Lenny Kravitz, la estrella de rock que se encontr¨® en la escritura
El m¨²sico defiende la tolerancia pol¨ªtica y confiesa que la redacci¨®n de sus memorias, que acaba de publicar en Espa?a, le ayud¨® a cerrar viejas heridas familiares
Lenny Kravitz (Nueva York, 56 a?os) repite a menudo la palabra ¡°complicado¡±. Los ¨²ltimos nueve meses han sido ¡°complicados¡±, dice. Escribir un libro de memorias fue ¡°complicado¡±. Lo que ocurre en Estados Unidos hoy es tambi¨¦n ¡°complicado¡±. Tratar de encontrar una voz, siendo como dice ¡°profundamente bipolar¡± ¡ª¡°A la vez blanco y negro, jud¨ªo y cristiano, de Manhattan y de Brooklyn¡±¡ª, fue quiz¨¢ lo m¨¢s ¡°complicado¡± de todo. En parte, porque lo hizo en una ¨¦poca (los noventa) en la que la industria de la m¨²sica hab¨ªa llegado a ser millonaria: ¡°Met¨ªa a los artistas en cajas que luego etiquetaba y y...
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Lenny Kravitz (Nueva York, 56 a?os) repite a menudo la palabra ¡°complicado¡±. Los ¨²ltimos nueve meses han sido ¡°complicados¡±, dice. Escribir un libro de memorias fue ¡°complicado¡±. Lo que ocurre en Estados Unidos hoy es tambi¨¦n ¡°complicado¡±. Tratar de encontrar una voz, siendo como dice ¡°profundamente bipolar¡± ¡ª¡°A la vez blanco y negro, jud¨ªo y cristiano, de Manhattan y de Brooklyn¡±¡ª, fue quiz¨¢ lo m¨¢s ¡°complicado¡± de todo. En parte, porque lo hizo en una ¨¦poca (los noventa) en la que la industria de la m¨²sica hab¨ªa llegado a ser millonaria: ¡°Met¨ªa a los artistas en cajas que luego etiquetaba y yo no parec¨ªa encajar en ninguna¡±, afirma.
Son las diez de la ma?ana en las Bahamas, el lugar en el que el m¨²sico ha pasado los ¨²ltimos nueve meses. De estas islas del Caribe era su abuelo materno y las visitaba a menudo de ni?o. Su madre, Roxie Roker, la famosa actriz de Los Jefferson, sitcom sobre una familia afroamericana que se mudaba a Manhattan, se pudo permitir muy pronto todo tipo de dispendios: incluida una mudanza a Beverly Hills. Algo que no sent¨® nada bien a su padre, un autoritario periodista que trabaj¨® para el informativo de la NBC en el Rockefeller Center. El matrimonio estall¨®, pero para entonces Kravitz ya hab¨ªa descubierto a los Jackson Five, a James Brown, a Earth, Wind & Fire, y a Prince y David Bowie. ¡°Me fui de casa pronto, quer¨ªa encontrar lo que buscaba¡±, dice.
Suena relajado al tel¨¦fono. ?Qu¨¦ buscaba en la m¨²sica? ¡°Mi propio sonido. Desde los cinco a?os hab¨ªa querido ser m¨²sico. No ser una estrella, sino m¨²sico. Y sab¨ªa que necesitaba conocer a todo tipo de m¨²sicos, visitar estudios de grabaci¨®n, tocar con cuanta m¨¢s gente mejor, para encontrar lo que buscaba¡±, contesta. Poner en orden su vida en sus memorias, tituladas como su primer disco, Que rule el amor (Libros del Kultrum), se ha parecido un poco a eso. ¡°Tard¨¦ un tiempo en encontrar mi voz para contar lo que quer¨ªa contar y en el fondo he acabado escribiendo un libro sobre alguien que intenta descubrir qui¨¦n es¡±, admite. Le ha echado una mano David Ritz, autor de numerosas biograf¨ªas de m¨²sicos, entre ellos, la de Marvin Gaye.
