Kit de supervivencia cultural para el encierro (d¨ªa 21)
'Babelia¡¯ recomienda los mejores libros, discos, pel¨ªculas, series, c¨®mics y videojuegos para disfrutar en casa
Babelia propone un libro, un disco, una pel¨ªcula, una serie, un c¨®mic y un videojuego cada d¨ªa, mientras dure el confinamiento en los hogares y la par¨¢lisis del sector del ocio, para poder disfrutar de la cultura desde casa.
UN DISCO: Clandestino, de Manu Chao
¡°T¨² no tienes la culpa mi amor de que el mundo sea tan feo¡±, canta Manu Chao en L¨¢grimas de oro, uno de los temas de Clandestino. Esto fue hace m¨¢s de 20 a?os. ?Hemos mejorado? Seguramente Manu Chao representa el clavo al que agarrarnos: el mundo est¨¢ horroroso, pero cantemos con alegr¨ªa hasta llegar a la pr¨®xima estaci¨®n, Esperanza. Clandestino es un disco con un guion totalmente opuesto a los tiempos encerrados que estamos viviendo. Manu Chao lo compuso, lo escribi¨® y lo grab¨® en permanente ruta, mayormente por Latinoam¨¦rica. Finalizada de una forma traum¨¢tica su d¨¦cada con Mano Negra, el m¨²sico parisino cogi¨® su guitarra y se fue donde el viento le llevara. No es una m¨²sica fren¨¦tica, como Mano Negra.
El primer trabajo en solitario de Manu Chao es suave, cadencioso, casi siempre con el ritmo reggae como motor. Son canciones breves (solo seis de las 16 superan los tres minutos), pinceladas, letras de denuncia que se cantan con una sonrisa. Clandestino tuvo una repercusi¨®n arrolladora y sorpresiva: un disco cantado en un 90% en espa?ol vendi¨® tres millones de ejemplares en todo el mundo. Manu Chao se hizo una estrella planetaria, un tipo que deb¨ªa opinar de todo, alguien al que hab¨ªa que hacer caso. Lo mismo le pas¨® a Bob Dylan en los sesenta. Los dos reaccionaron igual: huyeron, se escaparon. No quer¨ªan liderar nada. Hoy, Clandestino suena igual de vivificante que en 1998. Las cosas que cuenta Manu Chao en esas canciones (el rechazo al inmigrante, las fake news, la avaricia del poderoso¡) lejos de remitir se han amplificado. Por eso ¨¦l sigue viajando y difundiendo el mismo mensaje. Carlos Marcos
Clandestino. Manu Chao. EMI, 1998. El disco se puede escuchar en Spotify y Apple Music.
UN LIBRO: Cartas, de Emily Dickinson
¡°El hogar y el vagar, todo es uno¡±, escribi¨® Emily Dickinson (1830-1886) a uno de sus pocos amigos. Sab¨ªa de qu¨¦ hablaba. Se pas¨® la vida sin salir apenas de la casa familiar de Amherst (Massachusetts) y no necesit¨® m¨¢s. Los 2.000 poemas -en vida public¨® ocho- y 1.000 cartas que conservamos de ella la convierten en uno de los grandes nombres de la literatura de siempre. Metida entre cuatro paredes. ¡°Me pregunta sobre mis compa?¨ªas. Las colinas, se?or, y el crep¨²sculo. Y un perro, tan grande como yo, que me compr¨® mi padre¡±. Su padre le compr¨® tambi¨¦n muchos libros, pero le ped¨ªa que no los leyera: ¡°Tiene miedo de que me confundan¡±. Con su madre solo se llev¨® bien al final, cuando enferm¨® y la escritora se dedic¨® a cuidarla. El dolor la enterneci¨®. Todo fue distinto. ¡°Muri¨® una madre m¨¢s completa que la que ya hab¨ªa muerto antes¡±, escribi¨® a sus primas.
