La gran casa del teatro cumple 25 a?os
Jos¨¦ Luis G¨®mez, creador y alma del espacio esc¨¦nico madrile?o La Abad¨ªa, ser¨¢ homenajeado ma?ana por compa?eros y amigos en un acto con el que se inicia un mes de celebraciones


El tintineo de una campanilla no ha cesado desde que el 14 de febrero de 1995 se anunciara as¨ª la primera funci¨®n del?Teatro de la Abad¨ªa, en Madrid. Cuando se cumplen 25 a?os de uno de los espacios esc¨¦nicos menos complacientes, m¨¢s innovadores y valientes en Espa?a, la campanilla sigue sonando. Es la se?al de que el espectador est¨¢ a punto de vivir una experiencia m¨¢s all¨¢ de la mera funci¨®n. Porque La Abad¨ªa es m¨¢s que un teatro: es una casa que acoge a creadores y artistas, un lugar de formaci¨®n en el que investigar sobre el oficio, reflexionar con la sociedad y lanzar interrogantes sobre la condici¨®n humana y la historia.
Han sido 25 a?os en los que su creador, Jos¨¦ Luis G¨®mez,?se ha dejado la piel para hacer de La Abad¨ªa un centro de referencia m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras. Sus compa?eros y amigos le ofrecen este jueves un gran homenaje en el que lo que m¨¢s resonar¨¢, aparte de la campanilla, ser¨¢ ¡°gracias¡±. Con Llu¨ªs Homar como maestro de ceremonias, Gregorio Mara?¨®n, Juan Luis Cebri¨¢n, Joaqu¨ªn Garrigues Walker y Nuria Espert ser¨¢n algunos de los que participen en este encuentro de devoci¨®n por este gran hombre del teatro, en el que habr¨¢ tambi¨¦n un espacio para las sorpresas. Con una mirada hacia el pasado y otra en el presente y el futuro, se inaugura en La Abad¨ªa un mes que, con el t¨ªtulo de Instrucciones y pr¨¢cticas de vuelo y la coordinaci¨®n art¨ªstica de la actriz Inma Nieto, aglutinar¨¢ espect¨¢culos, lecturas, exposiciones, recitales, y otras experiencias.
A sus 79 a?os, G¨®mez no solo ha puesto voz y rostro en algunos de los montajes m¨¢s emblem¨¢ticos de este teatro (textos de Kafka, Miguel de Unamuno, Ionesco, La Celestina o Aza?a), sino que ha sido el director de 15 espect¨¢culos, desde el Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte (de Valle-Incl¨¢n) con el que se inaugur¨® el centro, y ha dado cobijo a actores y creadores que ahora inundan los escenarios del pa¨ªs. G¨®mez, acad¨¦mico de la RAE desde 2011, cedi¨® el tim¨®n de La Abad¨ªa hace ahora un a?o, cargo en el que le sustituy¨® Carlos Aladro.
Aunque admite que la naturaleza le dio instrumentos para servir a su profesi¨®n, G¨®mez admite que nunca tuvo demasiada confianza en s¨ª mismo y que su oficio, curtido a base de esfuerzo, ha viajado por momentos de inseguridad. ¡°En el fondo de mi coraz¨®n, siempre me ha sorprendido el ¨¦xito¡±, afirma. ¡°Atravieso r¨¢fagas de melancol¨ªa, han pasado etapas de la vida y estoy satisfecho porque creo haberlas cumplido con decencia. Me quiero preparar para el tiempo que viene, que es decisivo y espero sea de reencuentro conmigo mismo¡±, a?ade el exdirector de La Abad¨ªa, para quien este teatro ha supuesto un enriquecimiento personal ¡°extraordinario¡±, pero un ¡°par¨®n enorme¡± en su carrera como actor.

En 25 a?os solo ha actuado una vez fuera del teatro que fund¨® ¡ªcon Celestina y la Compa?¨ªa de Teatro Cl¨¢sico¡ª y dirigido una obra en el Centro Dram¨¢tico Nacional, La paz perpetua, de Juan Mayorga. No se arrepiente porque su compromiso con la Comunidad de Madrid fue fundar un centro con un modelo de gesti¨®n de teatro p¨²blico diferente y en el que la palabra y el cuerpo estuvieran al servicio de los escenarios. ¡°Sent¨ªa que todo lo que hac¨ªa era para m¨ª y por m¨ª y empec¨¦ a desear hacer algo m¨¢s grande que yo, algo con otros y para otros¡±, recuerda ahora sobre la decisi¨®n de crear La Abad¨ªa, con el lema El placer inteligente del teatro. As¨ª se ha mantenido a lo largo de 25 a?os, en los que el trabajo f¨ªsico y verbal han estado en el centro de sus preocupaciones. ¡°He intentado aportar un fortalecimiento de expresividad del cuerpo y de la palabra. Desafortunadamente en Espa?a el teatro se asocia al entretenimiento, que tambi¨¦n lo es pero nunca en primer t¨¦rmino. He querido trasladar la idea del teatro como fuente de placer¡±.
