El exilio seg¨²n Milo Rau
El pol¨¦mico director suizo regresa a Madrid con 'Empire', donde cuatro actores relatan sus odiseas a trav¨¦s del continente europeo
En la cocina de un edificio en ruinas ¨C?Europa?¨C, cuatro actores que han vivido el exilio en carne propia narran sus vidas mirando a c¨¢mara: un sirio y un kurdo reci¨¦n llegados al continente, sumados a una rumana de confesi¨®n jud¨ªa y un griego que sol¨ªa interpretar a los h¨¦roes tr¨¢gicos. Sobre sus cabezas, una pantalla permite escrutar sus rostros cerrados, en los que aparecer¨¢n nuevos matices a medida que avancen sus relatos.
Antes de Orestes en Mosul, Milo Rau firm¨® esta pieza de c¨¢mara en la que, de entrada, se agradece la ¨ªntima sencillez del dispositivo escogido, lejos del sensacionalismo intermitente que desprend¨ªa alg¨²n trabajo anterior.?Empire vuelve a hilvanar la actualidad con el mito, retratando un continente donde las idas y venidas entre orillas han sido constantes, igual que la xenofobia y la peripecia. Rau se inscribe as¨ª en un tropo del m¨¢s reciente teatro europeo, que no deja de acudir al patrimonio grecolatino para entender nuestra negra actualidad.
Las grandes virtudes de Empire son tambi¨¦n sus mayores defectos. La sencillez de la puesta en escena termina generando cierta monoton¨ªa, pese a la trascendencia de los testimonios recogidos, solo interrumpida cuando esa gran pantalla escupe documentos que apoyan el relato y no solo primeros planos. Pese a todo, si Rau aspiraba a completar el discurso factual o period¨ªstico, cabe preguntarse si lo consigue.
En segundo lugar, el aspecto documental, baza fundamental de esta obra, queda contrarrestado por la declamaci¨®n profesional que practican sus actores. A ratos, uno olvida que les sucedi¨® todo lo que cuentan, confundi¨¦ndolos con meros rapsodas. Esa tensi¨®n subraya el aspecto adulterado de toda construcci¨®n narrativa, como si lo que estuvi¨¦ramos presenciando fuera, en realidad, una performance del exilio. Tal vez sea el aspecto m¨¢s interesante de la obra, incluso si es a su pesar.
Empire. Texto y direcci¨®n: Milo Rau. Matadero. Madrid. Hasta el 18 de enero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.