La Biblioteca Nacional regala sus joyas bibliogr¨¢ficas
La instituci¨®n dejar¨¢ de cobrar por el uso de m¨¢s de 30 millones de p¨¢ginas, renunciando a unos ingresos de 40.000 euros, ¡°para apoyar al sector y a las industrias culturales"
En unos d¨ªas la Biblioteca Nacional de Espa?a (BNE) dejar¨¢ de cobrar por la reproducci¨®n de sus documentos digitalizados y por el permiso para uso comercial de los mismos. Las joyas del patrimonio bibliogr¨¢fico ser¨¢n liberadas de todo coste, ¡°para apoyar al sector cultural y al negocio de las industrias culturales como forma de creaci¨®n de riqueza¡±, indica Ana Santos, directora de la instituci¨®n. Con este movimiento, cuya pretensi¨®n es apoyar a las empresas para salvar la situaci¨®n de crisis, quedar¨¢n libres de todo coste m¨¢s de 220.000 t¨ªtulos y 30 millones de p¨¢ginas digitalizadas y servidas en la Biblioteca Digital Hisp¨¢nica y la Hemeroteca Digital.
Hasta el momento s¨®lo los investigadores estaban exentos del pago de cualquier permiso. Ahora, el uso comercial de los documentos no ser¨¢ gravado y si una editorial quiere, por ejemplo, reproducir y vender una versi¨®n facs¨ªmil de los dos excepcionales c¨®dices de Leonardo da Vinci, podr¨¢ hacerlo sin tener que pagar nada por ello. El coste p¨²blico comercial de estas dos obras, con sus anotaciones manuscritas y dibujos del Tratado de est¨¢tica y mec¨¢nica y del Tratado de fortificaci¨®n y geometr¨ªa, es en estos momentos de 6.020 euros y 5.903 euros, respectivamente, indican desde la BNE.
Cada a?o la instituci¨®n ingresaba por estos servicios algo m¨¢s de 40.000 euros. Por comparar, el Museo del Prado, con una f¨¦rrea pol¨ªtica de copyright, inform¨® en sus cuentas de 2018 de unos ingresos de 3.755 euros (aunque ten¨ªa previsto que fueran 10.000 euros), por la venta de derechos de reproducci¨®n. El ejemplar de la primera edici¨®n de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, estar¨¢ tambi¨¦n disponible para el uso comercial que se le quiera dar. Y el Beato de Li¨¦bana, c¨®dice escrito por Facundo en 1047 para los reyes Fernando I y Sancha de Castilla y Le¨®n, los mapas de Ptolomeo, las Cantigas de Santa Mar¨ªa, Commedia, de Dante Alighieri, o el manuscrito aut¨®grafo de La dama boba, de Lope de Vega.
¡°Es un debate que ten¨ªamos en la BNE desde hac¨ªa a?os: cobrar por un patrimonio p¨²blico era una contradicci¨®n, aunque sirva para financiar una parte de los costes de la digitalizaci¨®n. Es una decisi¨®n que produce v¨¦rtigo, pero el contexto de crisis ha acelerado la propuesta a la Comisi¨®n Permanente, que ha aprobado esta medida excepcional¡±, explica Luis Bueren G¨®mez-Acebo, director t¨¦cnico de la BNE. La excepci¨®n del cobro de derechos se ha firmado sin fecha de caducidad, pero no es un cierre definitivo. La medida, que se ha fundamentado como un principio de solidaridad, queda abierta a la pol¨ªtica de futuros directores que lleguen a la casa.
Licencias en abierto
La ¨²nica condici¨®n para utilizar estos recursos es citar la fuente de donde proceden. La licencia que empezar¨¢ a operar es conocida como Creative Commons By (CC By) y es una recomendaci¨®n que se hace desde Europeana, la biblioteca digital de referencia, que agrega los contenidos libres de unos 2.300 centros culturales de los 27 miembros de la Uni¨®n Europea. Las obras que se liberan son de dominio p¨²blico, es decir, aquellas que han cumplido 80 a?os despu¨¦s del fallecimiento de su autor. ¡°Las licencias Creative Commons son una excelente manera de hacer que las colecciones p¨²blicas de las instituciones del patrimonio cultural est¨¦n disponibles para una audiencia m¨¢s amplia. Estamos muy contentos de ver su aceptaci¨®n masiva en los ¨²ltimos a?os¡±, se?alan desde Europeana.
¡°Este paso que damos ahora en la BNE la culminaci¨®n de la reutilizaci¨®n de nuestras colecciones, que no son nuestras, sino de todos los espa?oles. Quiz¨¢ sea una contribuci¨®n modesta, pero muy simb¨®lica. Nos gusta llamarlo ¡®reapropiaci¨®n¡¯ del patrimonio y que el ciudadano lo sienta como suyo¡±, apunta Luis Bueren. Las colecciones que se liberan son fruto de una pol¨ªtica de digitalizaci¨®n que se inici¨® con el patrocinio, en 2008, de Telef¨®nica, que aport¨® 10 millones de euros, y que continu¨® Red.es, en 2015, con una inversi¨®n de cinco millones de euros.
Es un paso decisivo en el desplazamiento de la instituci¨®n hacia lo digital, que durante la crisis sanitaria se ha afianzado. Seg¨²n los datos de la BNE, el n¨²mero de usuarios se duplic¨® y alcanz¨® los 10.000 diarios. El n¨²mero de p¨¢ginas consultadas tambi¨¦n creci¨® de una manera similar, rozando las 30.000 semanales, adem¨¢s de los libros, las cartas, los mapas, los discos de pizarra, grabaciones o las fotograf¨ªas. El a?o pasado se consultaron en sala cerca de 200.000 ejemplares y un centenar de investigadores accedieron cada d¨ªa. ¡°Estamos pr¨®ximos a los 10 millones de documentos digitales consultados al a?o. Es una escala incomparable con el estudio en el centro¡±, apunta Bueren, que cuenta con un equipo de ocho personas digitalizando y liberando contenido. El resto del equipo es externo.
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