Mario Vaquerizo: ¡°Hemos pasado de una dictadura franquista a una de la correcci¨®n¡±
El cantante y colaborador de televisi¨®n habla de sus decepciones profesionales, su relaci¨®n con pol¨ªticos y sus redes sociales


Mario Vaquerizo (Madrid, 1974) no necesita presentaci¨®n porque se ha convertido en una de las celebridades m¨¢s famosas, transversales y transgeneracionales de Espa?a, solo despu¨¦s de su mujer Alaska. Los ni?os disfrutan con su lado histri¨®nico, las abuelas con su lado conservador y los adultos con esa mezcla esquizoide de ambos. As¨ª fue como en 2011, gracias al reality Alaska y Mario (Paramount) se convirti¨® en una inesperada estrella de artificio warholiano, poco habitual en un pa¨ªs m¨¢s bien galdosiano que, a la hora de construir ¨ªdolos para las p¨¢ginas de sociedad, siempre prefiri¨® el sufrimiento de las folcl¨®ricas y las venidas a menos.
Por ahora, no lo veremos de nuevo en una sexta temporada de la serie. ¡°El formato reality se pervierte muy f¨¢cilmente y adem¨¢s no tenemos tiempo¡±, explica desde el sof¨¢ de terciopelo fucsia de la pen¨²ltima casa que se ha comprado en el centro de Madrid. Tiene ya varias, de hecho el departamento de prensa de Atresmedia (donde perfecciona su papel de showman en la octava temporada de Tu cara me suena)?ha preguntado: ¡°?En cu¨¢l de sus casas quer¨¦is hacer la entrevista?¡±.
Pregunta. Con lo que disfruta usted de la fama, estar en un concurso que consiste en famosos que imitan a otros debe de ser como haber muerto e ir al cielo.
Respuesta. Lo que m¨¢s me est¨¢ costando es la imitaci¨®n: me he dado cuenta de que tengo m¨¢s personalidad de lo que yo cre¨ªa. Me cuesta mucho dejar de ser Mario Vaquerizo. Lleva mucho trabajo, pero me estoy esforzando. Adem¨¢s, de m¨ª nunca se espera nadie nada.
P. ?Y eso le pone nervioso o le tranquiliza?
R. Me tranquiliza, porque al final siempre acabo sorprendiendo.
P. Da la sensaci¨®n de que no le gusta nada perder.
R. Claro que me jode perder. En el momento en que decides meterte en un concurso tienes que ser profesional hasta para ser concursante. Y quieres ser profesional en un concurso, tienes que querer ganar. Pero ya no tengo necesidad de demostrar nada. El objetivo que tiene este programa es entretener.
P. ?Cree que entretener sigue siendo visto como una cosa menor en nuestro pa¨ªs?
R. Siempre se ha mirado por encima del hombro a la gente que sencillamente se ha dedicado a eso. Todo el mundo ha sido muy prejuicioso con la televisi¨®n, no lo olvidemos. En los a?os noventa ninguna actriz quer¨ªa trabajar en una serie de televisi¨®n y ahora con Netflix todo el mundo quiere hacerlo. Alaska me contaba que cuando hizo La bola de cristal los fundamentalistas le dijeron: ¡°?Pero c¨®mo vas a hacer t¨² un programa infantil?¡±. Yo no tengo ning¨²n problema con ir ni a S¨¢lvame ni a El hormiguero.
P. ?Qu¨¦ tiene que tener un programa de televisi¨®n para que Mario Vaquerizo diga ¡°no¡±?
R. Nunca ir¨ªa a un programa en el que pretendan que digas lo que ellos quieran. Por eso hace tiempo que dej¨¦ de ir a programas pol¨ªticos porque yo no soy ni blanco ni negro, soy gris perla.
P. Y porque en Twitter lo iban a poner a caldo¡
R. Ahora con esa tonter¨ªa del Twitter da todo tanta pereza¡ Al final te empiezas a autocensurar. Yo ahora estoy hablando aqu¨ª contigo tan c¨®modo, pero luego mi opini¨®n se tergiversa en un titular y tengo que estar justificando lo que he dicho o no he dicho o la forma en que lo he dicho. Pasamos de una dictadura franquista y ahora estamos en la dictadura de lo pol¨ªticamente correcto. Qu¨¦ pena, de verdad.
