El poderoso misterio de Bill Brandt, maestro del cuarto oscuro
La Fundaci¨®n Mapfre inaugura en Barcelona su centro dedicado a la imagen con la primera exposici¨®n en Espa?a del fot¨®grafo influido por el psicoan¨¢lisis y el surrealismo
Hermann Wilhelm Brandt (Hamburgo, 1904-Londres,1983) naci¨® en Alemania en el seno de una rica familia de origen ruso. Pero tras haber vivido en Viena y Par¨ªs, e instalarse en Londres en 1934, trat¨® de borrar sus or¨ªgenes, por su animadversi¨®n a todo lo que fuera alem¨¢n tras el ascenso del nazismo, anglicanizando su nombre a Bill y borrando sus primeros 30 a?os de vida. Tanto es as¨ª que en su biograf¨ªa aparece como brit¨¢nico nacido en Londres y pasar¨ªa por ser, por su aspecto aristocr¨¢tico, asiduo espectador de Ascot, las carreras de caballos que tanto le gustaba fotografiar. As¨ª que Brandt est¨¢ considerado como uno de los ¡°fot¨®grafos brit¨¢nicos¡± m¨¢s influyentes del siglo XX. Esta ocultaci¨®n y el misterio en torno a sus or¨ªgenes tambi¨¦n acab¨® calando en sus fotograf¨ªas.
¡°Sus im¨¢genes parecen encontrarse en el l¨ªmite, causan atracci¨®n y rechazo de la vez¡±, explica Ram¨®n Esparza, comisario de la muestra con la que se inaugura el KBr, el nuevo espacio que la Fundaci¨®n Mapfre abre en Barcelona dedicado a la fotograf¨ªa. El nuevo centro se abre adem¨¢s con una segunda exposici¨®n dedicada a Paul Strand a partir de los fondos de la propia entidad.
En la excepcional exposici¨®n de Brandt pueden verse 186 fotograf¨ªas reveladas por ¨¦l mismo a lo largo de cinco d¨¦cadas. Las im¨¢genes engloban desde el reportaje social, hasta el retrato, pasando por el desnudo y el paisaje. Y en casi todas, sean del g¨¦nero que sean, hay una fuerte carga po¨¦tica, un halo de extra?eza y de misterio. ¡°Bill Brandt fue un hombre que amaba los secretos y los necesitaba¡±, arrancaba Pau Delany en 2004 en la biograf¨ªa que realiz¨® del artista. La exposici¨®n muestra tambi¨¦n publicaciones, algunas de sus c¨¢maras y documentaci¨®n, como la entrevista que ofreci¨® en 1983, poco antes de morir a la BBC brit¨¢nica.
El valor de estas copias vintage es m¨¢ximo si tenemos en cuenta que Brandt escribi¨® en uno de sus libros, Camera in London, de 1948: ¡°Considero esencial que el fot¨®grafo haga sus propias copias y ampliaciones. El efecto final de la imagen depende en gran medida de esas operaciones, y solo el fot¨®grafo sabe lo que pretende¡±.
La exposici¨®n arranca con sus primeros trabajos en Viena y Par¨ªs, donde trabaj¨® (gracias al poeta Ezra Pound) como asistente del fot¨®grafo y artista Man Ray. Aquello fue el detonante que le llev¨® a relacionarse con el ambiente surrealista, una corriente que impregn¨® a partir de entonces, y para siempre, su obra. La otra vertiente que marc¨® su trabajo fue el incipiente fotoperiodismo que evolucionaba en manos de j¨®venes emigrantes como Andr¨¦ Kert¨¦sz.
Tambi¨¦n le influy¨® Brassa? al que Brandt sigui¨® con su A Night in London, un trabajo que parec¨ªa continuar Paris la Nuit, que el franc¨¦s hab¨ªa sacado seis a?os antes, y que le descubri¨® el mundo del arte y las fotograf¨ªas de Eug¨¨ne Atget y las pel¨ªculas surrealistas. Seg¨²n Brandt, esa corriente ¡°era lo que mejor nutr¨ªa la invenci¨®n fotogr¨¢fica¡±.
