢ndose un ba?o. En el fondo, como cualquier ciudadano: lavarse las manos nunca ha sido tan importante, tambi¨¦n para los monumentos. Cosas del coronavirus, y de la nueva normalidad.
Ante la instituci¨®n circulaban, pues, hombres y mujeres enfundados en monos blancos, muchas mascarillas ¡ªalguna incluso a lo Chern¨®bil¡ª y un par de camionetas del ej¨¦rcito. El Ministerio de Cultura y la Unidad Militar de Emergencia (UME) hab¨ªan organizado ¡°un ejercicio para mostrar los protocolos de desinfecci¨®n y protecci¨®n del patrimonio cultural¡±, seg¨²n la convocatoria del acto. ¡°Es una actividad formativa, lo que se pretende es ense?ar la metodolog¨ªa y los criterios de intervenci¨®n ante un caso como este¡±, explicaba ?ngel Luis de Sousa, coordinador del Plan Nacional de Gesti¨®n de Riesgos y Emergencias en Patrimonio Cultural.
Ante la instituci¨®n circulaban hombres y mujeres enfundados en monos blancos, muchas mascarillas ¡ªalguna incluso a lo Chern¨®bil¡ª y un par de camionetas del ej¨¦rcito
En concreto, 36 miembros de la UME y 12 restauradores participaron en la acci¨®n, repartidos en equipos mixtos, ante una treintena de asistentes. Armados con las llamadas mochilas de nebulizaci¨®n y con herramientas m¨¢s comunes como las escobas, ba?aron y limpiaron la valla que rodea la Biblioteca Nacional, as¨ª como los escalones de su entrada principal, al igual que el acceso al cercano Museo Arqueol¨®gico Nacional. Para un ojo inexperto, no distaba mucho de un com¨²n fregado de suelo.
Para aclarar las diferencias, estaba De Sousa: ¡°Ante la difusi¨®n del uso de lej¨ªa o productos derivados de la qu¨ªmica del cloro, altamente perjudiciales para el material constitutivo del patrimonio nacional, la Direcci¨®n General de Bellas Artes lanz¨® una nota de alerta. Esta acci¨®n es su secuela pr¨¢ctica. Se trata de desinfectar todas las superficies con contacto habitual con las personas, de cara a la reapertura¡±. Aunque, en realidad, la fecha de regreso a la actividad de la instituci¨®n todav¨ªa se desconoce.
Primero, los trabajadores retiraron ¡°la capa de suciedad, polvo o excrementos de aves¡±, inform¨® De Sousa. Y, luego, pasaron a la desinfecci¨®n, ¡°con etanol al 70%¡±, y la limpieza, con la f¨®rmula m¨¢s sencilla: ¡°Agua, sin ning¨²n detergente¡±. El experto insisti¨® en que no se trataba de una acci¨®n ¡°¨²nica ni definitiva¡±, sino simplemente de una suerte de lecci¨®n. Para ello tambi¨¦n est¨¢n las recomendaciones que public¨® el Instituto de Patrimonio Cultural de Espa?a. Es probable, eso s¨ª, que la escena se repita, id¨¦ntica o parecida, ante muchos museos e instituciones de Espa?a, a medida que se acerque la reapertura de sus puertas. Cu¨¢n a menudo habr¨¢ que limpiar y desinfectar lo establecer¨¢n los expertos, seg¨²n De Sousa: depender¨¢ de la afluencia de p¨²blico. Y de la evoluci¨®n del coronavirus. Como todo.
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