¡°Nunca hab¨ªa pensado en contar mi vida. Pero David me convenci¨®. Fuimos a cenar en Nueva York y me lanz¨® la idea. Y la verdad es que me alegro de que lo hiciera. Ha sido terap¨¦utico¡±, confiesa. ¡°Jam¨¢s pens¨¦ que la escritura pod¨ªa llegar a sanar, pero lo ha hecho. Me ha permitido cerrar heridas¡±. La principal, la de la tormentosa relaci¨®n con su padre. Pese a quererle con locura ¡ªfue ¨¦l quien le llev¨® por sorpresa cuando era un ni?o a un concierto de los Jackson Five, su banda favorita entonces¡ª nunca acab¨® de entenderle ni aceptarle. ¡°Y yo tampoco a ¨¦l¡±, dice. ¡°Ahora, al convertirlo en personaje, he podido verle desde fuera, como un hombre que hizo lo que pudo¡±.
Su padre se equivoc¨®, dice, pero ¡°no habr¨ªa sabido c¨®mo no hacerlo¡±. Era un hombre ¡°complicado¡±. Por eso asegura haberle perdonado. ¡°He hecho las paces con ¨¦l. Y en cierto sentido me siento liberado¡±, a?ade. La relaci¨®n con su progenitor es lo m¨¢s espinoso de esta primera entrega de sus memorias que acaba justo en el momento en que publica su primer ¨¢lbum, en 1989. Repasa su infancia de hijo ¨²nico y afortunado, su adolescencia m¨¢s o menos rebelde y su fijaci¨®n por la m¨²sica; hasta su intento de convertirse en una figura tot¨¦mica como lo eran Madonna o Prince. Eligi¨® el nombre de Romeo, se compr¨® unas lentillas azules y se a?adi¨® el apellido de Blue para ser Romeo Blue. ¡°Por entonces parec¨ªa lo m¨¢s obvio, pero me convert¨ª en alguien que no era yo, no me gust¨® nada¡±, admite.
Olvido medi¨¢tico
Hoy, con 11 discos publicados, ya ha superado incluso la breve indefinici¨®n del efecto de la d¨¦cada de los noventa. Kravitz brill¨® en la ¨¦poca de los videoclips y luego cay¨® en un fruct¨ªfero olvido medi¨¢tico que supo explotar como m¨²sico profundizando en un sonido que a¨²n bebe por igual del rock, el funk, el soul y el reggae. Con el paso del tiempo se ha vuelto m¨¢s barroco y complejo, como demuestra en sus dos ¨²ltimos discos, Strut (2014) y Raise Vibration (2018), en los que pr¨¢cticamente toca todo lo que se escucha. Dem¨®crata ¡ªapoy¨® la candidatura de Hilary Clinton, y se alegr¨® sobremanera de la victoria de Joe Biden y Kamala Harris¡ª, cree que la Am¨¦rica de Trump ¡°siempre ha estado y estar¨¢ ah¨ª¡±. ¡°El mundo parec¨ªa m¨¢s bonito cuando era ni?o, pero tampoco lo era en realidad¡±.
¡°El problema va m¨¢s all¨¢ del Black Lives Matter, la humanidad debe aprender a tolerar incluso al que opina diferente. Tenemos que aceptar nuestras diferencias y tratarnos con respeto, seamos de donde seamos y pensemos lo que pensemos. Y no hay lugar para la brutalidad policial, por supuesto. Es terror¨ªfico, una tragedia¡±, asegura. No, no habla en el libro de Lisa Bonet ¡ªla madre de su hija, la actriz Zo? Kravitz¡ª, pero s¨ª la menciona. Supo que iba a casarse con ella al ver su foto en una revista, cuando era actriz en una sitcom, The Crosby Show, como lo hab¨ªa sido su madre. Tampoco habla de nadie ahora. ¡°Estoy solo aqu¨ª en las Bahamas, y estoy bien, rodeado de naturaleza. No puedo quejarme. Aunque son tiempos complicados¡±.
Tres discos imprescindibles
'Let Love Rule' (1989). Su primer ¨¢lbum result¨® incontestable. La industria buscaba un ¨ªdolo rock capaz de llenar pabellones y este era Lenny Kravitz. En el trabajo suenan sus obsesiones: Jimi Hendrix, Prince y James Brown.
'Mama Said' (1991). Una canci¨®n como 'Always On The Run' suena todav¨ªa potente. Incluye baladas lennonianas y distintos gui?os a Prince. Kravitz se muestra como una estrella imparable.
'Strut' (2014). A mediados de los a?os noventa se desvaneci¨®. Parec¨ªa, con menos de 40 a?os, un rockero jubilado. Sus discos pasan de puntillas. Conviene por ello retomar 'Strut', ¨¢lbum ecl¨¦ctico y bailable que le hubiese encantado grabar a Mick Jagger.