El gran jefe blanco de los chicos malos
Bret Easton Ellis tiene asegurado un lugar en la historia literaria por haber sabido retratar con eficacia las lacras sociales de la era de Reagan
Bret Easton Ellis ten¨ªa 21 a?os y todav¨ªa no hab¨ªa terminado sus estudios universitarios cuando su primera novela, Menos de cero (1985) protagonizada por adolescentes desafectos, ricos y blancos, revolucion¨® la narrativa norteamericana desde su base de Los ?ngeles. Tres a?os despu¨¦s, desde Nueva York, en la otra costa del pa¨ªs, Jay McInerney complet¨® la labor de derribo con Luces de ne¨®n. Desencanto, nihilismo, malestar, glamur, sexo, r¨ªos de coca¨ªna, pesimismo e iron¨ªa en el seno de la clase privilegiada.
El sector editorial tom¨® inmediatamente nota. Hab¨ªa nacido el brat-pack literario, los chicos malos de la Generaci¨®n X. ?xito, fama y una necesidad de provocar disfrazado de cr¨ªtica social. Al grupo pertenec¨ªan mujeres como Tama Janowitz, autora de Esclavos de Nueva York o Jill Eisenstadt, pero aunque sus m¨¦ritos literarios eran parejos hicieron menos ruido y tardaron menos en caer en el olvido. El segundo libro de Ellis, Las reglas de la atracci¨®n (1987), una novela bastante convencional, fue recibido con indiferencia. Faltaba el ingrediente esencial del esc¨¢ndalo.
Las cosas cambiaron radicalmente con American Psycho (1991), un noir neoyorquino protagonizado por Patrick Bateman, ejecutivo de Wall Street de 26 a?os, violador y asesino en serie. Esta vez el esc¨¢ndalo antecedi¨® a la publicaci¨®n del libro. La aparici¨®n de algunos fragmentos en las revistas Time y Spy caus¨® tal revuelo que la editorial se apresur¨® a cancelar la publicaci¨®n, que inmediatamente capitaliz¨® un sello rival. Las quejas proven¨ªan principalmente de organizaciones feministas, que denunciaron la brutal misoginia del autor. Se intent¨® boicotear el libro y Ellis recibi¨® amenazas de muerte.
El escritor tiene asegurado un lugar en la historia literaria por haber sabido retratar con eficacia las lacras sociales de la era de Reagan, aunque siempre ha habido dudas acerca del valor art¨ªstico de su obra. Alguien tan dif¨ªcil de escandalizar como Norman Mailer dijo del autor de American Psycho que era un narcisista medianamente competente. Un detalle de la novela que hoy adquiere un valor peculiar es que el ¨ªdolo de Bateman es Donald Trump, quien acababa de publicar El arte de la negociaci¨®n, a la saz¨®n el libro del momento en Wall Street.
Posteriormente Ellis public¨® relatos y novelas como Glamourama y Lunar Park, cuyo impacto fue muy limitado. Hace mucho tiempo que el novelista lleva una vida prudente y convencional y ha trasladado su malestar a las plataformas que son su podcast y su cuenta de Twitter. El a?o pasado, tras casi una d¨¦cada de silencio editorial, public¨® en EE UU su primera obra de no ficci¨®n: Blanco, conjunto de ocho ensayos, entre los que figuran algunas reminiscencias autobiogr¨¢ficas, y que en su conjunto se supone que constituyen una denuncia de la cultura contempor¨¢nea estadounidense en forma de ataque a los valores de una imprecisa izquierda liberal. En el punto de mira est¨¢n lo que ¨¦l considera obsesiones desenfocadas a la hora de tratar asuntos como el racismo o la diversidad.
Ellis se siente orgulloso de los logros de la Generaci¨®n X y se lamenta de la blandenguer¨ªa de los milenials, con su ciega defensa de la correcci¨®n pol¨ªtica patente en movimientos como #MeToo o Black Lives Matter, o la claudicaci¨®n de Hollywood ante la polic¨ªa del pensamiento. Son cuestiones que es importante examinar bien, pero Ellis lo hace de manera ambigua. As¨ª, cuando critica a los cr¨ªticos de Trump no est¨¢ claro si simpatiza con ¨¦l o no. La primera incursi¨®n del autor en el ¨¢mbito de la no ficci¨®n ha sido recibida con opiniones fuertemente encontradas. Cuenta con adhesiones, pero son mayor¨ªa quienes le acusan de haberse apropiado de un discurso que al final se vuelve contra ¨¦l.
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