El raro del pueblo
Pese a sus excesos, ¡®Lanny¡¯ es una refrescante respuesta a la cansina muerte de la novela. Una mezcla de realismo e imaginaci¨®n para retratar un mundo de seres inadaptados
Poco a poco van apareciendo en la escena literaria novelas que se apartan del realismo tradicional y proponen nuevas formas de narraci¨®n que parecen dirigir el g¨¦nero hacia caminos que pertenecen al futuro. Lanny es una de ellas. Lanny es un ni?o singular, sensible e imaginativo que vive en un pueblo ingl¨¦s con sus padres, Jolie y Robert; frecuenta a un famoso escultor y vecino, Pete, ya anciano, con el que se entiende a las mil maravillas y a cuyo cuidado lo dejan sus padres a menudo. En el pueblo existe tambi¨¦n una anciana sabia y perceptiva, Peggy. Y hay un ser informe que pertenece a la tierra y al bosque, a las ra¨ªces y a la materia, que se convierte a voluntad en pura naturaleza o en una forma humana hecha de hiedra y con el que se amenaza a los ni?os que se portan mal. Se lo conoce como Pap¨¢ Berromuerto y siente verdadera simpat¨ªa por Lanny.
Y ahora vamos a la novela. Est¨¢ dividida en tres partes y conviene adelantar que ninguna de ellas responde a f¨®rmulas asentadas por la tradici¨®n. Tampoco se adhiere a la linealidad porque se expresa por medio de fragmentos no necesariamente enlazados aunque s¨ª responden de alguna manera al orden cronol¨®gico. La acci¨®n la sostienen las voces y un narrador ocasional, y el lector debe deducir lo que sucede a partir de ello, lo que no es dif¨ªcil pero s¨ª complejo.
La primera parte es una exposici¨®n de lugar, personajes, actitudes y estilo literario. La graf¨ªa ofrece l¨ªneas m¨®viles que se ondulan en el papel y representan las conversaciones que el omnipresente Pap¨¢ Berromuerto escucha aqu¨ª y all¨¢, entre los vecinos del pueblo. La segunda parte muestra el elemento dram¨¢tico: la desaparici¨®n de Lanny y la angustia y el horror que sigue al hecho. Aqu¨ª la fragmentaci¨®n es a¨²n m¨¢s abierta y se centra sobre todo en el acoso a Pete, llamado tambi¨¦n Pete el Loco por los vecinos. Pete y Lanny son ¡°los raros¡± y por eso se entienden bien, y la sociedad, que no est¨¢ dispuesta a aceptar lo singular, acusa al primero de raptar y quiz¨¢ matar al segundo: ambos son vistos como dos cuerpos ajenos al tronco social, pero el ni?o suscita la compasi¨®n del vecindario. Esta parte, que comienza con cierta indecisi¨®n, acaba por mostrar el mencionado acoso terrible a Pete solo desde los di¨¢logos inconclusos entre los habitantes del pueblo y los pensamientos de los padres, todo lo cual construye poco a poco, de manera progresiva, el ambiente de horror por el acoso a Pete. Finalmente, queda claro que la acci¨®n de los vecinos ha sido solo una crueldad producto de los prejuicios. Pero Lanny sigue sin aparecer.
La tercera parte est¨¢ dedicada al encuentro de Lanny. Y aqu¨ª conviene decir que la procedencia de los cuentos infantiles, del mundo de los relatos imaginarios de los cuentos de hadas, se hace luminosa al fin y entramos en una zona narrativa de fantas¨ªa gracias a la cual reaparecen Lanny, la vieja ?Peggy (un hada simb¨®lica) que da por cerrada (y abierta) la historia. Los dem¨¢s personajes quedan tambi¨¦n impregnados por esa fantas¨ªa. Todo ello sin perder la parte de realidad que cimenta el relato. Al final, Pap¨¢ Berromuerto se alza sobre toda la narraci¨®n y sobre el pueblo y los campos y los bosques y la historia termina.
Mezcla de experimentalismo, oralidad y narraci¨®n, y apoyada en la magia de la imaginaci¨®n, Lanny es, incluso con sus excesos, indecisiones y riesgos, una refrescante respuesta a la cansina ¡°muerte de la novela¡±. Un respuesta tan briosa como esperanzadora.
BUSCA ONLINE 'LANNY'
Autor: Max Porter.
Traducci¨®n: Milo J. Krmpotic.
Editorial: Literatura Random House, 2020.
Formato: Tapa dura (184 p¨¢ginas) y eBook.?
Encuentra este libro en tu librer¨ªa m¨¢s pr¨®xima
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.