Oposiciones a criminal
Desde su irrupci¨®n con la estimable 'El mundo es nuestro', el cine de Alfonso S¨¢nchez y Alberto L¨®pez permanece apegado a una realidad social espa?ola reconocible
Desde su irrupci¨®n con la estimable El mundo es nuestro, el cine de los conocidos como Los Compadres, Alfonso S¨¢nchez, desde la direcci¨®n y la escritura, y Alberto L¨®pez, en la interpretaci¨®n, ha permanecido bien apegado a una realidad social espa?ola reconocible y, por momentos, tan c¨®mica como tr¨¢gica. Eso s¨ª, con evidentes oscilaciones y ca¨ªdas.
PARA TODA LA MUERTE
Direcci¨®n: Alfonso S¨¢nchez.
Int¨¦rpretes: Alberto L¨®pez, Estefan¨ªa de los Santos, Marta Tomasa, Alfonso S¨¢nchez.
G¨¦nero: comedia. Espa?a, 2020.
Duraci¨®n: 76 minutos.
Pese a puntuales virtudes, El mundo es suyo, con mayor presupuesto y alejada del posibilismo de aquella, supuso un paso atr¨¢s, y parece que ah¨ª siguen en la demasiado alargada Para toda la muerte, a pesar de su apenas hora y cuarto de duraci¨®n. Una comedia de una ¨²nica situaci¨®n, de apariencia negra pero de tono gris claro, que solo destaca por algunos apuntes sociales y por su potente esencia, esa frase vendedora del guion que aqu¨ª bien podr¨ªa ser: ¡°Los opositores matan por un trabajo para toda la vida¡±. El largo pr¨®logo, en la casa del cuarent¨®n que por fin ha aprobado las oposiciones tras 11 a?os de estudio, parece remitir a cierta comedia italiana alrededor del funcionariado, como la magn¨ªfica Un burgu¨¦s peque?o, peque?o, de Mario Monicelli. Sin embargo, pasada la presentaci¨®n, se empiezan a adivinar los borrones en el guion en solitario de Ana Graciani: informaciones al espectador a trav¨¦s de di¨¢logos entre dos personas que ya conocen de sobra esos datos; sacar a los personajes que sobran de un escenario bajo la m¨¢s vulgar y poco trabajada excusa (el k¨¦tchup y el hambre).
La siempre complicada comedia f¨ªsica, en su vertiente criminal, al estilo El quinteto de la muerte, sale a flote con la puesta en escena y el montaje de S¨¢nchez, pero ni las interpretaciones, todas desaforadas, ni el mensaje social, casi olvidado durante el n¨²cleo central, acaban de satisfacer. En la m¨ªtica pel¨ªcula de Alexander Mackendrick, uno de sus secretos era la imperturbabilidad de las actuaciones; aqu¨ª est¨¢n varios niveles por encima de lo recomendable.
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