P. Es usted la ¨²ltima celebridad eminentemente televisiva que ha dado Espa?a, antes de lo viral, lo transmedia y todo lo dem¨¢s.
R. S¨ª, y f¨ªjate, no fue en una cadena generalista, sino en una televisi¨®n musical de pago que en realidad no ve¨ªa mucha gente [MTV]. Y ah¨ª es justo donde ten¨ªa que hacerlo. Me ha pasado siempre: yo estoy como al margen de la industria, pero formo parte de la industria. Me pasa lo mismo con las Nancys Rubias [su grupo musical], que no sonamos en ninguna cadena musical porque nos consideran unas mamarrachas, pero sin embargo tenemos hits y vamos a actuar a las fiestas de los pueblos ante 10.000 personas.
P. ?Tiene una espina clavada por el hecho de que nadie se tome en serio su carrera musical?
R. Me da igual. Yo no tengo ninguna espinita clavada ni soy rencoroso.
P.? Llama la atenci¨®n que en algunas entrevistas recuerde con nombres y apellidos a los cr¨ªticos que no fueron amables con usted.
R. Es que yo recorto todas las cr¨ªticas y las guardo. Y si me enfado es porque en muchas de ellas van a lo personal. Yo caigo muy bien o muy mal y, a menudo, las cr¨ªticas que se hacen a las Nancys Rubias est¨¢n sesgadas por eso. Pero vamos, tambi¨¦n est¨¢n desmereciendo a la Warner, que nos contrat¨® tras vernos en nuestra primera actuaci¨®n. Cuando me infravaloran a m¨ª, tambi¨¦n infravaloran a la Warner.
P. ?Por qu¨¦ cae tan mal a los que cae mal?
R. Porque no me conocen y se dejan llevar por los estereotipos. Yo reconozco que soy una persona intensa y muy extrema. A m¨ª tambi¨¦n me ha pasado: hab¨ªa famosos a los que ve¨ªa por televisi¨®n y pensaba: ¡°?Qu¨¦ mal me cae!¡±. Y cuando los he conocido hasta se han hecho amigos m¨ªos.
P. D¨ªgame uno.
R. ?No!
P. Quiero leerle literalmente otra de las cr¨ªticas que se le han lanzado: ¡°Nunca dice nada que pueda molestar a alguien con poder¡±.
R. Huy, s¨ª, este s¨¦ quien es, que yo he trabajado con ¨¦l. ?Y me llevo fenomenal! No me conoce realmente bien. Yo me relaciono con todo el mundo. Es una cuesti¨®n de educaci¨®n. Voy a la SER, donde colaboro todos los d¨ªas, y me encuentro a muchos pol¨ªticos y los saludo. Hay algunos que me devuelven el saludo y otros que no¡
P. ?Le giran la cabeza?
R. Me ponen la mano floja.
P. ?Qui¨¦nes?
R. ?No te lo voy a decir!
P. ?Tiran m¨¢s hacia la izquierda o hacia la derecha?
R. No voy a entrar en eso. Mira, en la izquierda hay pol¨ªticos absurdos y en la derecha hay pol¨ªticos absurdos. Y en la derecha hay pol¨ªticos buen¨ªsimos y la izquierda tambi¨¦n. Cada maric¨®n es un mundo. Eso de que no digo nada que pueda molestar¡ Si me preguntan de algo, puedo estar de acuerdo o no. El problema es que como est¨¢ todo tan polarizado ¨²ltimamente, est¨¢s aqu¨ª o est¨¢s all¨ª. Y yo no quiero estar en ning¨²n sitio, quiero estar en el universo Vaquerizo.
P. Su jefe en El hormiguero, Pablo Motos, tambi¨¦n despierta reacciones muy polarizadas y cae mal a cierto sector de la audiencia. Usted, que lo conoce, ?por qu¨¦ cree que es?
