Vicente Aleixandre: ¡°Viva la pudorosa impudicia de los cuerpos encendidos¡±
Salen a la luz las cartas que el poeta y premio Nobel envi¨® a su amigo el artista Gregorio Prieto, vinculado a la generaci¨®n del 27
"Tengo unos deseos enormes de vivir, chico, de salir a la vida. [...] Soy yo mi fuego y mi exaltaci¨®n y siento una apetencia del mundo y del amor que me har¨ªa abrazarlo hasta ser yo ¨¦l, hasta enajenarme en su extrav¨ªo". Es el lirismo y la pasi¨®n desatados en carta de Vicente Aleixandre a su amigo el pintor Gregorio Prieto, vinculado a la generaci¨®n del 27. Ambos mantuvieron una relaci¨®n muy afectuosa y un extenso intercambio epistolar desde 1924 hasta 1981, que recoge el libro Visitar todos los cielos (publicado por la Fundaci¨®n Banco Santander en su colecci¨®n Obra Fundamental), presentado este martes en Madrid. Son 76 misivas (13 de ellas no fechadas), "un material in¨¦dito en un 90%, que estaba en la Fundaci¨®n Gregorio Prieto, en la capital", ha dicho el ant¨®logo de la edici¨®n, el periodista y escritor V¨ªctor Fern¨¢ndez.
Prieto (Valdepe?as, Ciudad Real, 1897-1992) conoci¨® a Aleixandre (Sevilla, 1898-Madrid, 1984) en 1924, como certifica la primera ep¨ªstola de la publicaci¨®n, del 9 de octubre de ese a?o, que finaliza con un "abrazo de tu 'nuevo amigo" y a la que acompa?a con un poema, Adolescencia, publicado en su primer libro, ?mbito (1928). Desde ese momento, el v¨ªnculo ¡ªpor desgracia incompleto, porque las cartas de Prieto no se han encontrado¡ª se intensifica, con la impaciencia por verse de un adolescente: "Toda esta semana estar¨¦ en casa para que me telefonees por la tarde, menos el jueves y el viernes, que saldr¨¦ a las cinco y media. Hazlo, hazlo sin falta. Adi¨®s, hombre. Te espero. Abrazos", escribe Aleixandre.
Es tambi¨¦n un ejemplo de la agenda apretada, pero ordenada, que ten¨ªa el futuro premio Nobel de Literatura de 1977. "Era un catalizador del 27, aun¨® a pintores, escritores... por sus cartas se ve que deb¨ªan de ser unas veladas alegres y hedonistas", se?al¨® la autora Elvira Lindo en la presentaci¨®n del volumen. "Velintonia [por el nombre de la calle de la casa de Aleixandre] es un pa¨ªs en el que tiene cabida el amor oscuro, en el que los hombres pueden amar a los hombres". La Guerra Civil destruy¨® el grupo y casi la vivienda. "En el franquismo, Aleixandre se qued¨® solo con sus recuerdos".
La columnista de EL PA?S a?adi¨® de Visitar todos los cielos que "muestra una amistad s¨®lida, un amor arrebatado a quien recibe las cartas; Aleixandre quiere que el destinatario se suelte la melena, como hace ¨¦l". As¨ª, a finales de octubre de 1928 le dice: "?Qu¨¦ atormentada vida la del que no ha podido vivir! S¨ª, durante la juventud, prolongar la virginidad es delicioso [...]; pero hay que saberla entregar a tiempo para que no se seque como una flor malograda" [...]. Es el Aleixandre extasiado por la celebraci¨®n de la vida: "Quiero visitar todos los cielos, nada de la belleza me puede ser ajeno". "Viva la desnudez y la pudorosa impudicia de los cuerpos encendidos, prestos para el amor".
Para V¨ªctor Fern¨¢ndez, "no hay en la generaci¨®n del 27 un epistolario tan extenso como este; se escriben sobre todo en los a?os veinte". Sin embargo, como en toda amistad hubo tambi¨¦n sus recelos, en esta ocasi¨®n a causa de un chismorreo. Por una carta se deduce que a Prieto le debi¨® de llegar que Federico Garc¨ªa Lorca hab¨ªa hablado mal de ¨¦l. Para repararlo, una breve tarjeta, del 10 de octubre de 1931, escrita conjuntamente por Aleixandre, Manuel Altolaguirre, Garc¨ªa Lorca y Ernesto (personaje que no se ha podido identificar). "Te recuerdo muchas veces. Un abrazo muy fuerte de Manolo"; "Querid¨ªsimo Gregorio. Sirva esta tarjeta de fe notarial del cari?o, lealtad y admiraci¨®n que te tengo. Un abrazo muy grande de Federico"; "Espero no dieses cr¨¦dito m¨¢s nunca a la mala lengua. Gregorio, todos te queremos mucho, y m¨¢s que nadie Vicente", rubrica su amigo. "Son como los whatsaps de hoy", compar¨® Fern¨¢ndez.? ? ??
La edici¨®n salta de 1936 a 1947, un tr¨¢nsito explicable por la guerra, que empuj¨® a Prieto a instalarse esos a?os en Inglaterra. "En los cincuenta hay un altibajo", a?adi¨® Fern¨¢ndez. "En este caso por un malentendido. No se sabe la raz¨®n, pero Prieto hab¨ªa puesto en marcha una actividad editorial importante fuera de Espa?a y quiz¨¢s se frustr¨® alg¨²n proyecto conjunto", aventur¨®. En todo caso, la bonhom¨ªa de Aleixandre le hace quitar hierro al asunto: "Nada de indiferencia. Siempre te recuerdo cari?osamente y lo digo constantemente. ?Somos amigos desde 1924!".?
Un desacuerdo que no pod¨ªa acabar con una amistad tan profunda. "Aleixandre hab¨ªa sido su asesor sentimental, Prieto es con quien puede hablar de lo que no puede hablar con nadie. Le env¨ªa sus poemas... pero no hubo nada entre ellos...", asegur¨® Fern¨¢ndez, a pesar de pasajes ardientes: "Al tocarte yo experimentar¨ªa trasmitida la vibraci¨®n simp¨¢tica, af¨ªn. Tu carne blanca, como la tarde, acabar¨ªa rosa [...] Al separarnos parecer¨ªamos resquebrajados [...].
La uni¨®n, sin embargo, se enfr¨ªa. Hay constancia de la felicitaci¨®n por el Nobel y la ¨²ltima carta, de diciembre de 1981, es un bonito proyecto, pero queda por el camino: un libro de Prieto sobre Aleixandre y su obra. El poeta lo espera agradecido, "con el viejo recuerdo de larga amistad".
Retratista de Churchill y Greta Garbo
Gregorio Prieto se form¨® en la Academia de Bellas Artes de Madrid. Conoci¨® a Albert¨ª, pintor adem¨¢s de poeta, y al resto de la generaci¨®n del 27. En su estancia en Inglaterra destac¨® como retratista: Winston Churchill, Miguel de Unamuno, Federico Garc¨ªa Lorca, Jos¨¦ Ortega y Gasset, Ram¨®n G¨®mez de la Serna, Antonio Machado, Alexander Fleming, Greta Garbo, Alfonso XIII o Bette Davis posaron para ¨¦l.
Babelia
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