L¨¦lia Gonzalez, feminista negra y latinoamericana
Mujer, negra, intelectual y activista, fue pionera en los debates sobre la relaci¨®n entre g¨¦nero y raza al proponer una visi¨®n afrolatinoamericana del feminismo. Se presenta en Brasil una nueva antolog¨ªa de su obra
Para entender y deconstruir el lugar de los negros en la sociedad brasile?a, L¨¦lia Gonzalez (Belo Horizonte, 1935-1994) estuvo en todas partes. Hija de padres pobres, un obrero negro y una empleada del hogar descendiente de ind¨ªgenas, tuvo la oportunidad de estudiar y se gradu¨® en Historia y Filosof¨ªa. Cuando ya hab¨ªa sido ¡°perfectamente blanqueada, ya estaba dentro del sistema¡±, encontr¨® en el mundo acad¨¦mico contradicciones y barreras sociales que la llevaron a militar en el feminismo y el movimiento negro. Utiliz¨® el psicoan¨¢lisis y el candombl¨¦, una religi¨®n afrobrasile?a, para explicar la cultura del pa¨ªs. Fue intelectual, activista y pol¨ªtica. Recorri¨® el mundo representando a Brasil en debates sobre la explotaci¨®n y la opresi¨®n de los negros y las mujeres en actos celebrados en los Estados Unidos, Latinoam¨¦rica y ?frica. Combin¨® esas experiencias y cre¨® un referente conceptual para comprender la identidad brasile?a y la de sus hermanos del continente: el amefricanidad.
¡°?Por qu¨¦ necesitan buscar una referencia en Estados Unidos? Aprendo m¨¢s de L¨¦lia Gonzalez que ustedes de m¨ª¡±, resumi¨® Angela Davis, icono del feminismo negro estadounidense, cuando visit¨® Brasil en 2019. Era una indicaci¨®n de que los brasile?os necesitan reconocer m¨¢s a su propia pensadora, pionera en los debates sobre la relaci¨®n entre g¨¦nero, clase y raza en el mundo.
En todos los lugares ¡ªsociales y geogr¨¢ficos¡ª donde estuvo en sus 59 a?os de vida, L¨¦lia Gonzalez dej¨® una producci¨®n intelectual intensa y original, que marc¨® a toda una generaci¨®n de militantes negras. La amplitud y actualidad de su pensamiento puede apreciarse en la antolog¨ªa Por un feminismo afrolatinoamericano, publicado por la editorial brasile?a Zahar. La obra re¨²ne textos de 1975 a 1994, periodo que incluye la redemocratizaci¨®n de Brasil y el fortalecimiento de los movimientos sociales, procesos en los que Gonzalez particip¨® activamente.
Algunos de estos textos se encontraron en bibliotecas de fuera de Brasil y se han traducido por primera vez al portugu¨¦s. La fil¨®sofa siempre fue una autora le¨ªda entre los intelectuales negros, y parte de la producci¨®n que se presenta ahora ha circulado en otras publicaciones acad¨¦micas e independientes. En vida, Gonzalez public¨® los libros Lugar de negro (1982, junto con el argentino Carlos Hasenbalg) y Festas populares no Brasil (1987). Pero solo ahora una importante editorial comercial brasile?a difunde su trabajo. ¡°Es muy dif¨ªcil aceptar que una autora tan relevante y expresiva haya quedado oculta durante tanto tiempo¡±, afirma la soci¨®loga Flavia Rios, una de las organizadoras del nuevo libro y coautora de una biograf¨ªa de Gonzalez.
¡°L¨¦lia Gonzalez es una int¨¦rprete de Brasil, un lugar que los intelectuales negros a¨²n no han conseguido ocupar en la sociedad brasile?a¡±, dice M¨¢rcia Lima, tambi¨¦n organizadora de la nueva antolog¨ªa y profesora del Departamento de Sociolog¨ªa de la Universidad de S?o Paulo, que destaca el silenciamiento de la producci¨®n de los negros tambi¨¦n en la universidad. Para Lima, el predominio de autores blancos en la bibliograf¨ªa de los cursos solo se est¨¢ rompiendo gracias a la presi¨®n que ejercen los j¨®venes negros, que hoy son la mayor¨ªa de los que ingresan en las universidades p¨²blicas del pa¨ªs y exigen leer a otros ¡ªy otras¡ª intelectuales. ¡°Es un cambio que proviene m¨¢s de la fuerza y la demanda de la juventud negra, femenina y feminista, que de un cambio en el paradigma de las universidades¡±, analiza.