Esas primas son las grandes destinatarias de unas cartas que valdr¨ªan por s¨ª solas para situar a su autora en el canon universal. El otro gran corresponsal es Thomas Wentworth Higginson, editor de la revista The Antlantic Monthly, que no supo calibrar la hondura de la obra de aquella mujer ¡°peque?a como un gorri¨®n¡± siempre vestida de blanco. Le sirvi¨®, eso s¨ª, para tener con quien hablar de literatura: ¡°Si leo un libro y hace que mi cuerpo entero se sienta tan fr¨ªo que no hay fuego que lo pueda calentar, s¨¦ que eso es poes¨ªa. Si f¨ªsicamente me siento como si me levantasen la tapa de los sesos, s¨¦ que eso es poes¨ªa. Es la ¨²nica manera de saberlo. ?Hay alguna otra?¡±. En marzo de 1886, despu¨¦s de un largo tiempo sin escribir a sus primas, retoma el contacto: ¡°Apenas s¨¦ por d¨®nde empezar, pero el amor es siempre el lugar seguro¡±. Dos meses m¨¢s tarde, les mand¨® dos l¨ªneas ir¨®nicas y clarividentes: ¡°Primitas: Me reclaman¡±. Fue la ¨²ltima carta que escribi¨®. Muri¨® el s¨¢bado 15 de mayo. Javier Rodr¨ªguez Marcos
Cartas. Emily Dickinson. Traducci¨®n de Nicole d¡¯Amonville Alegr¨ªa. Lumen, 2009. Disponible en Todos tus libros y Fnac. Una ampl¨ªsima selecci¨®n de es correspondencia puede leerse gratuitamente en ingl¨¦s en los Dickinson Electronics Archives.
UNA PEL?CULA: Her, de Spike Jonze
Ya se escucha el rechinar de dientes: ¡°Una pel¨ªcula de modernos¡±. S¨ª. ¡°De Spike Jonze, que es un moderno¡±. Tambi¨¦n. ¡°Y protagonizada por Joaquin Phoenix como un escritor que en un futuro pr¨®ximo en Los ?ngeles empieza una relaci¨®n especial con un sistema operativo inform¨¢tico con voz de Scarlett Johansson. El ep¨ªtome de los modernos¡±. Cierto de nuevo. M¨¢s all¨¢ de la valoraci¨®n de si lo moderno es bueno, malo o mediopensionista, Her es una honda reflexi¨®n sobre la inherente pulsi¨®n del ser humano por comunicarse, por transmitir y sentir que alguien ha recibido y entendido esa transmisi¨®n de sentimientos. Spike Jonze dirige cada vez menos largometrajes de ficci¨®n ¨CHer es el ¨²ltimo, y lo estren¨® en 2013¨C mientras se involucra mucho m¨¢s en su gran pasi¨®n: los videos musicales: actualmente est¨¢ con la posproducci¨®n de un documental sobre los Beastie Boys. L¨¢stima. En Her sigue con firmeza esta historia de amor entre el personaje de Phoenix, un tipo solitario encarando el final de un proceso de divorcio, y el sistema operativo llamado Samantha en honor a la actriz que puso la voz durante el rodaje del filme, y por tanto dio la r¨¦plica a Phoenix en el plat¨®: Samantha Morton. Cuando empez¨® el montaje, Jonze decidi¨® que aquello no funcionaba y, con el visto bueno de Morton, llam¨® y la sustituy¨® por Johansson, que se convierte as¨ª en una extra?a bisagra cinematogr¨¢fica. Ella tambi¨¦n protagoniz¨® en 2003 otra historia de incomunicaci¨®n,?Lost in Translation, en la que la directora, Sofia Coppola, ahondaba en la soledad que sinti¨® en la vida real en su relaci¨®n sentimental con¡ Spike Jonze. Y ambos t¨ªtulos ganaron el mismo Oscar, el de mejor guion original. Gregorio Belinch¨®n
Her. Spike Jonze. 2013. La pel¨ªcula est¨¢ disponible en iTunes.
UNA SERIE: El Ministerio del Tiempo
Una serie espa?ola de viajes en el tiempo. La idea ten¨ªa todas las papeletas para terminar en desastre. Sin embargo, El Ministerio del Tiempo es una de las ficciones m¨¢s alabadas y premiadas de las producidas en Espa?a en los ¨²ltimos a?os. En ella, una patrulla con miembros procedentes de diferentes momentos de la historia (un enfermero del siglo XXI, un soldado de los tercios de Flandes y una universitaria del siglo XIX; m¨¢s tarde se unen otros personajes) tendr¨¢n que viajar en el tiempo para tratar de que las cosas sigan como hasta ahora y que nadie altere el pasado, con las consecuencias imprevisibles que eso podr¨ªa traer.
La serie de TVE, creada por Pablo y Javier Olivares, es puro entretenimiento y, al mismo tiempo, muy did¨¢ctica. El mejor ejemplo del tipo de contenido por el que debe apostar una cadena p¨²blica. Por sus tramas desfilan personajes como Lope de Vega, Isabel la Cat¨®lica, Alfred Hitchcock, Francisco de Goya, Alfonso II, Luis Bu?uel, Isabel de Portugal, Mar¨ªa Pita, Ram¨®n y Cajal, Hitler o Isabel II. Mira a nuestro pasado desde una perspectiva cr¨ªtica y se esfuerza por traer al primer plano a personajes y momentos hist¨®ricos no demasiado conocidos.
