¡®La guerra de las corrientes¡¯, la ¨²ltima pel¨ªcula que destroz¨® Harvey Weinstein
El texano Alfonso Gom¨¦z-Rej¨®n recuerda los dos a?os de batalla para lograr estrenar su versi¨®n del filme sobre Edison y Westinghouse
En el festival de Toronto de septiembre de 2017 la cr¨ªtica despotric¨® sin piedad contra La guerra de las corrientes, un drama hist¨®rico sobre la lucha entre George Westinghouse y Thomas Alva Edison por quedarse con el contrato de iluminaci¨®n de la Exposici¨®n Mundial de Chicago de 1893, y de paso, convertirse en la empresa dominante que llevar¨ªa la electricidad al resto de los EE UU. Con un reparto de peso, con Benedict Cumberbatch como Edison y Michael Shannon como Westinghouse, y secundarios como Tom Holland, Katherine Waterston y Nicholas Hoult como Tesla y con Alfonso G¨®mez-Rej¨®n, el director de Yo, ¨¦l y Raquel, ?qu¨¦ pod¨ªa haber ido mal? El mismo realizador se?alaba las pasadas Navidades por tel¨¦fono, desde su Texas natal, dos a?os despu¨¦s de comenzar su pesadilla, al culpable: "Harvey Weinstein".
G¨®mez-Rej¨®n empez¨® como asistente personal de grandes del cine como Nora Ephron, Robert de Niro, Martin Scorsese o Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu antes de saltar a ser asistente de direcci¨®n y, finalmente, director de la segunda unidad de pel¨ªculas como Babel, Argo o La sombra del poder. En 2010 ya estaba dirigiendo anuncios y episodios de Glee. "Aprend¨ª much¨ªsimo de todos con quienes he trabajado", recuerda. En ese curr¨ªculo hay 12 cap¨ªtulos de American Horror Story. "Mi mejor escuela", asegura. En 2015 gan¨® el premio del p¨²blico en Sundance con su segundo largo, Yo, ¨¦l e Irene, que se estren¨® en todo el mundo. Ya estaba llamado a grandes presupuestos, y la oportunidad le lleg¨® con La guerra de las corrientes, el pulso por ser el amo de la electricidad en EE UU entre Edison y Westinghouse. Solo hab¨ªa un pero: el productor ser¨ªa Harvey Weinstein, conocido como Harvey Manostijeras. "Claro que todos sabemos c¨®mo era. Pero cuando te enamoras de una idea para hacer una pel¨ªcula, te pueden las ganas". En una fiesta, hasta un veterano como Paul Schrader le advirti¨® con esta frase: "Le jodi¨® hasta a Bertolucci, ?qu¨¦ piensas que va a hacer contigo?". Por eso en su contrato, por si acaso, introdujo la cl¨¢usula Scorsese: si llegaba el enfrentamiento entre director y productor, Martin Scorsese, mentor de G¨®mez-Rej¨®n, podr¨ªa intervenir como mediador.
Con lo que no contaba el director era con la rapidez de Weinstein, que destroz¨® la pel¨ªcula y la proyect¨® en aquel Toronto de septiembre de 2017. "Fue horroroso". Un mes m¨¢s tarde empezaron las informaciones que describ¨ªan el comportamiento de depredador sexual de Weinstein y estall¨® el #MeToo. "En dos meses no hab¨ªa pel¨ªcula, ni estudio ni nada", recuerda G¨®mez-Rej¨®n. La guerra de las corrientes se perdi¨® por las cloacas de la industria. Se salv¨® por el estreno europeo. Cuando el filme fue adquirido por la empresa 101 Studios, que empez¨® a negociar su venta a Europa, el director pudo hacer uso de la cl¨¢usula Scorsese. As¨ª fue como dos a?os despu¨¦s, y tras dos montajes m¨¢s (Weinstein la remont¨® tras Toronto a¨²n a peor y con una voz en off de inicio a fin) y una nueva banda sonora ¨ªntegra, lleg¨® en octubre a Estados Unidos, y hoy a Espa?a, la versi¨®n del director de La guerra de las corrientes.
G¨®mez-Rej¨®n, de 47 a?os, al menos respira aliviado: "Mi caso es especial, porque yo sobreviv¨ª. La pesadilla de un cineasta es que alguien se meta en su pel¨ªcula, la destroce en el montaje y eso se quede permanente. En Toronto sufr¨ª como no te puedes imaginar. Esta situaci¨®n me puso a prueba como artista y como ser humano. Me encontr¨¦ en un lugar muy oscuro de mi vida, creyendo que hab¨ªa perdido mi voz. Por suerte, fui m¨¢s resiliente de lo que yo mismo pensaba, y me obsesion¨¦ con salvar la pel¨ªcula". Comparadas las tres versiones, parecen tres t¨ªtulos completamente distintos. "En la primera posproducci¨®n, no sobreviv¨ª al caos, los gritos, las notas y la mano de Weinstein... Se estren¨® sin estar acabada, con cr¨ªticas que se met¨ªan conmigo por algo que no sent¨ªa m¨ªo, o por efectos visuales que ni exist¨ªan... Tuve un a?o de silencio y ah¨ª puede reordenar en la mente mi pel¨ªcula, volver a mis intenciones iniciales".
La guerra de las corrientes es una historia de celos, intrigas, sobre el poder real y el poder de la imagen. "Siempre quise", define el director, "crear una pel¨ªcula del futuro y no del pasado. Que el espectador pensara en la responsabilidad que conllevan las nuevas tecnolog¨ªas". Y ahonda en la necesidad de invertir en otra inteligencia: la emocional. "Los retos m¨¢s dif¨ªciles los vamos a encarar a nivel psicol¨®gico por los cambios que traer¨¢ la revoluci¨®n digital. ?Nos va a dar tiempo a adaptarnos a los inventos? Siempre ha habido una conexi¨®n entre la cultura y la tecnolog¨ªa. Nuestra conciencia pronto estar¨¢ en la nube digital. Hoy esa tecnolog¨ªa ya est¨¢ manipulando la elecci¨®n de presidentes". Y de presidentes ir¨¢ el nuevo proyecto de G¨®mez-Rej¨®n, Newsflash, con Chris Pine y Mark Ruffalo, que se centra en el momento en que el periodista Walter Conkrite anunci¨® en televisi¨®n el asesinato de John Fitzgerald Kennedy.
Otro de los temas latentes de La guerra de las corrientes es la inmigraci¨®n, que tanto ha ayudado al desarrollo de EE UU. "Efectivamente, para m¨ª, hijo de emigrantes mexicanos y vascos, es fundamental que no se olvide. Y adem¨¢s rod¨¦ una nueva secuencia, la del despido de Tesla, al que le quitan todo y dejan si voz, para dejar constancia de lo que a m¨ª me pas¨® con Weinstein. Como Tesla, cre¨ª morir. No pod¨ªa hacer realidad mis sue?os. Ahora espero que la pel¨ªcula hable por s¨ª sola y que nunca m¨¢s se defina por su relaci¨®n con Weinstein".
Babelia
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