La mafia tambi¨¦n se gentrifica

The gentlemen supone el regreso de Guy Ritchie, ese eterno aspirante a Tarantino cockney, a los pizpiretos bajos fondos que definieron el car¨¢cter de sus primeras pel¨ªculas. De hecho su nuevo filme se mueve en aguas parecidas a las de su debut a finales de los a?os noventa con Lock,Stock and Two Smoking Barrels: las del tr¨¢fico de marihuana. The gentlemen es un enrevesado thriller c¨®mico sobre un mega capo de la droga de moda: la hierba, ¡°la nueva fiebre del oro¡±. Un padrino-verde con pasaporte estadounidense (Matthew McConaughey) que ha creado un imperio con la connivencia de los grandes familias de la isla, quienes a cambio de cash prestan sus magnificas tierras para cultivar la l¨²dica y medicinal droga.?

La pel¨ªcula es divertida (incluso a ratos muy divertida) pero con un ritmo tan hist¨¦rico (marca de la casa) y tan sobrecargada de referencias, gui?os autopar¨®dicos y trabalenguas que m¨¢s que marihuana parece inyectada de anfetamina pura. Ocurre en los bajos fondos pero unos bajos fondos tan pulcros y gentrificados que m¨¢s que olor a pinta de barril y v¨®mito el aroma es el de la cerveza artesanal de un gastropub de moda. Un rosario de marcas (solo en gafas de sol la publicidad est¨¢ servida) y ropa cara propia de ese nuevo Londres de futbolistas y nuevo ricos que en las dos d¨¦cadas que han pasado desde el primer filme de Ritchie han transfigurado la capital inglesa.

El enredo est¨¢ narrado por un sabueso interpretado por Hugh Grant, quien deja de lado su acento pijo y sus habituales personajes en la pantalla para dar vida con su acostumbrada gracia a un p¨ªcaro detective a sueldo del director de un tabloide. A Ritchie le pierde su gusto por el barullo verbal y visual pero acierta con el tono (a veces a ritmo del Free me de Paul Jones, otras del That¡¯s Enterteiment de The Jam) y con un grupo de actores capaces de seguirle el paso esp¨ªdico-c¨®mico-violento caracter¨ªstico de un cine juguet¨®n que sigue la estructura del sketch humor¨ªstico. La presencia de Grant, de Charlie Hunnam (en la piel de mat¨®n hipster) y la del siempre estupendo Mathew McConaughey hacen m¨¢s f¨¢cil la digesti¨®n de tantos platos diferentes. Aunque de forma insospechada es Colin Farrell quien en la piel de caricaturesco entrenador de gimnasio de boxeo explota su vena m¨¢s par¨®dica con un personaje secundario que directamente le roba la pel¨ªcula al resto del reparto.