El ego borrascoso de Bret Easton Ellis
El autor de 'American Psycho', recorre estos d¨ªas Europa presentando su autobiograf¨ªa, 'White', y las redes arden a su paso, erigido como est¨¢ en defensor de todo lo odiable
Hay un fantasma recorriendo Europa estos d¨ªas, y es uno que, de ni?o, fue a clase con Laura Dern, en alg¨²n lugar de Los ?ngeles. En la portada de su ¨²ltimo libro, su primer memoir ¨C si evitamos considerar la primera parte de Lunar Park como biograf¨ªa ¨C, se define en ocho palabras, entre ellas, hater, tuitero, y, por supuesto, hombre, blanco, y privilegiado. Bret Easton Ellis envejece ¨C y, dice, engorda ¨C, pero no pierde el punch de enfant terrible. O, en realidad, se aferra a ¨¦l como si no hubiera un ma?ana, porque para los de su clase, no lo hay. De ah¨ª, quiz¨¢, que haya bautizado, en un ataque de rabiosa iron¨ªa bully, a la generaci¨®n de su novio millenial, generaci¨®n de nenazas.
As¨ª, mientras el escritor que otro tiempo fue archifamoso, y que hoy es casi por completo desconocido para todo aquel que no pis¨® los 90 como lector ya entrenado, habla del mejor momento de su vida ¨C el verano de 1991, cuando acababa de publicarse American Psycho y ¡°nada pod¨ªa ir peor¡±: recib¨ªa amenazas de muerte mientras los ceros aumentaban en su cuenta corriente, y se sent¨ªa ¡°por primera vez, libre de todo peso¡±, pues el monstruo estaba por fin ah¨ª fuera ¨C, y su pasi¨®n por la est¨¦tica ¨C y lo mucho que ¡°aborrece¡± la ideolog¨ªa ¨C, mientras reivindica a Joan Didion, carga contra aquellos que cargan contra Donald Trump. ?Bromea? No. Cree que la reacci¨®n neopuritanista contra Trump es peor que el propio Trump.
Entonces ?es Bret Easton Ellis, el autor de la salvaje y, seg¨²n Alberto Manguel ¨C que la desterr¨® para siempre de su enorme y famosa biblioteca ¨C, repulsivamente inmoral American Psycho, el tipo que opina que a David Foster Wallace le destruy¨® su incapacidad para la ficci¨®n, el hombre que dijo que a Kathryn Bigelow (D¨ªas extra?os, En tierra hostil) se la sobrevalora ¡°por estar buena¡±, y que critic¨® a la nominada al Oscar Moonlight por perpetuar la narrativa victimista homosexual, un ofendidito? ?Est¨¢, como bien alerta Luc¨ªa Lijtmaer en su reciente y muy oportuna aproximaci¨®n al fen¨®meno, el mini ensayo titulado Ofendiditos (Anagrama), criminalizando Ellis cualquier tipo de protesta?
Se dir¨ªa que eso es lo que parece. Aunque tambi¨¦n podr¨ªa pensarse que nada le gusta m¨¢s a Ellis que lanzarse contra las hordas de haters. Que tiene el ego borrascoso de un provocador que no morir¨¢ nunca, que solo cambiar¨¢ de forma. Pensemos en White, el libro del que estos d¨ªas habla a este lado del charco, y en la revelaci¨®n sobre el verano de 1991. Su verano m¨¢s feliz fue el verano en que explot¨® la bomba Patrick Bateman, el personaje que encarna todo lo odiable ¨C Bateman no solo es un asesino en serie cruel y despiadado, es mis¨®gino, racista, hom¨®fobo y el colmo de la superficialidad: es fan de Phil Collins ¨C de toda sociedad que se entienda a s¨ª misma como sociedad.
?Quiere eso decir que est¨¢ tom¨¢ndonos el pelo? Puede. O puede que haya dejado de tom¨¢rnoslo. Tal vez todo lo que antes maquillaba la ficci¨®n ¨C ¨¦l mismo admiti¨®, 20 a?os despu¨¦s de su publicaci¨®n de American Psycho, que Bateman nunca hab¨ªa estado basado en su padre, como hab¨ªa dicho en un principio, sino que lo estaba, en realidad, en la parte m¨¢s vac¨ªa y cruel y horrible de s¨ª mismo ¨C, ahora no necesita maquillar una realidad que se vuelve, a cada paso, m¨¢s delirantemente ficticia. White ¨C Blanco ¨C llegar¨¢ a Espa?a en febrero de 2020, v¨ªa Literatura Random House, que tambi¨¦n reeditar¨¢, coincidiendo con su casi 30 aniversario, American Psycho. Y entonces lo comprobaremos.
Babelia
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