Emocionado con estas posibilidades, Brandt se estableci¨® en Londres en 1931. Se convirti¨® en el gran documentalista y poeta de la vida cultural y social. Trabaj¨® para revistas como Weekly Illustrated, Lilliput y Picture Post y produjo libros de referencia: The English at Home (1936), A Night in London (1938), Camera in London (1948), Literary Britain (1951). En ellos plasm¨® lo que, por entonces, m¨¢s le preocupaba: los contrastes sociales, las brillantes superficies de una ciudad rica e imperial, comparadas con el humilde East End. Excelentes son sus juegos de contrastes que hac¨ªa juntando im¨¢genes de esos dos mundos contrapuestos comparando la higiene, la diversi¨®n y la comida de unos y de otros.
Tuvo que llegar la Segunda Guerra Mundial y el Blitz para que Brandt realizara dos de sus series m¨¢s conocidas, encargo del ministerio del Interior brit¨¢nico. Una, est¨¢ centrada en los londinenses que se refugiaban en los t¨²neles del metro durante los bombardeos nocturnos, mientras la otra muestra la ciudad en superficie fantasmal, desierta y sin luces para evitar las bombas.
La guerra hace tabla rasa de la diferencia de clase, algo en lo que Brandt se hab¨ªa enfocado hasta ese momento. Todo aquello qued¨® relegado y se centr¨® en retratar los efectos de la guerra en la poblaci¨®n civil. Esas im¨¢genes coincid¨ªan con las ilustraciones realizadas por Henry Moore (reunidas en la obra Shelter-Sketch-Book) y que fueron reproducidas juntas en varias publicaciones.
La exposici¨®n dedica uno de sus apartados a los m¨¢s de 400 retratos que realiz¨®, muchos de ellos publicados en revistas como Picture Post y Harper¡¯s Bazaar, a partir de 1943. Son unos retratos en los que Brandt busca el subconsciente de las personas, como escribi¨®: ¡°Un retrato no debe ser solo una imagen, sino un or¨¢culo que uno interroga [¡] El fot¨®grafo tiene que esperar hasta que en la expresi¨®n del retratado ocurra algo intermedio entre el sue?o y la acci¨®n¡±.
Ante su objetivo posaron, sobre todo, artistas y escritores, pero tambi¨¦n pol¨ªticos y hombres de negocios, siempre rodeados de objetos y escenarios que los defin¨ªan. En los ¨²ltimos a?os se centr¨® en los ojos de artistas, como los de Henry Moore, Georges Braque y Antoni T¨¤pies, retratos que en la exposici¨®n se pueden ver juntos creando una escena impactante.
Y del retrato la muestra pasa al paisaje, completando as¨ª los g¨¦neros art¨ªsticos tradicionales. En las fotos de exterior predominan las ¡°atm¨®sferas¡±, con las que Brandt buscaba una respuesta emocional. ¡°No quiere solo representar un lugar, sino captar su esp¨ªritu¡±, dec¨ªa. Lo consigue con series como Halifax, de 1937, o en R¨ªo Cuckmere, de 1963, donde los paisajes denotan una gran carga po¨¦tica y est¨¦tica.
Pero no tanto como sus desnudos. Con una c¨¢mara Kodak de gran angular, la misma que usaba la polic¨ªa para captar los escenarios del crimen, consigue que los espacios que rodean los primeros planos de partes del cuerpo femenino se conviertan en lugares on¨ªricos llenos de misterio en los que piernas, brazos, rodillas, espaldas o gl¨²teos crean formas abstractas. Un trabajo que no todos sus contempor¨¢neos entendieron, pero que acab¨® publicado en Perspectiva de Desnudos (1961).
Brandt se pod¨ªa pasar horas en el laboratorio trabajando la copia final. Manejaba el cuarto oscuro a la perfecci¨®n porque en su periodo de formaci¨®n aprendi¨® toda una gama de t¨¦cnicas artesanales: del aumento a la ampliaci¨®n, el uso de pinceles, raspadores y otros ¨²tiles. Sus retoques acercaban sus fotograf¨ªas al concepto freudiano de lo siniestro, lo unheimlich. Esparza lo muestra en la exposici¨®n comparando las im¨¢genes originales con las copias finales, en las que se pueden ver las pinceladas de la aguada negra que ensombrecen paisajes y crean cielos tormentosos y escenas de interior.
La muestra, que forma parte de la selecci¨®n oficial de PhotoESPA?A 2020, viajar¨¢ luego a la Kunstfoyer Versicherungskammer Kulturstiftung de M¨²nich, a la Sala Recoletos de Fundaci¨®n MAPFRE en Madrid y en el FOAM de ?msterdam.
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