El contenido censurado de la correspondencia entre Mar¨ªa Antonieta y su amante sale a la luz

En 1791, la Revoluci¨®n Francesa avanzaba y Mar¨ªa Antonieta de Austria estaba ya encerrada tramando c¨®mo salir de esa. Dos a?os despu¨¦s, un 16 de octubre de 1793, le cortaron la cabeza. Durante su estancia en prisi¨®n, la reina consorte de Francia no dej¨® el papel y la tinta. Se dedic¨® en cuerpo y alma a mandar cartas a su amante, el conde sueco Hans Axel de Fersen, que le devolv¨ªa su pasi¨®n con la misma intensidad. M¨¢s de 50 cartas de esta correspondencia secreta de pocos meses est¨¢n conservadas en los Archivos Nacionales de Francia. Muchos de estos documentos, que seg¨²n Isabelle Aristide, experta en paleograf¨ªa de la instituci¨®n, ¡°son muy preciados¡±, no se pueden leer a simple vista. Unas 108 l¨ªneas del contenido epistolar est¨¢n tachadas voluntariamente mediante un trazado opaco de bucles que impide la lectura y buscaba evitar que un d¨ªa salieran a la luz.

Sin embargo, m¨¢s de dos siglos despu¨¦s, ese d¨ªa lleg¨®. Una tecnolog¨ªa no invasiva, la espectroscopia fluorescente de rayos X, ha conseguido desvelar parte de lo que yace ah¨ª debajo. El proyecto REX, financiado por la Fundaci¨®n de las Ciencias del Patrimonio de Francia (FSP) y en colaboraci¨®n con el Centro de Investigaci¨®n de la Conservaci¨®n (CRC) y el laboratorio de Din¨¢micas Patrimoniales y Culturales (DYPAC), empez¨® en 2014. Los investigadores consiguieron leer una primera carta, del 4 de enero de 1792, cuyo principal mensaje que sacaron fue el siguiente: ¡°Puedo decirle que le quiero¡±.

El equipo quiso ir m¨¢s all¨¢ y, para ello, mejor¨® su equipamiento, ya que el resto de los textos era m¨¢s complejo. Tras casi 100 d¨ªas de an¨¢lisis, pudieron cartografiar el contenido tachado de ocho misivas de las 15 censuradas disponibles. ¡°Usted que amo y adorar¨¦ toda mi vida¡± o ¡°Vivo y existo solo para quererle¡± son algunas de las frases que han aparecido.

La complejidad de la tinta

La clave fue seguir la pista de los elementos met¨¢licos como el cobre, el hierro y el cinc presentes en la tinta escondida y no en la sustancia que permiti¨® tacharla. En esa ¨¦poca la tinta utilizada estaba hecha de nueces de agalla ¡ªpar¨¢sito que se pega a las hojas de roble¡ª mezcladas con sulfato de hierro, que dan la textura y una coloraci¨®n negra o marr¨®n. Anne Michelin, una de las investigadoras del equipo del CRC, asegura que se encuentran varios obst¨¢culos a la hora de trabajar con este material tan fr¨¢gil. ¡°Si no est¨¢n bien conservadas las cartas, se puede agujerear el papel o bien los compuestos se diluyen afectando a parte del trazado. No lo podemos tener todo¡±, comenta.

En ciertos casos, la tinta que sirvi¨® para escribir tambi¨¦n se us¨® para borrar. ¡°Ah¨ª es completamente imposible distinguir¡±, explica Michelin. Esto ocurri¨® sobre todo con las cartas escritas por Fersen, principal sospechoso de suprimir dicho contenido. La otra hip¨®tesis es que fue su sobrino lejano quien no quiso salpicar m¨¢s la reputaci¨®n de su familia, pues el amante de Mar¨ªa Antonieta no estaba bien visto. ¡°Su vida termin¨® muy mal: fue asesinado por los suecos con gran brutalidad [en 1810]. Le tiraron de su caballo y le destrozaron en el suelo¡±, relata Annie Duprat, profesora em¨¦rita de la Universidad de Versailles Saint-Quentin-en-Yvelines. ¡°La ciencia es fant¨¢stica, pero quedan cosas sin resolver. ?Por qu¨¦ manos pasaron estas cartas y en qu¨¦ momento? El objeto material es esencial. No solo se tiene que ver y leer, sino tambi¨¦n analizar al estilo de una investigaci¨®n policial¡±, opina la historiadora.

Hay otro detalle relevante que puede perturbar el an¨¢lisis: ?qui¨¦n es realmente el autor de las misivas? Los amantes se mandaban muchas cartas cifradas, por lo tanto, el destinatario ¡ªo su secretario¡ª ten¨ªa que transcribirlas y, adem¨¢s, las tintas iban cambiando.

Una escritura elegante

Una vez desvelada la escritura antigua, el equipo recurri¨® a ojos expertos que supieran leerla. Isabelle Aristide, que lleva 20 a?os trabajando en los Archivos Nacionales de Francia, asegura que la caligraf¨ªa de Mar¨ªa Antonieta es f¨¢cil de interpretar y elegante. ¡°Ten¨ªa una escritura personal, las letras est¨¢n bien dibujadas. Tambi¨¦n se nota que pensaba en franc¨¦s y que su contenido est¨¢ muy reflexionado. Muestra madurez¡±, explica. Aristide reconoce que hay algunas faltas de ortograf¨ªa, pero nada en comparaci¨®n con las que hac¨ªan las otras mujeres de la nobleza. ¡°Ellas muestran una escritura infantil, mal trazada y con muchos errores¡±, precisa.

Pero, para la experta, el conde de Fersen es m¨¢s interesante: ¡°Hay muchas cosas publicadas sin explorar todav¨ªa. ?l tambi¨¦n escribe bien tanto en sus cartas como en sus borradores. Pero en su estilo y formulaci¨®n hay que indagar m¨¢s. Tiene una escritura mucho m¨¢s seria¡±. Pese a ello, su relato delata c¨®mo la emoci¨®n le sumerge. De repente, entre discursos pol¨ªticos, deja hablar su pasi¨®n. ¡°Sois el ser m¨¢s perfecto que he conocido¡±, escribe y ella contesta lo mismo. "Es curioso ver esta cristalizaci¨®n del amor en una pareja que se conoc¨ªa desde hace m¨¢s de 15 a?os¡±, opina Aristide. ¡°Ah¨ª hay algo m¨¢s¡±, a?ade.

En definitiva, esta t¨¦cnica permite completar o confirmar la historia. ¡°Damos una prueba m¨¢s de algo que hasta ahora no hab¨ªa sido accesible. Podemos cuestionar el pasado y nuestras conclusiones previas¡±, agrega Michelin. Por su parte, Aristide destaca la verdad hist¨®rica y el valor de que la cuenten directamente sus protagonistas: ¡°No aprendimos nada nuevo sobre su relaci¨®n, pero es extraordinario tener acceso a esta realidad. Quedan muchas cosas por desvelar. Tenemos evidencias ante nuestros ojos que vale la pena explorar¡±.

?D¨®nde acab¨® la correspondencia previa al encarcelamiento de la reina? Tanto Mar¨ªa Antonieta como Fersen la destruyeron para no dejar rastro.