Las protestas hist¨®ricas de Chile a trav¨¦s de su m¨²sica
De V¨ªctor Jara y Violeta Parra a la nueva generaci¨®n de m¨²sicos como Ana Tijoux, Yorka, o Las Tesis, pasando por Los Prisioneros, estos son los himnos del descontento de los chilenos
En 2005, el ministro chileno V¨ªctor Montiglio investigaba una operaci¨®n de la Direcci¨®n de Inteligencia Nacional (DINA) que encubri¨® la desaparici¨®n forzada de opositores de la dictadura militar. Interrog¨® al dictador Augusto Pinochet por sus implicaciones en ese operativo, uno de los tantos que hubo en los 17 a?os del r¨¦gimen (1973-1990). De ese hist¨®rico cuestionario quedaron para la posteridad casi todas las respuestas que Pinochet contest¨®: ¡°No me acuerdo¡± y ¡°No es cierto¡±. Un a?o despu¨¦s, ...
En 2005, el ministro chileno V¨ªctor Montiglio investigaba una operaci¨®n de la Direcci¨®n de Inteligencia Nacional (DINA) que encubri¨® la desaparici¨®n forzada de opositores de la dictadura militar. Interrog¨® al dictador Augusto Pinochet por sus implicaciones en ese operativo, uno de los tantos que hubo en los 17 a?os del r¨¦gimen (1973-1990). De ese hist¨®rico cuestionario quedaron para la posteridad casi todas las respuestas que Pinochet contest¨®: ¡°No me acuerdo¡± y ¡°No es cierto¡±. Un a?o despu¨¦s, el grupo Los Tres convirti¨® las declaraciones en el coro de su canci¨®n No es cierto, del sexto disco de la banda titulado H¨¢galo usted mismo, cuya letra, citando las palabras exactamente como las dijo el general, dice as¨ª: ¡°Dios perdonar¨¢ si me exced¨ª, pero no creo. Todos los problemas que caus¨¦ se los dedico al cielo. No me acuerdo, pero no es cierto y si es cierto no me acuerdo¡±.
La historia reciente de Chile no puede contarse sin los movimientos sociales que surgieron desde el golpe de Estado, en 1973, y la m¨²sica que estos originaron. Los Tres son parte de una larga lista de grupos y artistas de distintas generaciones que han usado todos los g¨¦neros musicales para mostrar parte de la realidad que viven. Y tampoco se puede contar ni cantar la historia chilena sin mencionar a Violeta Parra y a V¨ªctor Jara, que con sus canciones previas a 1973 sentaron un precedente para toda esa m¨²sica que emergi¨® primero t¨ªmidamente y luego como una explosi¨®n despu¨¦s de la dictadura.
Para el periodista chileno Manuel Maira, especializado en m¨²sica y autor de tres t¨ªtulos sobre el tema, antes de la dictadura Chile hab¨ªa conformado un movimiento en la m¨²sica con un discurso social potente, liderado por Jara, Parra o el grupo Quilapay¨²n. Pero identifica un vac¨ªo en los a?os posteriores. ¡°Con el golpe de Estado hubo un corte duro de todo eso y un apag¨®n cultural enorme¡±, dice. Coincide Javiera Tapia, periodista musical y fundadora del sitio esmifiestamag.com, de periodismo y feminismo. Seg¨²n ella, ¡°esas canciones est¨¢n en la memoria de la gente como canci¨®n pol¨ªtica y se han transformado en himnos, la gente las ha transformado en eso¡±.
Maira, autor de una de las biograf¨ªas sobre Jorge Gonz¨¢lez, el vocalista y l¨ªder de Los Prisioneros, relata que tras la dictadura las oportunidades para los artistas de decir ¡°m¨¢s cosas¡± se abr¨ªan como promesas: ¡°De pronto aparecieron Los Prisioneros, con la figura de Jorge Gonz¨¢lez, un tipo de clase media que era muy distinto al prototipo del chileno, un tipo frontal que incomodaba, que le preguntaban algo y dec¨ªa exactamente lo que pensaba. En esos a?os ya est¨¢bamos m¨¢s cerca de alcanzar la democracia¡±, cuenta.
En 1986, Los Prisioneros estrenaron una canci¨®n que es, hasta ahora, uno de esos himnos que se siguen cantando no solo en Chile sino en latitudes tan distantes y al mismo tiempo tan parecidas como Colombia, M¨¦xico o Per¨². El baile de los que sobran, escrita por Jorge Gonz¨¢lez, ha sido nuevamente un s¨ªmbolo en las manifestaciones que se resisten a morir incluso ahora, 34 a?os despu¨¦s de ser escrita, y a casi un a?o de lo que los chilenos denominan ¡°el estallido social¡± de octubre de 2019. Cuando el alza a la tarifa del metro desat¨® un descontento acumulado por d¨¦cadas y propici¨® las manifestaciones m¨¢s violentas y multitudinarias desde el regreso a la democracia, en 1990 (¡±?nanse al baile, de los que sobran. Nadie nos va a echar de m¨¢s. Nadie nos quiso ayudar de verdad¡±).
