El espa?ol que se enfrent¨® a Bobby Fischer
Paco Cerd¨¤ glosa en ¡®El pe¨®n¡¯ el duelo que tuvo lugar en 1962 entre Arturo Pomar y el campe¨®n mundial del ajedrez
Los apasionantes perfiles de Bobby Fischer y Arturo Pomar, dos genios encumbrados por los Gobiernos de sus pa¨ªses, y abandonados despu¨¦s cuando necesitaban ayuda, encarnan bien las miserias y grandezas de Estados Unidos y Espa?a, respectivamente. Paco Cerd¨¤ toma como percha en El pe¨®n (Pepitas de Calabaza) la primera partida entre ambos ajedrecistas, en 1962, y sobre ella cuelga historias impactantes de otros peones tan desdichados como necesarios para el progreso del mundo.
Hasta los espa?oles analfabetos, que no eran pocos (un 25% en 1939), sab¨ªan qui¨¦n era el ni?o prodigio Arturito Pomar (1931-2016), ensalzado sin mesura por el r¨¦gimen del general Franco desde que, a los 12 a?os, hizo tablas con el campe¨®n del mundo, Alex¨¢nder Aliojin, en el torneo de Gij¨®n. Nadie dudaba de que ten¨ªa talento para llegar a ser una gran estrella del ajedrez, pero hab¨ªa nacido en la ant¨ªtesis de un pa¨ªs apropiado.
Su momento cr¨ªtico es precisamente el punto de partida de El pe¨®n: el Torneo Interzonal de Estocolmo 1962, antesala del Campeonato del Mundo. Ese Gobierno que tanto le lisonje¨® tambi¨¦n le oblig¨® a pedir vacaciones no pagadas en la oficina de Correos donde trabajaba y a viajar solo, sin un entrenador que le ayudase a preparar partidas y analizar las aplazadas tras cinco horas de juego. Merode¨® la ansiada s¨¦ptima plaza clasificatoria durante las 18 primeras jornadas, pero fall¨® al final, agotado, porque apenas dorm¨ªa. Mucho m¨¢s grave: cuando volvi¨® de Estocolmo a Madrid comenz¨® a mostrar los primeros s¨ªntomas de una enfermedad mental que nunca lo abandon¨®.
Uno de los m¨¢s impresionados por el gran talento del cartero espa?ol en Estocolmo fue Fischer (1943-2008), otro genio con may¨²sculas, cuyo cociente de inteligencia era superior al de Einstein. Pero Fischer, utilizado por la Casa Blanca en la propaganda antisovi¨¦tica durante la Guerra Fr¨ªa ¡ªcuando destron¨®, en 1972, al campe¨®n del mundo Bor¨ªs Spasski¡ª y tratado con sa?a por ese mismo Gobierno despu¨¦s, es adem¨¢s el ejemplo de lo que nunca debe hacerse con los ni?os de gran talento para lo que sea: permitir que se obsesionen con su pasi¨®n y no se eduquen integralmente como seres humanos.
Fischer termin¨® siendo un enfermo mental grave. El neur¨®logo island¨¦s Kari Stefansson, que fue su amigo pocos a?os antes de que muriera, lo describe as¨ª: ¡°Las personas normales pensamos casi siempre dentro de los l¨ªmites de una caja, y solo a veces creamos algo excepcional desde fuera de la caja; los genios crean con frecuencia desde fuera, pero a veces no saben volver adentro; eso, que llamamos locura, es lo que le pas¨® a Fischer¡±.
Es muy improbable que un escritor o periodista no quede subyugado por los perfiles de Pomar y Fischer. Pero Cerd¨¤ fue m¨¢s lejos: tras identificarlos como ¡°peones de la historia¡±, localiz¨® la primera partida entre ambos ¡ªtermin¨® en tablas tras una lucha tit¨¢nica de siete horas¡ª en 1962. Y comprob¨® que es un a?o muy propicio para cosechar y glosar otros muchos peones de la historia, individuos cuyo ¡°sacrificio individual explica las luchas colectivas¡±.
De modo que el lector va y viene a cada rato de la agotadora partida de Estocolmo para conocer a esos brillantes desgraciados de diverso jaez: un guerrillero antifranquista perdido por la sierra en los a?os sesenta, h¨¦roes de la lucha por el racismo en Estados Unidos, un obispo que se enfrent¨® al franquismo, pacifistas, comunistas, fusilados y torturados a mansalva, feministas, personajes dignos de pel¨ªcula como Juli¨¢n Grimau o Dionisio Ridruejo¡, hasta la irresistible Marilyn Monroe.
Ese ¡°conocimiento de personas olvidadas por la sociedad a pesar de su importancia¡± ¡ªas¨ª lo defini¨® Cerd¨¤ en una reciente conversaci¨®n con EL PA?S¡ª est¨¢ trufado de saltos intermitentes a los pasajes m¨¢s jugosos de las apasionantes biograf¨ªas de ambos genios del ajedrez. ¡°Mi objetivo era que cada hecho o dato incluido en el libro est¨¦ debidamente documentado, sin concesiones a la ficci¨®n, por m¨ªnimas que pudieran ser¡±, explica el autor, quien adem¨¢s no emplea un solo anglicismo innecesario en toda la obra, algo noticioso ¡ªpor desgracia¡ª en los tiempos que corren.
El arriba firmante conoci¨® en persona a Pomar y Fischer. Y da fe de que es muy dif¨ªcil encontrar peones de la historia con mayor poder de atracci¨®n para que las aventuras y desventuras de otros seres tan fascinantes como infortunados pivoten sobre ellos.
BUSCA 'EL PE?N'
Autor: Paco Cerd¨¤.
Editorial: Pepitas de Calabaza, 2020.
Formato: 256 p¨¢ginas. 18 euros
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