Bon Iver y la caba?a del buen invierno
Justin Vernon ya no se reconoc¨ªa a s¨ª mismo hasta que decidi¨® refugiarse en un bosque de Wisconsin
En Cicely, un pueblecito de Alaska, sus habitantes ten¨ªan una costumbre: salir a la calle a celebrar la primera nevada del a?o. Todos se dirig¨ªan a la plaza principal, se abrazaban, se besaban y se deseaban un buen invierno. Desear a otra persona un buen invierno en Alaska debe ser como desear un buen verano a alguien en el Caribe. Es un deseo que se podr¨ªa decir que nunca caduca, aunque haya que renovarlo con un tr¨¢mite formal como la primera nevada o cualquier otro rito que nos recuerde que la vida en todas partes tiene estaciones, conserva un orden.
Aquel ritual marc¨® a un tipo que los hab¨ªa perdido. Un tipo que viv¨ªa sin reglas y que estaba desahuciado de s¨ª mismo. Ese tipo se llamaba Justin Vernon y en 2007 estaba tan cerca del abandono que ya no se reconoc¨ªa. Justin amaba la m¨²sica desde ni?o y ten¨ªa una banda con sus amigos, creada en una localidad de Wisconsin, pero decidi¨® dejarla porque no se sent¨ªa seguro con el rumbo art¨ªstico despu¨¦s de dos discos. Ellos continuaron, pero ¨¦l se fue y se qued¨® solo. Su salida de la banda coincidi¨® poco despu¨¦s con otra ruptura, a¨²n m¨¢s dolorosa: su novia y ¨¦l pusieron fin a su relaci¨®n. Como las desgracias, dicen, nunca vienen solas, hubo una m¨¢s en la vida de Justin: sufri¨® una mononucleosis, con complicaciones inesperadas y que le llevaron a verse m¨¢s muerto que vivo.
Justin estaba roto, como un cristal reventado por los golpes. Tras pasar una temporada viviendo en casa de su amigo Kelly Crisp, al que hab¨ªa ayudado a grabar su primer disco con su banda The Rosebuds, se march¨® a una caba?a, perdida en un bosque de Wisconsin. Estaba desesperado por encontrar un sentido a la vida. Solo, sin m¨¢s compa?¨ªa que sus guitarras y un DVD, Justin se encerr¨® como si el mundo ah¨ª fuera, m¨¢s all¨¢ de la nieve, se cobrase a todas horas v¨ªctimas, convertido ya como un lugar irreal que conspiraba contra todos. Dentro, en la caba?a, quiz¨¢ estaba m¨¢s a salvo. O quiz¨¢, simplemente, estaba huyendo sin m¨¢s.
Justin se llev¨® consigo la serie Doctor en Alaska y una noche vio el cap¨ªtulo en el que los habitantes de Cicely salen a la calle a desearse un buen invierno. Fue una revelaci¨®n. Encontr¨® lo que estaba buscando. Salir a la plaza principal a desearse un buen invierno con la primera nevada ten¨ªa algo de revolucionario. Si las revoluciones prenden por detalles insignificantes, Justin Vernon ya ten¨ªa la suya.
Sin apenas medios y con recursos precarios, se ayud¨® de su imaginaci¨®n para escribir canciones de folk confesionales. Un recreo ¨ªntimo y cocinado a fuego lento con guitarras ac¨²sticas superpuestas, slides chisporroteantes, percusiones susurradas, t¨ªmidos teclados, vientos ligeros y un quebradizo canto en falsete con el que se?alaba su estado dolido. Bajo esta atm¨®sfera casera, naci¨® For Emma, Forever Ago, un disco que es un di¨¢logo interior de Justin consigo mismo y todos sus fantasmas. De hecho, Emma es un fantasma. No es su novia, sino que es el fantasma de todas sus relaciones fallidas. Emma planea por la caba?a como la nieve cubre el paisaje del bosque. Justin habla con ella, la busca, la suplica, la cuestiona, la canta. ¡°Vamos amor consumido, ?qu¨¦ ocurri¨® aqu¨ª? / Se seca la esperanza, mal sujeta a m¨ª¡±, canta en Skinny Love.
A veces, hay encierros que consiguen sacar lo mejor de la condici¨®n humana. For Emma, Forever Ago suena fr¨¢gil desde su primera canci¨®n, pero su folk fantasmag¨®rico persigue el territorio contrario: la vida. Desde las profundidades de la soledad, este ¨¢lbum es una catarsis cuando consigue mostrar la importancia de la calidez humana: el reconocimiento de nuestra propia piel y el contacto con los otros, con todos aquellos que tambi¨¦n viven el invierno.
Cicely es un pueblo remoto, tan remoto que es imaginario, como lo son sus habitantes. Uno de los lugare?os una vez dice c¨®mo llegar hasta este lugar: ¡°Coges la carretera y te diriges al norte, sin destino fijo, y, justo cuando crees que has perdido contacto con todo lo real, te encuentras con Cicely¡±. Justin Vernon lo encontr¨®, tanto que cont¨® Kelly Crisp que un d¨ªa le lleg¨® desde la caba?a una carta de agradecimiento de su amigo por su hospitalidad en aquellos tiempos de zozobra y en el lugar de la firma se pod¨ªa leer: ¡°Buen invierno¡±. Refugiado entre monta?as de nieve, Justin Vernon pas¨® a llamarse Bon Iver, que en franc¨¦s significa ¡°buen invierno¡± y era el t¨¦rmino exacto con el que se deseaban lo mejor los unos a los otros en Cicely.
Babelia
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