_
_
_
_
LECTURA

Los lobos de Stanislav

Paul Auster emprendi¨® un viaje a Ucrania siguiendo el rastro del abuelo al que no conoci¨®. Descubri¨® un lugar marcado por la destrucci¨®n de la guerra y las trampas de la memoria, como recuerda en este relato para 'Babelia'

Una postal de la ciudad de Stanislavov, actual Ivano-Frankivsk (Ucrania), en el periodo de entreguerras.
Una postal de la ciudad de Stanislavov, actual Ivano-Frankivsk (Ucrania), en el periodo de entreguerras.

?Un hecho tiene que ser cierto para que lo aceptemos como cierto, o la fe en la veracidad de un hecho lo convierte en verdadero, incluso aunque lo que se supone que sucedi¨® no haya sucedido? ?Y qu¨¦ ocurre si, a pesar de nuestros intentos de averiguar si el hecho sucedi¨® o no, llegamos a un callej¨®n sin salida lleno de incertidumbre y no podemos estar seguros de si la historia que nos cont¨® alguien en la terraza de un caf¨¦ en la ciudad de Ivano-Frankivsk, en el oeste de Ucrania, part¨ªa de un hecho hist¨®rico poco conocido pero verificable, o era una leyenda, o una fanfarronada, o un rumor sin fundamento que hab¨ªa pasado de padre a hijo? A¨²n m¨¢s importante: si la historia resulta tan asombrosa y elocuente que nos quedamos boquiabiertos de asombro y con la sensaci¨®n de que ha cambiado o profundizado nuestra interpretaci¨®n del mundo, ?importa que la historia sea cierta o no?

Diversas circunstancias me llevaron a Ucrania en septiembre de 2017. Ten¨ªa que ir a Le¨®polis, pero aprovech¨¦ un d¨ªa libre para viajar a dos horas al sur, a pasar la tarde en Ivano-Frankivsk, donde naci¨® mi abuelo paterno a principios de la d¨¦cada de 1880. No ten¨ªa ning¨²n motivo para ir salvo la curiosidad o lo que podr¨ªa llamar el atractivo de una falsa nostalgia, porque la verdad es que nunca conoc¨ª a mi abuelo y todav¨ªa hoy no s¨¦ pr¨¢cticamente nada de ¨¦l. Falleci¨® 28 a?os antes de que naciera yo, un hombre entre sombras del pasado no escrito ni recordado, y, mientras me dirig¨ªa a la ciudad de la que ¨¦l hab¨ªa salido a finales del siglo XIX o principios del XX, comprend¨ª que el lugar en el que hab¨ªa pasado su infancia y adolescencia no era el mismo en el que yo iba a pasar la tarde. Aun as¨ª, quer¨ªa ir all¨ª y, al pensar ahora en los motivos por los que quer¨ªa ir, quiz¨¢ se reducen a un solo hecho constatable: el viaje iba a permitirme atravesar las sangrientas tierras de Europa del Este, el centro del horror de las matanzas del siglo XX; si el hombre entre sombras del que hab¨ªa recibido mi nombre no se hubiera marchado de esa parte del mundo cuando lo hizo, yo nunca habr¨ªa nacido.