A pesar de la publicaci¨®n tard¨ªa, la obra de Gonzalez es actual. Al proponer una nueva visi¨®n del feminismo, que considere el car¨¢cter multirracial y multicultural de Latinoam¨¦rica, en contraposici¨®n a la visi¨®n euroc¨¦ntrica, discuti¨®, en los a?os 70 y 80, lo que hoy en d¨ªa se acerca a los conceptos de feminismo interseccional (que incorpora desigualdades de raza y clase) y descolonial (que cuestiona el orden econ¨®mico y de pensamiento de los grupos dominantes). Por un feminismo afrolatinoamericano, el texto que da nombre a la antolog¨ªa, se present¨® en Bolivia en 1988. En el art¨ªculo, Gonzalez afirma que el movimiento de mujeres en Latinoam¨¦rica repite pr¨¢cticas de exclusi¨®n y dominaci¨®n racistas y que ¡°las negras y las indias son el testimonio vivo de esa exclusi¨®n¡±.
¡°Es innegable que el feminismo, como teor¨ªa y pr¨¢ctica, ha desempe?ado un papel fundamental en nuestras luchas y conquistas, en la medida en que, al presentar nuevas preguntas, no solo estimul¨® la formaci¨®n de grupos y de redes, sino que desarroll¨® la b¨²squeda de una nueva forma de ser mujer¡±, escribe la autora. ¡°[Pero] Tratar, por ejemplo, de la divisi¨®n sexual del trabajo sin articularla con su correspondiente al nivel racial, es recaer en una especie de racionalismo universal abstracto, t¨ªpico de un discurso masculinizante y blanco¡±, escribe.
Tanto Lima como Rios se?alan que el texto de Gonzalez es vanguardista, porque trabaja la desigualdad de g¨¦nero y raza, incluyendo la cuesti¨®n del territorio, primero nacional y luego continental. ¡°La visi¨®n de L¨¦lia es rara, porque piensa m¨¢s all¨¢ de lo nacional¡±, afirma Rios. ¡°El feminismo estadounidense, que leemos y traducimos mucho, piensa en una situaci¨®n desde su propia realidad. Nosotras nos reconocemos en ¨¦l, pero L¨¦lia da un paso m¨¢s al pensar en el continente, y eso lo hizo en los a?os 80. Ni siquiera lo hab¨ªa hecho Angela Davis, que m¨¢s tarde se internacionaliz¨® al abordar la cuesti¨®n palestina¡±, se?ala. ¡°Es una idea muy poderosa en t¨¦rminos hist¨®ricos, especialmente porque Brasil tiende a distanciarse de Latinoam¨¦rica por cuestiones como el idioma¡±, afirma Lima.
Al principio, L¨¦lia de Almeida
L¨¦lia de Almeida, que habr¨ªa cumplido 85 a?os en 2020, era la pen¨²ltima de 18 hijos. Nacida en Belo Horizonte, a los siete a?os se traslad¨® a R¨ªo de Janeiro, tras un acontecimiento inusual en la vida de una familia sin oportunidades. A uno de sus hermanos, 15 a?os mayor, lo contrat¨® el club de f¨²tbol Flamengo. Jaime de Almeida (1920-1973) se convertir¨ªa en el ¨ªdolo del equipo en los a?os 40.
L¨¦lia lleg¨® a trabajar como ni?era de los hijos de los directores del Flamengo, pero sigui¨® estudiando. ¡°Pas¨¦ por ese proceso que llamo lavado de cerebro que hace el discurso pedag¨®gico brasile?o, porque a medida que profundizaba mis conocimientos, rechazaba cada vez m¨¢s mi condici¨®n de negra¡±, explic¨®. La joven se gradu¨® en Historia, Geograf¨ªa y Filosof¨ªa. En 1964, se cas¨® con el espa?ol Luiz Carlos Gonzalez, un amigo de la universidad. La familia del chico blanco no acept¨® la relaci¨®n. ¡°Entonces, todo lo que hab¨ªa reprimido, todo el proceso de internalizaci¨®n de un discurso ¡®democr¨¢tico racial¡¯, emergi¨®, y fue un contacto directo con una realidad muy dura¡±, cont¨®.
La vida de la entonces profesora cambi¨® con la muerte de su marido, que se suicid¨® un a?o despu¨¦s. Fue cuando ella, ya con 30 a?os, se sumergi¨® en dos ¨¢reas en busca de la cura y el autoconocimiento y que terminaron convirti¨¦ndose en una referencia en su trabajo: el psicoan¨¢lisis y el candombl¨¦. Las incursiones en ¨¢reas tan distintas la convirtieron en una referencia. En 1975, ayud¨® a fundar el Instituto de Investigaci¨®n de las Culturas Negras y el Colegio Freudiano de R¨ªo de Janeiro. En 1976, imparti¨® el primer curso institucional sobre cultura negra en Brasil. Flavia Rios se?ala que la relaci¨®n que Gonzalez ten¨ªa con estos temas era ¨ªntima, pero tambi¨¦n pr¨¢ctica, de producci¨®n de conocimiento. ¡°Para L¨¦lia era todo conocimiento¡±, afirma Rios.
