Las cartas de Gald¨®s a Pardo Baz¨¢n: de la pasi¨®n al misterio
El paradero de la correspondencia del escritor es una inc¨®gnita para los herederos de Agust¨ªn Gonz¨¢lez de Amez¨²a, el acad¨¦mico que la custodi¨®
Agust¨ªn Gonz¨¢lez de Amez¨²a y Mayo, miembro de la Real Academia de la Lengua desde 1929 hasta su fallecimiento en 1956, due?o de una de las bibliotecas m¨¢s importantes de Espa?a (con gran cantidad de documentos de Lope de Vega, Men¨¦ndez Pelayo y la Inquisici¨®n) custodi¨® las cartas que Benito P¨¦rez Gald¨®s envi¨® a Emilia Pardo Baz¨¢n, seg¨²n confirman fuentes conocedoras de esta correspondencia a EL PA?S. Una parte del enigma se ha desvelado, pero se mantiene la inc¨®gnita sobre el paradero de unos documentos que hasta ahora se cre¨ªa hab¨ªan sido destruidos por la que fue esposa del dictador Francisco Franco, Carmen Polo, o en el incendio del pazo de Meir¨¢s en 1978.
Clara Mar¨ªa Gonz¨¢lez de Amez¨²a, la ¨²nica de los hijos del acad¨¦mico que vive, confirma a EL PA?S por tel¨¦fono que vio las cartas. En su momento, asegura la chef de 91 a?os, premio Nacional de Gastronom¨ªa en 2015, no fue consciente de la importancia de estos documentos. No recuerda el momento con precisi¨®n, pero cree que esta correspondencia fue robada de la biblioteca de su padre. Relata que debi¨® ser en un descuido: ¡°Tal vez las dej¨® en una mesa y alguien entr¨® y se las llev¨®¡±. Otra de las personas consultadas para este reportaje conoc¨ªa la versi¨®n del robo que cuenta la hija del acad¨¦mico. Pero a?ade un poco m¨¢s de misterio. ¡°En la divisi¨®n de la herencia se traspapelaron muchos documentos¡±, asegura esta fuente.
Por su parte, Clara Mar¨ªa Gonz¨¢lez de Amez¨²a asegura que su padre siempre ¡°llev¨® con mucho rigor¡± el orden y cuidado de su colecci¨®n. El acad¨¦mico y cr¨ªtico literario (1881-1956) fue un gran coleccionista de libros y manuscritos, un legado que complet¨® con la herencia de la biblioteca de su t¨ªo, el escritor y periodista Ram¨®n Nocedal Romea.
Esta primera versi¨®n sobre las cartas coincide, solo en parte, con la de Guillermo Bl¨¢zquez, un librero de la Cuesta de Moyano de Madrid, que revivi¨® el intercambio epistolar entre los autores el pasado viernes 11 de diciembre. Bl¨¢zquez, seg¨²n relat¨® a EL PA?S, pudo ver hace 30 a?os ¡°un estuche con las cartas, calculo que habr¨ªa entre 70 y 80¡± en una de las casas de los herederos de Gonz¨¢lez de Amez¨²a. El librero no quiso especificar en qu¨¦ vivienda ni qui¨¦n le mostr¨® los documentos para preservar la identidad de sus clientes. En el transcurso de pocos minutos ley¨® brevemente un par. ¡°Tengo un recuerdo vago, eran algo subidas de tono para ese momento¡±, confes¨® a este diario.
Gonz¨¢lez de Amez¨²a, seg¨²n describe su hija, era ¡°un hombre muy estudioso y riguroso, tierno y trabajador¡± que construy¨® su casa ¡ªcerca de la carrera de San Jer¨®nimo en Madrid¡ª en torno a su biblioteca. Esta vivienda fue vendida a la Xunta de Galicia a principios de los noventa. En 1992, Manuel Fraga viaj¨® a Madrid para inaugurar en este inmueble la Casa de Galicia en la capital. ¡°La biblioteca estaba en donde ahora est¨¢ el sal¨®n de actos¡±, explican en la Casa de Galicia. Nunca vieron los libros. En el momento de la venta, el edificio ya estaba vac¨ªo, explican en esta entidad.
Tras la muerte de Gonz¨¢lez de Amez¨²a, el patrimonio se dividi¨® en tres partes, y cada una fue a parar a uno de los tres hijos que a¨²n viv¨ªan. Dos de los familiares que han custodiado la parte que Clara Mar¨ªa Gonz¨¢lez de Amez¨²a y su hermana Mar¨ªa del Buen Consejo Gonz¨¢lez de Amez¨²a, Maruja, recibieron en herencia aseguran que ninguna recibi¨® las cartas de Benito P¨¦rez Gald¨®s. ¡°Llevo dos a?os trabajando con el material que le correspondi¨® a Maruja que falleci¨® este a?o y no he encontrado esas cartas¡±, dice una de estas personas que prefiere no desvelar su identidad. S¨ª hall¨® unas cartas de Isabel II y una gran cantidad de libros sobre la Inquisici¨®n espa?ola.
La tercera parte de la herencia la recibieron los herederos de Ram¨®n Gonz¨¢lez de Amez¨²a, el que fuera director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1991, que falleci¨® en 2015. En esta parte del legado tampoco est¨¢n las misivas, asegura una persona que ha tenido acceso a esta documentaci¨®n. Esta fuente siempre ha cre¨ªdo que las cartas de Gald¨®s formaban parte del material hist¨®rico y literario que el acad¨¦mico don¨® a la RAE en 1953. Seg¨²n la informaci¨®n que aparece en la web de la instituci¨®n, entre toda la documentaci¨®n hay 38 cartas que Pardo Baz¨¢n envi¨® a P¨¦rez Gald¨®s bajo el t¨ªtulo: Correspondencia amorosa de ¡°una c¨¦lebre escritora con otro famoso novelista¡±. Esta colecci¨®n se difundir¨ªa posteriormente en libros como Miqui?o m¨ªo y ensayos biogr¨¢ficos sobre la escritora. ¡°Tiene cierta l¨®gica que, si pose¨ªa la correspondencia de Pardo Baz¨¢n, tambi¨¦n tuviese en sus manos la de Gald¨®s¡±, se?alan fuentes de la RAE.
Con la muerte del acad¨¦mico, la familia intent¨® donar y vender el patrimonio a instituciones espa?olas. No lo consiguieron. ¡°Nos pusieron muchos problemas, nadie lo quer¨ªa¡±, asegura una de las personas contactadas. Tuvieron una oferta de una universidad de Estados Unidos, pero la familia no se puso de acuerdo en la venta.
Acad¨¦mico de la letra Z, adem¨¢s de colaborador en medios como ABC y La Vanguardia, Gonz¨¢lez de Amez¨²a, entreg¨® a tambi¨¦n a la RAE antes de morir sus memorias, Epistolario sentimental, que no podr¨¢n leerse hasta 2026, cuando se cumplan 70 a?os de su muerte, seg¨²n qued¨® establecido en su testamento. Un documento que dar¨¢ m¨¢s pistas sobre la correspondencia entre P¨¦rez Gald¨®s y Baz¨¢n.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.