Lo que sab¨ªa ya antes de llegar era que, antes de adquirir el nombre de Ivano-Frankivsk en 1962 (en honor del poeta ucraniano Ivan Franko), la ciudad, de 400 a?os de antig¨¹edad, se hab¨ªa llamado sucesivamente Stanislaw¨®w, Stanislau, Stanislaviv y Stanislav, dependiendo de los periodos bajo el poder polaco, alem¨¢n, ucraniano o sovi¨¦tico. La ciudad polaca pas¨® a ser del imperio Habsburgo, la ciudad del Imperio Habsburgo se convirti¨® en austroh¨²ngara, la ciudad austroh¨²ngara se volvi¨® rusa durante los dos primeros a?os de la Primera Guerra Mundial, luego volvi¨® a ser austroh¨²ngara, luego fue ucraniana durante un breve periodo en la posguerra, luego polaca, luego sovi¨¦tica (de septiembre de 1939 a julio de 1941), luego cay¨® en poder de los alemanes (hasta julio de 1944), luego volvi¨® a ser sovi¨¦tica y ahora, tras la ca¨ªda de la URSS en 1991, es ucraniana. Cuando naci¨® mi abuelo, ten¨ªa una poblaci¨®n de 18.000 habitantes, y en 1900 (el a?o aproximado en el que se march¨®) viv¨ªan all¨ª 26.000 personas, m¨¢s de la mitad, jud¨ªos. Cuando la visit¨¦, la poblaci¨®n era de 230.000, pero, durante los a?os de la ocupaci¨®n nazi, hab¨ªa probablemente entre 80.000 y 95.000 habitantes, la mitad, jud¨ªos, y la otra mitad, no; lo que yo sab¨ªa desde hac¨ªa muchos a?os era que, tras la invasi¨®n alemana en el verano de 1941, ese oto?o, arrestaron a 10.000 jud¨ªos y los fusilaron en el cementerio jud¨ªo, que, entre ese momento y diciembre, encerraron a todos los jud¨ªos supervivientes en un gueto, desde el que deportaron a otros 10.000 al campo de exterminio de Bel?ec, en Polonia, y que luego, durante todo 1942 y los primeros meses de 1943, los alemanes se llevaron a los jud¨ªos que quedaban en Stanislau, de uno en uno, de cinco en cinco y de veinte en veinte, a los bosques que rodeaban la ciudad y los fusilaron, los fusilaron y los fusilaron, hasta que no qued¨® un solo jud¨ªo vivo; decenas de miles de personas asesinadas de un disparo en la nuca y enterradas en las fosas comunes que hab¨ªan cavado los propios asesinados antes de morir.

?Qu¨¦ ocurre si llegamos a un callej¨®n sin salida y no podemos estar seguros de si la historia que nos cont¨® alguien en la terraza de un caf¨¦ part¨ªa de un hecho hist¨®rico o era una leyenda?

Una amable mujer a la que hab¨ªa conocido en Le¨®polis me organiz¨® la excursi¨®n; hab¨ªa nacido y crecido en Ivano-Frankivsk y segu¨ªa viviendo all¨ª, de modo que sab¨ªa d¨®nde hab¨ªa que ir y qu¨¦ ver e incluso se tom¨® la molestia de contratar a una persona para que nos llevara. El conductor, un joven enloquecido sin miedo a la muerte, vol¨® por la estrecha carretera de dos carriles como si estuviera en una prueba para ser especialista en una pel¨ªcula de carreras de coches, corriendo enormes riesgos cada vez que adelantaba a todos los autom¨®viles que encontraba delante, cuando daba con toda tranquilidad unos volantazos bruscos para cambiar de carril aunque enfrente hubiera coches que ven¨ªan a toda velocidad en direcci¨®n opuesta hacia nosotros, y en varios momentos del viaje pens¨¦ que aquella tarde gris y nublada del primer d¨ªa de oto?o de 2017 iba a ser mi ¨²ltimo d¨ªa en la tierra, y lo ir¨®nico que era ¡ªme dec¨ªa¡ª, y al tiempo qu¨¦ apropiado, que hubiera ido hasta all¨¢ para visitar la ciudad de la que mi abuelo hab¨ªa salido m¨¢s de cien a?os antes y fuera a morirme antes de llegar a ella.

Por suerte, el tr¨¢fico era escaso, una mezcla de coches r¨¢pidos y camiones lentos y, en un momento dado, un carro tirado por un caballo con una monta?a de heno, que se mov¨ªa a la d¨¦cima parte de la velocidad de los camiones. Mujeres fornidas, de piernas gruesas, con pa?uelos de babushka en la cabeza, caminaban por el borde de la carretera con bolsas de pl¨¢stico llenas de comida. Salvo por las bolsas de pl¨¢stico, habr¨ªan podido ser figuras de 200 a?os antes, las t¨ªpicas campesinas de Europa oriental atrapadas en un pasado tan antiguo que hab¨ªa llegado hasta el siglo XXI. En el camino atravesamos las afueras de una docena de pueblos con grandes campos reci¨¦n cosechados que se extend¨ªan a cada lado, pero luego, cuando llev¨¢bamos las dos terceras partes, el paisaje rural se transform¨® en una tierra de nadie de industria pesada cuyo ejemplo m¨¢s espectacular era la gigantesca central el¨¦ctrica que se alzaba de pronto a nuestra izquierda. Si no entend¨ª mal lo que la amable mujer me dijo en el coche, aquella instalaci¨®n monol¨ªtica suministra la mayor parte de su electricidad a Alemania y otros pa¨ªses de Europa occidental. Tales son las verdades contradictorias de ese Estado de 1.300 kil¨®metros de ancho, encajado en las tierras de la muerte entre Oriente y Occidente, porque, mientras Ucrania abastece a sus vecinos de un lado de energ¨ªa el¨¦ctrica para que tengan luz y puedan funcionar, en el otro extremo sigue derramando sangre para defender su territorio, acosado y cada vez m¨¢s reducido.

