Ferrera triunfa en la M¨¦xico con una faena histri¨®nica ante toros inv¨¢lidos
Arturo Mac¨ªas repareci¨® tras la grave cornada que sufri¨® en Madrid el 8 de septiembre
El espa?ol Antonio Ferrera cort¨® dos orejas al cuarto de la tarde, un toro casi inv¨¢lido, y fue? el triunfador de la decimocuarta corrida de la Temporada Grande en la Plaza M¨¦xico en la que el mexicano Luis David cort¨® una oreja y su compatriota Arturo Mac¨ªas no logr¨® trofeos, seg¨²n informa Borja Ili¨¢n. Mac¨ªas? reaparec¨ªa en los ruedos tras el grave percance que sufri¨® el pasado 8 de septiembre en la plaza de Las Ventas. Un toro de Pallar¨¦s le infiri¨® una cornada de 25 cent¨ªmetros en la pierna derecha.
Los toros de Villa Carmela, sin trap¨ªo ni casta, salvo el quinto, resultaron muy parados. Se registr¨® algo menos de cuarto de entrada. Los toros, mal presentados, muy hondos la mayor¨ªa, pasados de peso, con caras anovilladas y, sobre todo, descastados y de escas¨ªsimas fuerzas, marcaron el transcurso de la corrida.
La labor de los matadores, determinada por animales al l¨ªmite de la incapacidad, fue de car¨¢cter expresivo y tremendista. El cenit lo alcanz¨® Antonio Ferrera en su gestual faena al cuarto de la tarde, un toro que, tras una testimonial vara, perdi¨® los pies por seguir un vuelo de capote.
En el tercio de banderillas, dos pares precisos de Gustavo Campos, por los que el subalterno salud¨® al tercio, dejaron ver su invalidez. Qued¨® est¨¢tico al recibir el castigo de los palitroques. As¨ª se mantuvo el animal en la faena de la puerta grande. Ferrera inici¨® las tandas de muleta al natural, a media altura, pero el espa?ol comprob¨® pronto la endeblez del de Villa Carmela que, al menor desplazamiento, iba al suelo.
Ante la posibilidad de irse de vac¨ªo, tras dos tardes en esta temporada mexicana en las que los sorteos le han deparado toros sin opciones de triunfo, Ferrera opt¨® por intentar obligarlo cit¨¢ndolo encima.
Adem¨¢s, acompa?¨® los semipases que lograba sacar al inv¨¢lido con una interpretaci¨®n gestual de andares que recorr¨ªan el espacio que el toro no era capaz de acometer, en los que la muleta en vez de instrumento de lidia era un atrezo de baile.
Las maneras del espa?ol gustaron mucho al p¨²blico a pesar de contemplar c¨®mo la estampa del parado toro, con la lengua fuera y la boca abierta en todo momento, contrastaba con los desplantes de valor inapropiados para el riesgo que entra?aba la res, y los adornos y gestos solo se concretaban en arrimones simulando pases m¨¢s que ejecut¨¢ndolos.
Con el p¨²blico ya entregado mat¨® al paso desde la media distancia; cit¨® al toro cuando se encontraba a dos pasos, se volc¨® en el morrillo con acierto, y le concedieron las dos orejas.
Al que abri¨® plaza nada pudo hacerle, pero estir¨® mucho una faena imposible ante el inv¨¢lido primero.
La otra oreja de la tarde la cort¨® Luis David al sexto, un toro noblote sin casta ni fuerza, cojo de la mano derecha delantera y que embest¨ªa sin emoci¨®n alguna.
En una primera buena tanda de Luis David se fue al suelo en cuanto lo oblig¨® a tomar con recorrido la muleta. Hizo el resto de su labor en tandas caminadas con ritmo y sitio, faena larga, con adornos, pero con el m¨¦rito de mantener en pie al toro y hacerlo pasar por la tela. El bajonazo final pas¨® desapercibido, pues le fue concedida la oreja a Luis David.
El de Aguascalientes tore¨® muy despegado a su primero, el ¨²nico de la corrida con recorrido, astado de buen pit¨®n izquierdo por el que Luis David logr¨® un profundo y flexible pase al natural que fue lo mejor de la corrida. Tambi¨¦n estuvo muy desacertado con la espada Luis David que si en el que cerr¨® plaza finaliz¨® con un bajonazo, en este tercero dio un mitin de fallos.
Arturo Mac¨ªas reapareci¨® mostr¨¢ndose con sitio, aunque mand¨® castigar muy duro al caballo a sus dos toros, ya de por s¨ª blandos.
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