Cees Nooteboom: ¡°Los hombres somos incurables¡±
El escritor holand¨¦s, ganador del premio Formentor, a?ora su Menorca habitual y ha terminado un poemario sobre la pandemia. En esta entrevista confinada recomienda varios libros
Babelia prosigue el programa ?Qu¨¦ est¨¢s leyendo? en formato confinamiento, con el que intenta un recorrido por las lecturas de autores en distintas partes del mundo. Claudia Pi?eiro, desde Buenos Aires, fue la primera. Marta Sanz nos habl¨® aqu¨ª desde Madrid y Guadalupe Nettel lo hizo desde M¨¦xico. Hoy, Cees Nooteboom, desde Alemania. El escritor holand¨¦s acaba de recibir el premio Formentor.
En un lugar de Alemania que no quiere revelar, al holand¨¦s Cees Nooteboom le ha pillado el confinamiento bien acompa?ado: en una casa antigua plagada de libros perteneciente a una amiga, en medio del campo y a dos horas de M¨²nich. "De alguna manera un escritor como yo siempre vive en confinamiento", cuenta desde su retiro en Alemania. "Esto es extremadamente tranquilo y eso me gusta. Soy un privilegiado, veo cada noche TVE, el telediario, y s¨¦ que soy un privilegiado, est¨¢n pasando cosas horribles. Aqu¨ª para trabajar ha sido fant¨¢stico". Esta entrevista se realiz¨® antes de que fuera galardonado, este mi¨¦rcoles, con el prestigioso premio Formentor.
La comunicaci¨®n es dif¨ªcil por videoconferencia, pero alcanza para escucharle su valoraci¨®n de lo que supondr¨¢ este episodio para la humanidad: ?Cree que tenemos que cambiar la forma de vivir, las prisas, el amontonamiento? Y ah¨ª es esc¨¦ptico: "Somos incurables, habr¨¢ la misma prisa, estamos viendo que hay gente que no tiene capacidad de reflexionar sobre lo que ha pasado. Soy c¨ªnico porque creo que los hombres son incurables".
El autor nacido en 1933 en La Haya vivi¨® la Segunda Guerra Mundial y encuentra en esta pandemia una atm¨®sfera parecida: las calles vac¨ªas, la incertidumbre, el temor. En aquel tiempo su padre le env¨ªo al campo para alejarle de la ciudad: "Hab¨ªa hambre en La Haya, la gente mor¨ªa y mi padre me envi¨® a la provincia. Me daban pan y mantequilla y enferm¨¦ porque pesaba menos de 50 kilos. Esta atm¨®sfera de calles vac¨ªas me da la misma impresi¨®n". Ahora tambi¨¦n ha enfermado, como confiesa, pero por fortuna no de coronavirus.
A sus 86 a?os, a¨²n muy activo, echa de menos su Menorca habitual, donde pasa buena parte del a?o, ha tenido que suspender una gira por Jap¨®n y alg¨²n otro viaje, pero no se ha quedado parado. Acaba de concluir un poemario sobre el virus, Canto del tiempo del virus, y se prepara para publicar en oto?o en Espa?a, EE UU y Francia su nuevo libro, Venecia: El le¨®n, la ciudad y el agua. Tampoco ha dejado de leer.
"Para m¨ª Menorca es tambi¨¦n mi tierra, no puedo ir y en el futuro inmediato no creo que podamos ir, es una l¨¢stima. Hay much¨ªsimos extranjeros para los que Espa?a es tierra amada y no podr¨¢n ir en mucho tiempo".
Notteboom habla de estos libros:
¨C Su nuevo libro ser¨¢ Venecia, el le¨®n, la ciudad y el agua (t¨ªtulo provisional), que publicar¨¢ Siruela. Se publicar¨¢ tambi¨¦n en Estados Unidos y en Francia. "Venecia est¨¢ cerrada, pero la gente puede viajar conmigo a trav¨¦s de mi libro, es un libro de viajes sobre una ciudad que me encanta, que suele estar llena de turistas y ahora ser¨¢ paradis¨ªaco".
Adem¨¢s, el autor recomienda:
¨C Calle Este-Oeste, Philippe Sands (Anagrama).
¨C The Ratline, del mismo autor (a¨²n no publicado en Espa?a).
¨C La ¨²ltima comisi¨®n del Doctor Weiss, Lars Gustafsson.
¨C Todtnauberg, la historia de Paul Celan, Martin Heidegger y su imposible encuentro. Peter Kunisch.
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