'Lobos sobre el hielo', de Allart van Everdingen (1645).
'Lobos sobre el hielo', de Allart van Everdingen (1645).

Ivano-Frankivsk me pareci¨® un lugar atractivo, una ciudad que no ten¨ªa nada que ver con la ruina urbana en desintegraci¨®n que me hab¨ªa imaginado. Las nubes se hab¨ªan despejado minutos antes de llegar y, con el sol reluciente y docenas de personas paseando por las calles y las plazas, me impresion¨® lo limpia y ordenada que estaba, que no era ning¨²n rinc¨®n provinciano atrapado en el pasado sino una peque?a ciudad contempor¨¢nea con librer¨ªas, teatros, restaurantes y una agradable mezcla de arquitectura nueva y vieja, con una antig¨¹edad visible en los edificios e iglesias de los siglos XVII y XVIII, construidos por los fundadores polacos y los conquistadores Habsburgo. Yo me habr¨ªa conformado con pasear dos o tres horas y luego volver, pero la mujer que hab¨ªa organizado la visita sab¨ªa que mi viaje ten¨ªa un objetivo relacionado con mi abuelo y, como mi abuelo era jud¨ªo, pens¨® que me ser¨ªa ¨²til hablar con el ¨²nico rabino que quedaba en la ciudad, el l¨ªder espiritual de la ¨²ltima sinagoga de Ivano-Frankivsk, un edificio s¨®lido y de bello dise?o, de los primeros a?os del siglo XX, que hab¨ªa logrado sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial con da?os sin importancia que hac¨ªa mucho tiempo que se hab¨ªan reparado. No estoy seguro de qu¨¦ pens¨¦, pero no me parec¨ªa mal hablar con el rabino, puesto que probablemente era la ¨²nica persona todav¨ªa viva en todo el mundo que quiz¨¢ ¡ªquiz¨¢¡ª habr¨ªa podido decirme algo de mi familia, la horda an¨®nima de ancestros invisibles que se hab¨ªan dispersado, hab¨ªan fallecido y se hab¨ªan desvanecido del ¨¢mbito de lo conocible, porque era casi seguro que sus partidas de nacimiento hab¨ªan quedado destruidas por una bomba, o un incendio, o la firma de alg¨²n bur¨®crata con exceso de celo en alg¨²n momento de los cien a?os anteriores. Hablar con el rabino ser¨ªa in¨²til, comprend¨ª, un efecto secundario de la falsa nostalgia que me hab¨ªa llevado a la ciudad, pero all¨ª estaba, en aquel momento, solo ese d¨ªa, sin intenci¨®n de volver jam¨¢s, y ?qu¨¦ pod¨ªa tener de malo que le hiciera varias preguntas y viera si pod¨ªa responderme alguna?

No hubo respuestas. El rabino ortodoxo, barbudo, nos recibi¨® en su despacho, pero, aparte de decirme lo que yo ya sab¨ªa ¡ªque Auster era un nombre com¨²n entre los jud¨ªos de Stanislav, pero no en ning¨²n otro sitio¡ª y luego divagar contando una an¨¦cdota de la guerra, sobre una mujer apellidada Auster que eludi¨® a los alemanes escondi¨¦ndose tres a?os en un agujero y cuando sali¨® se hab¨ªa vuelto loca ¡ªy loca permaneci¨® el resto de su vida¡ª, no ten¨ªa ninguna otra informaci¨®n que darme. Nervioso y agitado, pas¨® toda la conversaci¨®n fumando sin parar cigarrillos fin¨ªsimos: tiraba cada uno despu¨¦s de unas cuantas caladas para sacar otro de una bolsa de pl¨¢stico que ten¨ªa en la mesa, y no se mostr¨® ni amigable ni hostil, sino distra¨ªdo, como un hombre con otras cosas en la cabeza y, me dio la impresi¨®n, demasiado absorto en sus propias preocupaciones para interesarse por el visitante americano y la mujer que hab¨ªa organizado la cita. Seg¨²n la mayor¨ªa de las informaciones, hoy no viven m¨¢s que 200 o 300 jud¨ªos en Ivano-Frankivsk. No est¨¢ claro cu¨¢ntos practican su religi¨®n o acuden a los servicios en la sinagoga pero, por lo que hab¨ªa visto una hora antes de entrevistarme con el rabino, me pareci¨® que solo participaba una m¨ªnima parte de ese grupo ya tan reducido. Por casualidad, mi visita coincidi¨® con Rosh Hashanah, uno de los d¨ªas m¨¢s sagrados del calendario lit¨²rgico, pero solo hab¨ªa visto en el templo, dispuestas a escuchar toque del shofar que anuncia la llegada del nuevo a?o, a una quincena de personas, 13 hombres y dos mujeres. A diferencia de sus hermanos de Europa Occidental y Estados Unidos, los hombres no llevaban traje oscuro y corbata sino chubasquero de nylon, y se cubr¨ªan la cabeza con gorras de b¨¦isbol rojas y amarillas.