Exigente con la palabra, G¨®mez es consciente de que La Abad¨ªa ha estimulado las posibilidades del actor, en cuanto al uso de la lengua. ¡°La palabra es un signo de identidad insoslayable de un pa¨ªs y en el escenario esa lengua debe ser transmitida con el mejor sentido y sonido, completado con el cuerpo. Los actores tenemos que ser criaturas elocuentes para servir a la palabra de los poetas¡±.
La b¨²squeda de la belleza y la poes¨ªa, el compromiso y la lealtad. As¨ª ve Aladro (Madrid, 1970) la historia de ¡°este teatro del arte¡±, que ahora dirige. Para ¨¦l, lo m¨¢s relevante de La Abad¨ªa es el modelo europeo que ha aportado y del que solo existe un caso m¨¢s en Espa?a, el Teatre Lliure. ¡°Son entidades que nacen por iniciativa de gente del teatro para dedicarse al servicio p¨²blico de las artes esc¨¦nicas desde la autonom¨ªa y la independencia de unos creadores que no optan por la v¨ªa tradicional del mundo del espect¨¢culo y el teatro complaciente que debe llenar las salas, sino por la cultura como eje troncal de las sociedades del bienestar para no repetir los errores de la historia y acabar otra vez a machetazos o a estacazos. Hoy se ha convertido en toda una necesidad¡±, asegura. ¡°Los primeros montajes de G¨®mez supusieron una irrupci¨®n brutal en el Madrid de esos a?os. Una de sus grandes aportaciones ha sido la deontolog¨ªa actoral. Ha logrado un teatro transversal, no elitista, abierto a muchos p¨²blicos¡±, a?ade Aladro. Es decir, un teatro que es la casa de todos.
Reflexi¨®n, humor y rebeld¨ªa
25 d¨ªas de celebraci¨®n por los 25 a?os de existencia de La Abad¨ªa. As¨ª ser¨¢ el aniversario de este teatro. Exposiciones, recitales y experiencias sobre el escenario conforman este ciclo, cuyo inicio ser¨¢ este jueves el gran acto de homenaje a Jos¨¦ Luis G¨®mez. Pero no solo.
Biograf¨ªa del silencio. En la adaptaci¨®n del ensayo del sacerdote Pablo D'Ors (Madrid, 1963) y convertido en todo un ¨¦xito de ventas desde su publicaci¨®n en 2012, se invitar¨¢ a los espectadores, de la mano de la actriz Yolanda Ulloa, y bajo la direcci¨®n de Luis D'Ors, hermano del autor, a una experiencia conjunta para meditar en silencio. 2 de febrero.
Sonora. Tumbados sobre colchonetas y con auriculares, un reducido p¨²blico vivir¨¢ lo que Lara Solano, su creadora, ha denominado "radiosiestas". 7-9 de febrero.
Cantar de Mio Cid. Con dramaturgia de Brenda Escobedo, Jos¨¦ Luis G¨®mez se acercar¨¢ al cl¨¢sico, dentro del proyecto de la RAE C¨®micos de la lengua. El acad¨¦mico, que evocar¨¢ las gestas del Cid Campeador, estar¨¢ acompa?ado por la pianista Helena Fern¨¢ndez Moreno. 15 de febrero.
Arrasado deseo. El actor Luis Bermejo llevar¨¢ a escena un montaje escrito, dirigido e interpretado por ¨¦l mismo con algunos textos in¨¦ditos y nunca representados. Arrasado deseo habla de un hombre anhelante de amor, que busca la alegr¨ªa a trav¨¦s de la palabra. Un mon¨®logo en el que no faltar¨¢ el humor. 16 de febrero.
?Qui¨¦n dijo que el domingo era d¨ªa de descanso? Este espect¨¢culo es una propuesta de Juan Codina, el maestro de actores, en el que se lanza un grito de rebeld¨ªa y pol¨¦mica en el arte. Un manifiesto, como obra de nadie y propiedad de todos, lleno de idealismo, compromiso e imaginaci¨®n. 23 de febrero.
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