Sal para Johann Sebastian Bach
La pasi¨®n por el m¨²sico barroco del violinista Emilio Moreno
¡°Mi padre, m¨²sico, muri¨® cuando yo ten¨ªa ocho a?os y me dej¨® en herencia el amor a Bach¡ Ahora tengo 66, estoy al frente de la Real C¨¢mara y El Concierto Espa?ol y solista de la Orquesta del siglo 18 de ?msterdam y del Bach Collegium Japan, en Tokio¡¡±. ?Qu¨¦ le atrap¨® de Bach? ¡°Me parece que fue Cioran quien dijo que la esencia de Dios se entiende a partir de Bach, un iluminado, un visionario. Se defin¨ªa a s¨ª mismo como un artesano. Como Miguel ?ngel, que dec¨ªa cuando le hablaban de la perfecci¨®n de su escultura: ¡®Simplemente he quitado lo innecesario de la piedra¡¯. Es la modestia que me gusta de Bach¡ Era un compositor espiritual y radicalmente humano, le gustaba comer y beber. Un vecino normal que quiere pasar desapercibido. No nos parece extra?o o lunar. Mira que me pas¨®: iba con mi esposa y mi hija por Leipzig, mi primera visita a la tumba de Bach. Una nave intensamente fr¨ªa, se congelaba el aliento, llevamos unas flores. Alguien ensayaba en el ¨®rgano. Tres o cuatro notas para calentar las teclas¡ ?De vuelta a Barcelona escuch¨¦ en la radio una pieza de ¨®rgano que era precisamente esa! Fue como si Bach me dijera: ¡®Est¨²diame m¨¢s a fondo, he aqu¨ª los materiales¡¯. Poco antes hab¨ªa tenido un sue?o: cenaba con mucha gente, y Bach estaba al fondo, yo esperaba que ¨¦l hablara. De repente me mira y yo me asusto, qu¨¦ me ir¨¢ a decir a m¨ª, una m¨ªsera hormiga, y fue esto lo que me dijo: 'Se?or Moreno, ?me puede usted pasar la sal, por favor¡±. En la realidad su m¨²sica es as¨ª de humana. ¡°Esperas que te resuelva todos los arcanos y simplemente te pide la sal. Me acuerdo de su cara, muy serio, sus ojos negros grandes y tranquilos, su voz pidi¨¦ndome que le pase la sal¡ Me pareci¨® que era otro mensaje: es sublime, pero tambi¨¦n es humano, toma sal cuando come¡±.
Usted vive, dice, en ¡°el pa¨ªs menos bachiano del mundo¡±. ¡°Si fuera alem¨¢n o me hubiera educado en una sociedad luterana comprender¨ªa esta fascinaci¨®n. Ellos pueden entender mejor a Bach por la conexi¨®n entre la espiritualidad luterana del compositor y la liturgia, y siempre me ha extra?ado que yo, un latino mediterr¨¢neo, tenga esta atracci¨®n en un pa¨ªs tan cat¨®lico¡¡±. ?Qu¨¦ le habr¨ªa aportado el conocimiento de Bach a la forma de ser de este pa¨ªs? ¡°Acaso hubiera tenido un efecto lenitivo: ?que la m¨²sica apacig¨¹e las fieras!, que nos permita conocer mejor el universo¡ Pero los nazis lo escuchaban, y aun as¨ª no se sintieron conmovidos al mandar a cientos de miles a los campos de concentraci¨®n. Naturalmente, es un consuelo escuchar m¨²sica cuando tienes incertidumbre o inquietud, pero la m¨²sica no te va a quitar el dolor¡±. ?Qu¨¦ m¨²sica de Bach nos ayudar¨ªa a sentir que todo esto tambi¨¦n pasar¨¢? ¡°La de Bach o la de cualquier buen compositor, siempre que la escuches en silencio¡±. Una joven estudiante le agradeci¨® en Twitter que desde su casa lo escuchara a usted tocando a Bach. Eso la calmaba y le permit¨ªa concentrarse para estudiar. Usted explic¨® en la red que lo hac¨ªa para ensayar. ¡°Intento ser cuidadoso, no quiero molestar con mis ensayos. Pero esta reacci¨®n me produjo una alegr¨ªa inmensa¡±.
En el confinamiento ha profundizado en el Bach de sus sue?os y ha escuchado las aves del parque. ¡°?57 especies expresando hambre, agresividad o deseo! Estos cantos preciosos suelen ser voces de alarma¡±.
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