No ten¨ªa ning¨²n motivo para ir salvo la curiosidad o una falsa nostalgia. Mi abuelo falleci¨® 28 a?os antes de que naciera yo, un hombre entre sombras del pasado no escrito ni recordado

Salimos de all¨ª y estuvimos dando vueltas una hora, hora y media, quiz¨¢ algo m¨¢s. La amable mujer me hab¨ªa organizado una cita a las cuatro de la tarde para hablar con otra persona, un poeta local que, por lo visto, hab¨ªa dedicado a?os a indagar en la historia de la ciudad, pero ten¨ªamos tiempo de explorar algunos sitios a los que no hab¨ªamos podido ir antes, de modo que proseguimos nuestros paseos hasta cubrir gran parte de la ciudad. A esas horas, el sol resplandec¨ªa y, en la bella luz de septiembre, llegamos hasta una gran plaza abierta y nos encontramos ante la Iglesia de la Sagrada Resurrecci¨®n, una catedral barroca del siglo XVIII que est¨¢ considerada como la construcci¨®n m¨¢s bella de la ¨¦poca Habsburgo, los a?os en los que Ivano-Frankivsk se llamaba Stanislau. Cuando entramos, supuse que, como me hab¨ªa pasado en otras iglesias y catedrales hermosas que hab¨ªa visitado en ciudades y pueblos de Europa occidental, estar¨ªa casi vac¨ªa, que no habr¨ªa nadie salvo unos cuantos turistas con la c¨¢mara. Me equivocaba. Al fin y al cabo, aquello no era Europa occidental, sino el l¨ªmite occidental de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica, una ciudad situada en la provincia de Galicia, en el extremo oriental del antiguo imperio austroh¨²ngaro, y la iglesia, que no era cat¨®lica ni ortodoxa rusa sino cat¨®lica bizantina griega, estaba casi llena, no de turistas ni estudiosos de la arquitectura barroca sino de ciudadanos locales que hab¨ªan ido a rezar, a pensar o a comulgar consigo mismos o con el Alt¨ªsimo en aquel vasto espacio de piedra iluminado por la luz de septiembre que atravesaba las vidrieras. Hab¨ªa quiz¨¢ unas 300 personas, tal vez 200, y lo que m¨¢s me llam¨® la atenci¨®n de aquella muchedumbre silenciosa fue cu¨¢ntos j¨®venes hab¨ªa, la mitad por lo menos, hombres y mujeres de veintipocos a?os sentados en los bancos con la cabeza inclinada o arrodillados con las manos unidas, la cabeza alzada y la mirada fija en la luz de las vidrieras. Un d¨ªa laborable por la tarde, sin nada que lo diferenciara de cualquier otro d¨ªa excepto que hac¨ªa un tiempo extraordinario, y, en aquella tarde radiante, la Iglesia de la Sagrada Resurrecci¨®n estaba llena de j¨®venes que no estaban ni trabajando ni sentados en las terrazas de los caf¨¦s, sino arrodillados en el suelo de piedra, rezando con las manos unidas y mirando hacia arriba. El rabino fumador, las gorras de b¨¦isbol rojas y amarillas, y ahora esto.

