El tri¨¢ngulo de Henry Miller, June Manfield y Ana?s Nin sube a escena
Javier Giner dirige 'Taxi Girl', un texto de Mar¨ªa Velasco
Sobre esa alfombra de largo pelo rojo que cubre un sobrio despacho en Nueva York, pero tambi¨¦n un sofisticado club de alterne o un elegante apartamento de Par¨ªs, transcurre una de las historias de amor y sexo m¨¢s volc¨¢nica de la primera mitad del siglo XX. El tri¨¢ngulo formado por dos pesos pesados de la literatura, Henry Miller y Ana?s Nin, y la que fue esposa de Miller y prostituta June Mansfield ha dejado un largo rastro? de escitos a los que ahora se suma la obra de teatro Taxi Girl. Escrita por Mar¨ªa Velasco y dirigida por Javier Giner, el montaje es un grito feliz a favor de la libertad de amar que se representa en el Teatro Mar¨ªa Guerrero de Madrid, hasta el 15 de marzo, con Celia Freijeiro (Ana?s Nin), Eva Llorah (June Mansfield) y Carlos Troya (Henry Miller).
Taxi Girl narra la relaci¨®n del tr¨ªo entre 1923 y 1957, bas¨¢ndose en diarios, novelas y testimonios, pero la obra no presenta en orden cronol¨®gico los hechos. Situada en un marco atemporal, es el retrato de la soledad de los personajes y de unas mujeres libres e insumisas que, como apunta el director, no es que fueran adelantadas a su tiempo, sino que lo son ¡°incluso al nuestro¡±. Javier Giner, conocido en el mundo del cine como jefe de prensa de Pedro Almod¨®var y Pen¨¦lope Cruz, se estrena con este montaje como director teatral. ¡°Al leer el texto me record¨® a Tennessee Williams. Reconoc¨ª el arrojo y valent¨ªa de Mar¨ªa Velasco¡±, explicaba tras un ensayo la semana pasada.
?Y t¨² c¨®mo amas? Esa es la pregunta que Giner quiere plantear al espectador. Ha tratado de traer al presente a Miller, Nin y Mansfield para hacer una reflexi¨®n contempor¨¢nea sobre el feminismo, la creaci¨®n literaria, el maltrato, la prostituci¨®n, la relaci¨®n entre un hombre y una mujer o el amor homosexual. ¡°?Amamos desde la herida o desde la libertad? ?Qu¨¦ precio estamos dispuestos a pagar por ser libres en un mundo obsesionado con la moral?¡±, pregunta.
El director enfoc¨® el montaje con la firme decisi¨®n de no ser moralista, ni pacato ¡ªes una funci¨®n que no oculta los desnudos ni los juegos sexuales de estos tres amantes¡ª, pero Giner ha tenido especial cuidado en no caer en la obscenidad sobre el escenario. ¡°El tema del sexo era uno de los grandes retos. He reflexionado mucho sobre ello, porque hay una fina l¨ªnea entre ser descarnado y ser desagradable. Tratamos de ser honestos con lo que estamos contando sin ofrecer sexo gratuito, buscando la elegancia. Es una historia sin tab¨²es y la ¨²nica manera de llevarla a un escenario era quit¨¢ndome mis propios tab¨²es como director¡± explicaba.
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