El algoritmo de ¡®Euphoria¡¯

La f¨®rmula empieza a ser cansina: los claroscuros de la est¨¦tica de Instagram, m¨¢s una playlist sacada del algoritmo de un adolescente estadounidense y, para justificar tanta intensidad est¨¦tica, una drama familiar morboso donde no faltan ni las drogas, ni el aborto, ni la c¨¢rcel. Un momento en el tiempo es una pel¨ªcula sin media finura que podr¨ªa ser un spin off de la popular serie Euphoria (la presencia de Alexa Demie hace a¨²n m¨¢s evidente la comparaci¨®n), pero con m¨¢s pretensiones y mucho peor. El chico protagonista, interpretado por Kelvin Harrison Jr., es un adolescente afroamericano que triunfa en el deporte y el amor. En su habitaci¨®n cuelgan decenas de medallas y premios y un p¨®ster de La vida de Pablo, ese grand¨ªsimo disco en el que un megal¨®mano Kanye West se mide con Picasso.

Detalles tan sutiles como el del bote de Oxicontina que el chico guarda en su escritorio y que usa para aplacar los dolores de una lesi¨®n y la enorme presi¨®n al que le somete su padre, obsesionado con el ¨¦xito de su hijo. El adictivo opi¨¢ceo, recetado como analg¨¦sico hasta generar una tragedia de salud p¨²blica en Estados Unidos, ha convertido un simple botecillo naranja en todo un s¨ªmbolo de este tiempo y tambi¨¦n en un lugar com¨²n para dar paso a cualquier escalada dram¨¢tica. Trey Edward Shults, que por supuesto no aprovecha el potencial cr¨ªtico que encierra esta letal pastilla creada por la industria farmac¨¦utica, mueve su c¨¢mara en permanentes y veloces c¨ªrculos para dar forma de ingobernable torbellino al drama familiar que describe. Un movimiento circular tambi¨¦n narrativo que se cierra con la historia de la hermana peque?a del infortunado deportista. Es este personaje el mejor y menos previsible, el ¨²nico que le da cierto sentido final a este agotador corro de la patata cargado de ramplona sordidez juvenil.