Despu¨¦s de aquello, me result¨® completamente l¨®gico encontrarme con que el poeta era budista. No, no era el t¨ªpico converso new age que hab¨ªa le¨ªdo un par de libros sobre el zen, sino un viejo creyente que acababa de regresar de una estancia de cuatro meses en un monasterio en Nepal, un hombre serio. Que era poeta y estudioso de la ciudad en la que naci¨® mi abuelo. Era un tipo enorme, de manos carnosas y actitud afable, atento, de mirada limpia, vestido con ropa europea, que no mencion¨® su compromiso con el budismo m¨¢s que de pasada, lo cual me pareci¨® alentador, as¨ª que decid¨ª que pod¨ªa confiar en ¨¦l y estar seguro de que ser¨ªa sincero conmigo. El encuentro ocurri¨® hace solo dos a?os y medio, pero lo extra?o es que, a pesar de que ha pasado poco tiempo y he pensado en aquel momento casi a diario desde entonces, soy incapaz de recordar una sola cosa de las que me dijo sobre la ciudad hasta que me habl¨® de los lobos. Cuando empez¨® a contar esa historia, todo lo dem¨¢s se me borr¨® de la memoria.

Hablar con el rabino ser¨ªa in¨²til, pero all¨ª estaba, sin intenci¨®n de volver jam¨¢s, y ?qu¨¦ pod¨ªa tener de malo que le hiciera varias preguntas y viera si pod¨ªa responderme alguna?

Est¨¢bamos sentados en la terraza de un caf¨¦ en la plaza m¨¢s grande de la ciudad, el centro de Stanislau-Stanislav-Ivano-Frankisvk, un amplio espacio lleno de sol, sin coches y lleno de gente que iba de aqu¨ª para all¨¢, en todas direcciones, sin hacer ning¨²n ruido, que yo recuerde, una masa de personas calladas que pasaban por delante de m¨ª mientras el poeta desgranaba su relato. Ya hab¨ªamos dejado claro que yo estaba familiarizado con lo que le ocurri¨® a la mitad jud¨ªa de la poblaci¨®n entre 1941 y 1943 pero, cuando el ej¨¦rcito sovi¨¦tico entr¨® y se apoder¨® de la ciudad en julio de 1944, dijo, solo seis semanas despu¨¦s de la invasi¨®n aliada de Normand¨ªa, no solo se hab¨ªan ido los alemanes, sino tambi¨¦n la otra mitad de la poblaci¨®n. Todos hab¨ªan salido huyendo en una u otra direcci¨®n, al este o el oeste, al norte o el sur, de forma que los sovi¨¦ticos conquistaron una ciudad vac¨ªa, un terreno lleno de nada. La poblaci¨®n humana se hab¨ªa dispersado a los cuatro vientos, y se encontraron una ciudad habitada por lobos, centenares, miles de lobos.

Qu¨¦ horrible, pens¨¦, tan horrible que conten¨ªa el horror del sue?o m¨¢s espantoso, y de pronto, como si me despertara de un sue?o m¨ªo, me vino a la cabeza un poema de Georg Trakl,?En el frente oriental, que hab¨ªa le¨ªdo por primera vez 50 a?os antes y hab¨ªa rele¨ªdo una y otra vez hasta sab¨¦rmelo de memoria, y del que luego hab¨ªa hecho mi propia traducci¨®n: un poema de 1914, de la Primera Guerra Mundial, sobre Gr¨®dek, una ciudad no lejos de Stanislau, en la Galicia polaca, que termina con esta estrofa:

Una espinosa naturaleza ci?e la ciudad.

Desde pelda?os sangrientos la luna

persigue a una mujeres aterrorizadas.

Los lobos salvajes han irrumpido a trav¨¦s de las puertas.

?Por qu¨¦ conoc¨ªa ¨¦l aquella historia?, le pregunt¨¦.

Su padre, dijo, su padre se lo hab¨ªa contado muchas veces, y me explic¨® que, en 1944, su padre era un joven de apenas veinte a?os y, cuando los sovi¨¦ticos se adue?aron de Stanislau ¡ªa partir de entonces, Stanislav¡ª, le obligaron a alistarse en la unidad de ej¨¦rcito encargada de exterminar lobos. La tarea dur¨® varias semanas, o quiz¨¢ dijo varios meses, no recuerdo bien, y, cuando Stanislav volvi¨® a ser habitable, los sovi¨¦ticos poblaron la ciudad con militares y sus familias.