El Ministerio del Tiempo ha sido y es una serie importante. Arriesgada, ambiciosa, llena de referencias culturales y populares. Desde su primera temporada, el respaldo de los minist¨¦ricos la convirti¨® en una de las producciones m¨¢s citadas y queridas, vista por muy diferentes v¨ªas, no solo en su emisi¨®n tradicional, y acompa?ada por una estrategia transmedia envidiable. Ahora est¨¢ a punto de regresar a nuestras vidas. Justo cuando m¨¢s la necesitamos. Natalia Marcos
El Ministerio del Tiempo. Javier y Pablo Olivares. TVE. 2015. Sus tres temporadas se pueden ver a la carta en TVE y en HBO Espa?a.
UN C?MIC: Barcelona. Los vagabundos de la chatarra, de Jorge Carri¨®n y Sagar Forni¨¦s
Un d¨ªa, el c¨®mic se hizo reportaje period¨ªstico. No est¨¢ muy claro cu¨¢l fue el momento exacto, aunque algunos se?alan los c¨®mics de Joyce Brabner y Lou Ann Merkle en Real War Stories, a finales de los 80. Otros apuntan incluso antes, al relato costumbrista de la realidad de los suburbios de las ciudades americanas que Richard F. Outcault mostraba en Hogan¡¯s Alley desde finales del XIX en la prensa americana. Pero lo cierto es que la asimilaci¨®n del lenguaje del c¨®mic en la pr¨¢ctica period¨ªstica llegar¨ªa definitivamente con las obras de Joe Sacco: sus reportajes sobre Palestina o Serbia en formato de c¨®mic fueron un revulsivo que abri¨® las puertas de todo un nuevo g¨¦nero del noveno arte, que est¨¢ consolid¨¢ndose con fuerza en el c¨®mic, con obras como El Fot¨®grafo o La Grieta, pero tambi¨¦n desde la prensa, con ejemplos tan interesantes como la digital The Nib o la impresa La Revue Dessin¨¦e.
En Espa?a, uno de los mejores ejemplos de esta aproximaci¨®n a la historieta lo tenemos en Barcelona. Los vagabundos de la chatarra, de Jorge Carri¨®n y Sagar Forni¨¦s (Norma Editorial), una rigurosa y completa investigaci¨®n sobre la realidad escondida tras el reciclaje urbano de la chatarra en la Ciudad Condal, que abre todo un relato de la exclusi¨®n social en el panorama urbano. Siguiendo los carros de supermercado llenos de metales se llega a los sintecho, a la okupaci¨®n y a la explotaci¨®n de la miseria, mostrando una realidad urbana muy diferente a las postales que pueblan las gu¨ªas tur¨ªsticas. Otra ciudad, desconocida, que es mostrada desde una aproximaci¨®n in¨¦dita en la que guionista y dibujante forman parte del reportaje period¨ªstico como protagonistas, mostrando en un ejercicio casi metaling¨¹¨ªstico el progreso de su trabajo visual que es, a su vez, el avance de su investigaci¨®n. ?lvaro Pons
Barcelona. Los vagabundos de la chatarra. Jorge Carri¨®n y Sagar Forni¨¦s. Norma Editorial, 2015. El c¨®mic est¨¢ disponible, en versi¨®n impresa y electr¨®nica, en Todos tus libros, Fnac y Amazon.
UN VIDEOJUEGO: Super Smash Bros. Ultimate
Fren¨¦tico es poco. En 1999 Nintendo sac¨® para su consola de sobremesa (entonces la Nintendo 64) un juego de lucha at¨ªpico: Super Smash Bros. Donde otros juegos de peleas (Street Fighter, Tekken, Mortal Kombat) buscaban crudeza y sangre, este ofrec¨ªa colorido, rapidez y el carisma de los luchadores: de Mario a Donkey Kong, pasando por Pikachu o Kirby, en el juego se enfrentaban a mamporros todas las estrellas de los juegos de Nintendo. Era una propuesta diferente: m¨¢s pl¨¢stica, menos violenta, apta para todos los p¨²blicos pero igual de competitiva. Fue un ¨¦xito may¨²sculo.
El juego se fue refinando, mejorando y aumentando el n¨²mero de contendientes con cada generaci¨®n hasta llegar al m¨¢s reciente, Super Smash Bros. Ultimate (2018), para Nintendo Switch, una burrada epil¨¦ptica en la que casi 80 personajes jugables se pegan de tortas, con un modo historia muy competente y toda la diversi¨®n que siempre ha caracterizado a la saga. Un espect¨¢culo total que no puede esconder su alma de homenaje a los videojuegos. Jorge Morla
Super Smash Bros. Ultimate. Nintendo, 2018. El juego est¨¢ disponible para Nintendo Switch.
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