Carolina Yuste: ¡°La idea de la meritocracia que tenemos en Espa?a es nefasta¡±

Carolina Yuste (Badajoz, 29 a?os) ha rodado cuatro pel¨ªculas y ha hecho una gira teatral en pandemia. No le ha faltado curro, dice, pese al virus. Pero echa de menos la vieja normalidad: la de tocarse, comer con sus compa?eros, no llevar mascarilla, aquel tiempo, explica, ¡°en el que era suficiente venir duchado de casa¡±, sin necesidad de geles alcoh¨®licos para las manos. Cuando bailaba: ¡°No podemos ir a bailar y la gente necesita bailar¡±. La actriz, ganadora de un goya por su papel en Carmen y Lola, estrena este viernes en salas Hasta el cielo, la ¨²ltima pel¨ªcula de Daniel Calparsoro.

Este thriller sobre el crimen organizado en Madrid es, sobre todo, un filme que retrata ¡°qu¨¦ pasa cuando naces en un determinado lugar y qu¨¦ opciones reales tienes para poder salir de ah¨ª¡±, dice la actriz al otro lado del tel¨¦fono. Como Estrella, el personaje al que interpreta, Yuste viene de un barrio humilde en el que el ascensor social no funciona. En la pel¨ªcula lucha por tener un pie dentro y otro fuera del lugar en el que se ha criado. Es una mezcla, explica, entre mantener ¡°el orgullo de barrio¡± y tratar de prosperar fuera de ¨¦l.

Para conseguirlo tiene dos v¨ªas: montar una peluquer¨ªa o colaborar con una banda de delincuentes que lidera el chico del que est¨¢ enamorada. Y no siempre es f¨¢cil optar por el camino de la legalidad. La decisi¨®n que Estrella toma en la pel¨ªcula no solo tiene que ver con la necesidad de pagar las facturas, tambi¨¦n hay un componente amoroso. ¡°Para m¨ª no es amor¡±, asegura, ¡°es un enganche, un amor de muchos a?os que no es saludable. Te puede llevar a lugares que no te gustan tanto¡±.

Yuste no solo construy¨® un personaje de barrio recurriendo a sus vivencias, a las de sus amigas, a la peluquer¨ªa de su madre, tambi¨¦n ide¨® con Calparsoro y con Asia Argento, su compa?era en la pel¨ªcula, que esas dos mujeres que comparten el amor por el mismo hombre no responder¨ªan ¡°al imaginario de la amante sumisa¡±, explica. Para conseguirlo eliminaron cualquier atisbo de competitividad entre ellas en la ficci¨®n. ¡°La parte protagonista la llevan ellos, pero nosotras no quisimos en ning¨²n momento ser accesorios¡±, a?ade sobre un g¨¦nero cinematogr¨¢fico en el que los hombres no solo ocupan m¨¢s minutos de metraje, sino en el que adem¨¢s, en demasiadas ocasiones, ellas son el mejor complemento.

Esta pasi¨®n insana que describe Yuste, su personaje la siente por ?ngel, interpretado por Miguel Herr¨¢n, otra de las j¨®venes promesas de la cantera del cine espa?ol que surca con cierta facilidad la crisis que vive el sector del cine por la pandemia del coronavirus. Aspirante a mec¨¢nico, el protagonista de Hasta el cielo invierte sus dotes en liderar una banda de aluniceros con conexiones en el mundo del crimen organizado y ese otro mundo que en apariencia rige y hace las leyes. ¡°Hicimos un trabajo de indagaci¨®n intenso, tanto a un lado de la ley como del otro. Son robos reales que han tenido lugar, aunque los hemos ficcionado¡±, explic¨® el director durante la presentaci¨®n de la pel¨ªcula en la ¨²ltima edici¨®n del festival de cine de M¨¢laga. Entonces el estreno estaba previsto para septiembre, la pandemia lo retras¨®.

Los protagonistas de Hasta el cielo podr¨ªan ser los vecinos de la Ca?ada Real en Madrid o de cualquier otra zona humilde donde la frase ¡°querer es poder¡± se desmonta sola. ¡°Es como cuando la gente, con cierto paternalismo, le dice a las personas de barrios humildes que podr¨ªan haber elegido otra cosa. Es muy f¨¢cil decirlo desde ese lugar de privilegio¡±, explica. ¡°Esa idea de la meritocracia que tenemos en Espa?a es nefasta¡±.

Con cuatro pel¨ªculas pendientes de estreno y proyectos en el teatro, Yuste no rechaza el ¨¦xito que ha conseguido en poco tiempo, lo traduce en ¡°la acogida por gran parte de mis compa?eros y el p¨²blico¡±, dice, ¡°lo gestiono bien porque est¨¢ lleno de amor y cari?o¡±. No le interesa otra versi¨®n de la fama. Pero tampoco reniega de sus logros. ¡°Hay que ser humilde¡±, afirma cuando se le pregunta si siente algo parecido al s¨ªndrome del impostor, ¡°no est¨¢ mal decirse de vez en cuando que eres la hostia. Mira a los hombres, no llegan a los sitios pidiendo permiso o perd¨®n¡±.