Mary Cassatt y la estafa del genio
Los museos han cerrado sus puertas, pero la contemplaci¨®n del arte sigue abierta. Cada d¨ªa, recordamos la historia de una obra que visitamos a distancia. Hoy: ¡®Mujer sentada con un ni?o en brazos', de la pintora impresionista
Lee Krasner fue por un d¨ªa Mary Cassatt. La pintora abstracta expresionista fue arrestada en Nueva York el 1 de diciembre de 1936 junto con otros 236 manifestantes por protestar contra el abrupto despido de quinientos modelos y artistas del Works Progress Administration (WPA). Para dar empleo durante la crisis de 1929, el presidente de EE UU Franklin D. Roosevelt hab¨ªa puesto la inversi¨®n social a pleno rendimiento y se hicieron carreteras, presas, obras p¨²blicas, y a los artistas, actores, escritores y m¨²sicos tambi¨¦n se les pag¨® por hora. Su cometido era contribuir al desarrollo cultural de la naci¨®n. En la comisar¨ªa de la polic¨ªa neoyorquina se empezaron a escuchar los nombres de los arrestados: Miguel ?ngel, Pedro Pablo Rubens, Pablo Picasso, Paul C¨¦zanne, JMW Turner¡ Un troleo hist¨®rico al que a Krasner le cost¨® sumarse por la escasez de nombres de mujeres artistas reconocidas por la historia del arte. Termin¨® dando con el de Mary Cassatt, la pintora impresionista: ¡°No ten¨ªa muchas opciones, ya sabes, era Rosa Bonheur o Mary Cassatt¡±, explic¨® la pintora norteamericana, que por entonces todav¨ªa trabajaba bajo la notable influencia de Piet Mondrian.
M¨¢s de ocho d¨¦cadas despu¨¦s, las referencias femeninas no se han ampliado. Hace unos meses, el BOE public¨® el contenido de la evaluaci¨®n de los alumnos de segundo de Bachillerato para su acceso a la universidad: en la asignatura Fundamentos del Arte II, desde el Romanticismo hasta el arte de nuestros d¨ªas ¡ªdos siglos y medio de historia¡ª, solo se cita a tres mujeres pintoras. En el bloque dedicado a las vanguardias aparecen dos de ellas (la otra es Tamara de Lempicka) bajo el ep¨ªgrafe: ¡°Compara la obra pict¨®rica de las pintoras Berthe Morisot y Mary Cassatt con los pintores coet¨¢neos¡±. El criterio no es el mismo con los artistas masculinos, que reclama al alumnado que ¡°identifique¡±, ¡°analice¡± o ¡°describa¡±. Para la obra de ellas se pide una ¡°comparativa¡± con ellos. Solas no pueden ser. La idea de ¡°genio¡± es una categor¨ªa masculina inventada para excluir a las mujeres del canon, sin opciones para la formaci¨®n y realizaci¨®n del oficio art¨ªstico. Esa noci¨®n de fuerza sobrenatural de la genialidad, que identifica a seres elegidos, intocables y supremos que disfrutan de un don desde su nacimiento y, adem¨¢s, no pueden ser mujer, se mantiene inc¨®lume en los libros de los estudiantes y en los museos en el siglo XXI.
Cassatt ¡ªvinculada a Degas, como Krasner a Pollock¡ª fue una mujer de tendencias claramente feministas, que pas¨® de pintora de la vida moderna a retratista de la maternidad. La norteamericana, formada en Par¨ªs, tan h¨¢bil en el dibujo como Degas o Pissarro y mejor que ellos en el uso del color, irrumpi¨® en un mundo de burdeles, caf¨¦s de noche y espacios reservados para la mujer que se exhibe, pero vetados para la que crea. Ella inaugura otra manera de representarlas, al margen de esa modernidad que hizo del cuerpo desnudo de la mujer su territorio de actuaci¨®n. Fue la historiadora Griselda Pollock quien ¡ªun siglo despu¨¦s de la actividad de la pintora¡ª rehabilita a la pintora como figura capital en el impresionismo y en el movimiento sufragista americano. Una parte del feminismo cuestiona sus visiones maternales, aunque secularizase las tradicionales im¨¢genes de la Virgen y el ni?o. As¨ª ocurre en la extraordinaria pintura que conserva y expone el Museo de Bellas Artes de Bilbao: Mujer sentada con un ni?o en brazos (1890). Mientras ellos se iban de fiesta, ellas custodiaban los espacios privados. Cassatt evit¨® el costumbrismo, a pesar de las escenas dom¨¦sticas y maternales, gracias a la dignidad con la que mir¨® a las mujeres.
Visita virtual: Mujer sentada con un ni?o en brazos (1890), de Mary Cassatt, conservado en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.