R. Por envidia. Pablo es un t¨ªo que se ha hecho a s¨ª mismo, ha creado un formato maravilloso que se ha convertido en un programa de m¨¢xima audiencia y adem¨¢s hace en todo momento lo que quiere. ?Qui¨¦nes somos los espectadores para decir que si sale m¨¢s ¨¦l que los entrevistados? ?En todo caso, que lo digan los entrevistados! Todo esto es por envidia.
P. ?De verdad es tan sencillo?
R. Mira, en el momento en que dices que todo te va mal ya caes mejor. Pero cuando dices que te va bien porque trabajas mucho¡ ?Yo tengo casas porque me lo he ganado! Entonces ya dicen: ¡°Huy, este es un facha, este es un no s¨¦ cu¨¢nto¡±. ?Por favor, se?ores! Al principio te ofende m¨¢s, pero despu¨¦s, ya seg¨²n te pille el d¨ªa, te molesta o no. Lo que no voy a hacer es dar p¨¢bulo a gente que a trav¨¦s de m¨ª se quiere hacer notar, como pas¨® hace poco con lo del feminismo.
P. Est¨¢ hablando de su famosa visita, el pasado septiembre, a un programa infantil de Telemadrid donde canturre¨® con los ni?os: ¡°?El feminismo? ?Me da igual!¡±.
R. S¨ª. Yo fui a hacer un programa de ni?os, no a adoctrinar a nadie. Yo no soy un pol¨ªtico ni un educador social, soy un famoso divertido. Ellos deciden proponerme un juego en el que tengo que responder ¡°me da igual¡± o ¡°me encanta¡±. Y me dicen: ?la pol¨ªtica? Y yo: me da igual. ?El feminismo? Me da igual. ?La amistad? Me encanta. ?El mariconeo? Me encanta. Y lo digo as¨ª: ma-ri-co-ne-o.
P. Usted ha hecho muy popular la palabra "maric¨®n" en horario de m¨¢xima audiencia.
R. Es normalizar, para m¨ª no es un insulto. Me gusta m¨¢s que ¡°gay¡±, pero el que quiera decir ¡°gay¡± que diga ¡°gay¡±. Reivindico el mariconeo y la pluma. La pluma no es patrimonio exclusivo del mariconeo. Tambi¨¦n hay heterosexuales que tenemos pluma. Pero siempre van a criticar. Como Criticar por criticar, ?te acuerdas de la canci¨®n de Fangoria? Pues est¨¢ inspirada en el MySpace, que si no ten¨ªas un MySpace no eras nadie, y despu¨¦s en el Facebook, luego el Instagram y dentro de dos a?os ser¨¢ otra cosa. Tampoco me creo que porque tenga un mill¨®n de seguidores en Instagram me admiren un mill¨®n de personas. ?Acaso vendo yo un mill¨®n de discos? Pues no.
P. Tiene m¨¢s seguidores que su mujer. ?C¨®mo ha ocurrido?
R. Por su forma de comportarse en la televisi¨®n, Alaska es muy diferente a m¨ª. Y por su timidez y cautela. Alaska es m¨¢s respetada que yo. Yo soy m¨¢s masivo y populachero. ?C¨®mo ha ocurrido? Pues no lo s¨¦, preg¨²ntale a los que nos siguen.
P. Habla usted tanto y tan r¨¢pido que hasta ahora no me ha dejado leer ni una sola de mis preguntas.
R. Ay, ?perd¨®n! Es que hablo como un loro. Yo he hecho entrevistas de esas en las que la gente me daba las t¨ªpicas respuestas de promoci¨®n. Y es una falta de respeto al profesional que viene a entrevistarte y tambi¨¦n una falta de respeto a la que te ha pagado un dineral por una pel¨ªcula. ?Y t¨² luego no quieres hacer promoci¨®n? Cari?o, busquemos un poquito de coherencia. Eso tambi¨¦n me ha salvado la vida: yo sigo estando en los dos lados. No he querido perder mi profesi¨®n de periodista ni de m¨¢nager. No tengo m¨¢nager, me llevo todo yo mismo. Y adem¨¢s me encanta, me encanta negociar. Y negocio de puta madre.
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