En sus textos, adem¨¢s de combinar distintos saberes, Gonzalez adopta un estilo peculiar, utiliza un lenguaje informal e irreverente para acercarse a estos conceptos. En Racismo y sexismo en la cultura brasile?a, un art¨ªculo presentado en 1980, cuestiona el origen de los lugares sociales de la poblaci¨®n negra. Tras destacar que los negros estar¨ªan ¡°en el cubo de basura de la sociedad brasile?a, porque la l¨®gica de la dominaci¨®n as¨ª lo determina¡±, provoca: ¡°En este trabajo asumimos nuestro propio discurso. En otras palabras, la basura hablar¨¢, y sin problemas¡±.
Pensamiento y acci¨®n
Casi a los 40, L¨¦lia Gonzalez, convertida en una intelectual respetada, empez¨® a militar en el movimiento negro. En 1978, particip¨® en una movilizaci¨®n que surg¨ªa en S?o Paulo y que m¨¢s tarde se convertir¨ªa en nacional: el Movimiento Negro Unificado (MNU), que marc¨® el regreso de las protestas callejeras que clamaban por justicia racial en plena dictadura.
Gonzalez sigui¨® siendo una pensadora en el movimiento: defendi¨®, por ejemplo, la importancia de conocer las ra¨ªces africanas para concienciar a los militantes. Seg¨²n Rios, el candombl¨¦ fue preponderante en su visi¨®n pol¨ªtica. ¡°A pesar de que era muy marxista en su an¨¢lisis, entendi¨® que el candombl¨¦ ten¨ªa un lugar social, cultural y espiritual importante y que esto no era excluyente. Ve¨ªa con buenos ojos la experiencia de la religiosidad en el mundo de la pol¨ªtica¡±, dice.
En 1981, Gonzalez comenz¨® a dar conferencias para el reci¨¦n creado Partido de los Trabajadores. ¡°La invitaron a unirse al partido, que celebraba su primera reuni¨®n para abordar las cuestiones raciales en Brasil. Estuvo espectacular¡±, dice la actual diputada federal Benedita da Silva, de 78 a?os, negra, que la conoci¨® en ese momento y se convirti¨® en su amiga. En 1982, L¨¦lia Gonzalez se present¨® para diputada federal. ¡°Fui la segunda m¨¢s votada. No consegu¨ª el esca?o por ochocientos votos, pero fue una experiencia interesante¡±, cont¨® en 1986 en una entrevista para la revista O Pasquim.
El paso de la investigadora por el partido no fue del todo pac¨ªfico. En 1983, en un art¨ªculo titulado Racismo por omisi¨®n, publicado en el peri¨®dico Folha de S.Paulo, critic¨® la ausencia de temas raciales en un anuncio del PT que se emiti¨® por televisi¨®n. ¡°El acto fallido con relaci¨®n a los negros que marc¨® la presentaci¨®n del PT me pareci¨® extremamente grave, no solo porque algunos de los oradores que estaban all¨ª tienen una clara ascendencia negra, sino porque se habl¨® de un sue?o; un sue?o que pretende ser igualitario, democr¨¢tico, etc., pero que es exclusivo y excluyente. Un sue?o europeizantemente europeo¡±, escribi¨®. Tres a?os despu¨¦s de la publicaci¨®n del art¨ªculo, Gonzalez dej¨® el PT y se uni¨® al Partido Democr¨¢tico Laborista (PDT). Se present¨® para diputada estatal por R¨ªo de Janeiro, pero tampoco sali¨® elegida. La intelectual tuvo otras actuaciones relevantes en el mundo de la pol¨ªtica. Por ejemplo, en la Asamblea Nacional Constituyente, escribiendo discursos y redactando propuestas del movimiento negro para la Constituci¨®n de 1988.
Acostumbrada a una agenda intensa, L¨¦lia Gonzalez redujo sus apariciones p¨²blicas cuando le diagnosticaron diabetes mellitus, en 1992. La enfermedad le provoc¨® hipertensi¨®n, problemas card¨ªacos y una gran p¨¦rdida de peso (lleg¨® a pesar 45 kilos). El 10 de julio de 1994, sufri¨® un ataque card¨ªaco y muri¨® a la edad de 59 a?os.
Para Flavia Rios, todos los lugares por los que Gonzalez pas¨® convergieron a la defensa de la democracia. ¡°Estuvo en la formaci¨®n de las principales organizaciones que lucharon contra la dictadura. En el movimiento negro, en el movimiento feminista, en los dos principales partidos de oposici¨®n que surgieron al final de la dictadura, en la Constituyente. No solo pens¨® la democracia, sino que estuvo en la base de estas instituciones¡±. El 20 de noviembre de 1983, D¨ªa de la Conciencia Negra, L¨¦lia Gonzalez profer¨ªa un discurso en las calles de R¨ªo de Janeiro: ¡°Luchemos, compa?eros, para que la explotaci¨®n y la opresi¨®n terminen en este pa¨ªs. Para ser una democracia racial, este pa¨ªs necesita ser efectivamente una democracia¡±.
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