La periodista e investigadora en m¨²sica popular chilena Marisol Garc¨ªa identifica que la canci¨®n chilena ha estado marcada innegablemente por la conciencia de los conflictos alrededor de quienes crean m¨²sica, y en las denuncias que est¨¢n dispuestos a hacer a trav¨¦s de la poes¨ªa popular, de fuerte arraigo en el campo y las ciudades. Dice Garc¨ªa: ¡°Chile tiene alta calidad en su canci¨®n social, tal como otros pa¨ªses la tienen en g¨¦neros musicales asociados a lo rom¨¢ntico, el baile o la fusi¨®n. No puede ser casualidad que en menos de tres d¨¦cadas tengamos a Violeta Parra, V¨ªctor Jara, Patricio Manns, Jorge Gonz¨¢lez y tantos otros nombres de atenci¨®n internacional¡±.
Las nuevas generaciones de m¨²sicos siguen reivindicando la herencia musical de sus antecesores. En 2011, el gran a?o de la explosi¨®n estudiantil en Chile, la canci¨®n Shock, de la compositora y rapera Ana Tijoux, inund¨® junto con aquellas masivas protestas las calles de todo el pa¨ªs. La demanda era la defensa de la educaci¨®n p¨²blica y gratuita, con una letra combativa y un v¨ªdeo grabado en los d¨ªas m¨¢s convulsos de las movilizaciones en Santiago, la canci¨®n retrataba tambi¨¦n la protesta milenaria de los mapuches, el pueblo ind¨ªgena asentado en el sur de Chile, que exig¨ªan el respeto a su territorio y a su dignidad.
Otros nombres importantes en la reivindicaci¨®n social a trav¨¦s de las canciones han sido los de m¨²sicos tan j¨®venes como el cantante de trap Pablo Chill-E, de 19 a?os, con su canci¨®n de 2018 Facts, una cr¨ªtica al poder en Chile; o la bailable pero impactante No, del compositor y productor Nicolas Jaar, que revive con un fondo electr¨®nico los sentimientos de la sociedad chilena que aunque hab¨ªa votado ¡°No¡± a la continuaci¨®n de la dictadura militar de Pinochet en 1989, viv¨ªa sumergida en una realidad militarizada y llena de miedo: ¡°Ya dijimos no. Pero el s¨ª est¨¢ en todo. Lo de adentro y lo de afuera. Lo de lejos y de cerca...¡±.
Yorka, el d¨²o de las hermanas Yorka y Daniela Pastenes, de 29 y 25 a?os, tambi¨¦n es un ejemplo de c¨®mo confluye toda esa tradici¨®n musical. En 2019, tras el estallido social, escribieron La canci¨®n es protesta, de su tercer disco Humo. Es un trabajo que refleja el momento hist¨®rico de Chile, pero tambi¨¦n su evoluci¨®n personal y profesional. ¡°Creo que la m¨²sica chilena naci¨® contingente. Siento que nuestros primeros cantos ya hablan de la desigualdad¡±, cuenta Yorka Pastenes.
Ambas hermanas, que son tambi¨¦n profesoras de m¨²sica y que nacieron y desarrollan toda su actividad en San Bernardo, en la periferia de Santiago, la capital, aseguran que antes de Violeta Parra la m¨²sica chilena no ten¨ªa una identidad. ¡°Estos artistas referentes para nosotras no tuvieron finales felices. Y ninguno de esos artistas vivi¨® el ¨¦xito que tuvieron. Creo que Violeta muri¨® sin saber lo que fue y eso me aterra. Y creo que V¨ªctor Jara... ni siquiera me puedo llegar a imaginar lo que estuvo viviendo torturado por este pa¨ªs de mierda. Chile es un pa¨ªs que naci¨® a partir de la muerte y del genocidio. Ojal¨¢ pudi¨¦ramos cantar de otras cosas¡±.
'Un violador en tu camino', la revoluci¨®n feminista desde Chile
Y si hay algo que podr¨ªa considerarse ya un himno de esta ¨²ltima revuelta chilena, no solo por el estallido social y el descontento sino por la aparici¨®n in¨¦dita de la figura femenina y sus demandas, es 'Un violador en tu camino', del colectivo Las tesis, la representaci¨®n p¨²blica de mujeres que habla sobre la violencia de g¨¦nero, y que ha sonado m¨¢s all¨¢ de Chile e incluso de la combativa Am¨¦rica Latina.