La Academia de las Artes Esc¨¦nicas constata la resistencia del sector al ascenso de las mujeres
El organismo elabora un informe sobre desigualdad y se encuentra con el miedo a que "la discriminaci¨®n tradicional se invierta y los hombres pierdan posibilidades laborales"
La Academia de las Artes Esc¨¦nicas de Espa?a quiere ser m¨¢s igualitaria. Al menos la c¨²pula y prueba de ello es el informe La voz de la Academia: igualdad en las Artes Esc¨¦nicas, redactado por?Pilar J¨®dar y Ana Fern¨¢ndez Valbuena y presentado ayer como un primer paso hacia la paridad. En este sector apenas se han rescatado los datos sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres o el techo de cristal que impide el crecimiento de ellas en las instituciones, pero Jes¨²s Cimarro, presidente de la organizaci¨®n, ha pautado su compromiso para que esto cambie. El nuevo informe no aporta los datos, pero es un primer paso para ¡°concienciar y convencer¡±, seg¨²n Cimarro.
A tenor de las experiencias y opiniones vertidas en el texto, en el que han trabajado Pilar J¨®dar y Ana Fern¨¢ndez Valbuena desde el pasado abril, la mayor resistencia a la toma de conciencia feminista reside en el seno de la propia Academia. Las dos responsables del an¨¢lisis, elaborado tras reunirse y hablar con todas las ¨¢reas (autores, danza, directores, productores, m¨²sica esc¨¦nica, int¨¦rpretes y pl¨¢stica esc¨¦nica) sobre la discriminaci¨®n por sexo, han encontrado una llamativa resistencia a los cambios. Los acad¨¦micos ¡°muestran su temor a que la tendencia discriminatoria que durante siglos han padecido las mujeres se invierta y los hombres pierdan posibilidades laborales¡±, como apunta el informe.
¡°Por eso animan a replantear tanto el nombre como las medidas de acci¨®n, mal denominadas discriminaci¨®n positiva¡±, a?ade el documento de una instituci¨®n que est¨¢ integrada por 561 personas, 182 mujeres y 379 hombres. Es decir, entre los miembros de esta Academia las mujeres apenas superan el 30%. Para el fomento de la equidad el organismo propone una labor com¨²n e integradora, ¡°ayudando a superar un modelo falso que plantea la conquista femenina del espacio p¨²blico como una p¨¦rdida para los cong¨¦neres masculinos¡±.
Medidas "sensatas"
En ese sentido el informe propone ¡°identificar las medidas correctoras que sensatamente se puedan fomentar con el t¨¦rmino discriminaci¨®n positiva, que creemos contraproducente, ya que nunca se trata de discriminar, sino de hacer justicia¡±.
¡°Por imponer la igualdad en los equipos, a cualquier precio, se puede priorizar el g¨¦nero por delante de la profesionalidad y esta praxis ir¨ªa en detrimento de la creaci¨®n¡±, escribe la Academia de las Artes Esc¨¦nicas en el an¨¢lisis sobre la superaci¨®n de la desigualdad. Una de las autoras, J¨®dar, asegur¨® que la elaboraci¨®n del documento se ha hecho desde una ¡°clara interpretaci¨®n feminista¡± y concluy¨® que en los ¨²ltimos a?os en el sector hay una ¡°acogida favorable de la mujer¡±. No dejan de se?alar que la carga dom¨¦stica afecta a las mujeres, a las que les cuesta conciliar m¨¢s que a ellos entre su vida laboral y personal.
Las investigadoras subrayan en el texto que hay una menor presencia de compositoras y productoras, ¡°debido a una operaci¨®n de invisibilizaci¨®n o minusvaloraci¨®n de los logros femeninos, que nos dejaron sin referentes provocando el des¨¢nimo entre estas profesionales¡±. ¡°Las mujeres perciben que no se les tiene en cuenta y por eso son m¨¢s reticentes al asociacionismo¡±, explica Pilar Oliva como una de las razones de la escasa representaci¨®n femenina en la Academia. Por su parte, Ana Fern¨¢ndez asegura que su ¡°impresi¨®n es que existe una tendencia a la igualdad, m¨¢s all¨¢ de los datos sangrantes¡±. ¡°En los ¨²ltimos a?os el criterio de la paridad ha llevado a las mujeres a la direcci¨®n de los teatros p¨²blicos¡±, indica.
El estudio finaliza con cerca de una treintena de propuestas sobre lo que deber¨ªa ocurrir para que el mundo esc¨¦nico cumpliera con la Ley de Igualdad de 2007. Como se?ala Cimarro, este es un primer paso en el que se identifican y reconocer el machismo y las desigualdades. ¡°El siguiente es trabajar en su superaci¨®n¡±, sostiene. De momento, debe convencer a sus socios de la Academia.
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