Un notable remate

A lo largo de cuatro a?os, Fernando Gonz¨¢lez Molina, desde la direcci¨®n, y Luiso Berdejo, en la adaptaci¨®n del texto, han ido traduciendo a im¨¢genes la exitosa Trilog¨ªa del Bazt¨¢n, de la escritora donostiarra Dolores Redondo. Con profesionalidad y buen gusto, en cada entrega se han corregido peque?os errores dentro de un conjunto siempre solvente pero cada vez m¨¢s elegante, y lo han acabado alicatando sin apenas resquicios: Ofrenda a la tormenta, el cap¨ªtulo final, que la pandemia, los problemas del sector de la exhibici¨®n y el buen recibimiento en Netflix de las dos anteriores entregas han llevado a que se estrene hoy en exclusiva en la plataforma, es el mejor y m¨¢s redondeado de los tres.

En el guion, Berdejo ha ido desterrando los iniciales problemas de cadencia en las conversaciones de los polic¨ªas y sus poco coloquiales enlaces gramaticales, y aqu¨ª sus di¨¢logos solo chirr¨ªan en alg¨²n apunte f¨¢cilmente suprimible: la rid¨ªcula frase sobre el odio a las nueces de la hija de una fallecida. Y en su engranaje general este ¨²ltimo trecho de la trilog¨ªa queda completado por un s¨®lido equilibrio entre el drama interior, el de los subtextos principales (los miedos de la maternidad; el combate madres-hijas; la superstici¨®n como modo de renovaci¨®n espiritual), y la parafernalia exterior de los asesinatos: la brujer¨ªa y sus enigmas.

Una armon¨ªa en la que resulta fundamental el excelente tratamiento del paisaje por parte del director, visualmente atractivo incluso en las secuencias en los interiores de los coches, aqu¨ª reforzado por la influencia del clima, de la lluvia constante y de la nieve, algo nada f¨¢cil en materia de producci¨®n. Gonz¨¢lez Molina filma la belleza de los enclaves sin que en ning¨²n momento parezca un cat¨¢logo tur¨ªstico, siempre al servicio de las tramas y de los conflictos interiores de los personajes, y logra adem¨¢s una rara y dificil¨ªsima conjunci¨®n entre lo et¨¦reo y lo cotidiano, entre la base del ocultismo y, por ejemplo, ver a la inspectora que interpreta con enorme garra Marta Etura pelando jud¨ªas en un fregadero.

Con un poco m¨¢s de atrevimiento alrededor del poder y el control de las sectas y del dinero que mueven, podr¨ªa haberse compuesto un relato verdaderamente importante en lo pol¨ªtico. Pero quiz¨¢ no fuera esa la intenci¨®n, ni la de Redondo en las novelas ni la de los creadores de la saga cinematogr¨¢fica, sino la de entretener con un relato emocionante. Y hasta ah¨ª lo han conseguido.