Contempl¨¦ la plaza que ten¨ªamos delante y trat¨¦ de imagin¨¢rmela en el verano de 1944, toda aquella gente que iba a hacer sus recados desaparecida de pronto, borrada de la escena, y empec¨¦ a ver los lobos, docenas de lobos corriendo por la plaza, paseando en peque?as manadas mientras buscaban comida en la ciudad abandonada. Los lobos son el fin de la pesadilla, el resultado final de la estupidez que lleva a la devastaci¨®n de la guerra, en este caso los tres millones de jud¨ªos asesinados en esas tierras de sangre del este, junto a tantos otros civiles y soldados de otras religiones y sin religi¨®n; cuando la matanza ha terminado, los lobos salvajes irrumpen en la ciudad. Los lobos no son meros s¨ªmbolos de la guerra. Son productos de la guerra y de lo que la guerra nos trae.

No tengo ninguna duda de que el poeta cre¨ªa estar cont¨¢ndome la verdad. Para ¨¦l, los lobos eran reales, y ten¨ªa tal calma y convicci¨®n al contarme la historia que yo tambi¨¦n los acept¨¦ como reales. Por supuesto, no hab¨ªa visto los lobos con sus propios ojos, pero su padre, s¨ª, y ?c¨®mo iba a contar un padre a su hijo una historia as¨ª si no era cierta? No, me dije, y al salir de Ivano-Frankivsk esa tarde, estaba convencido de que, durante un breve periodo despu¨¦s de que los rusos arrebataran Stanislav a los alemanes, los lobos se hab¨ªan adue?ado de la ciudad.

Los lobos son el fin de la pesadilla, el resultado final de la estupidez que lleva a la devastaci¨®n de la guerra, en este caso los tres millones de jud¨ªos asesinados en esas tierras de sangre del este

En las semanas y los meses posteriores, hice todo lo posible para investigar el asunto m¨¢s a fondo. Habl¨¦ con un amigo que ten¨ªa contactos con historiadores en la universidad de Le¨®polis (Lviv, antes denominada Lvov, Lw¨®w y Lemberg), en particular una mujer especialista en la historia de la regi¨®n que dijo que nunca, en todas sus investigaciones, se hab¨ªa encontrado con nada sobre los lobos de Stanislav, y que, cuando se puso tambi¨¦n a indagar con m¨¢s detalle, tampoco dio con ninguna referencia a lo que me hab¨ªa contado el poeta. Lo que s¨ª descubri¨® fue un corto documental sobre la captura de la ciudad por las tropas sovi¨¦ticas el 27 de julio de 1944; me hizo llegar una copia en v¨ªdeo y pude verlo sentado en el mismo sill¨®n en el que estoy ahora.

Entre cincuenta y cien soldados en filas ordenadas entran en Stanislav mientras una peque?a masa de ciudadanos bien vestidos y alimentados vitorean su llegada. La escena vuelve a verse desde un ¨¢ngulo ligeramente distinto, desde el que se observa a los mismos soldados y la misma muchedumbre bien vestida y alimentada. Entonces cambia el plano y vemos la imagen de un puente derruido, y luego, antes de acercarse poco a poco al final, vuelve a la escena original de los soldados y los espectadores que dan v¨ªtores. Es posible que los soldados fueran aut¨¦nticos, pero, en ese caso, les hab¨ªan ordenado que hicieran el papel de soldados, igual que los actores que hac¨ªan de multitud entusiasmada estaban desempe?ando su papel en un film de propaganda inacabado y torpemente montado, cuya intenci¨®n era ensalzar la heroica bondad y el valor de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

Ni que decir tiene que no aparece ning¨²n lobo en la pel¨ªcula.

Lo que me remite al comienzo y a esta pregunta que no tiene respuesta: ?Qu¨¦ creer cuando no podemos estar seguros de si un hecho supuesto es cierto o no?

A falta de alguna informaci¨®n que pudiera confirmar o negar la historia que me cont¨®, prefiero creer al poeta. Y, estuvieran all¨ª o no, prefiero creer en los lobos.

Brooklyn, 21 de marzo de 2020 (en confinamiento por la covid-19).

Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo

?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?

Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.

?Por qu¨¦ est¨¢s viendo esto?

Flecha

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.

?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.

En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
_
_
universo-virtual.com
buytrendz.net
thisforall.net
benchpressgains.com
qthzb.com
mindhunter9.com
dwjqp1.com
secure-signup.net
ahaayy.com
soxtry.com
tressesindia.com
puresybian.com
krpano-chs.com
cre8workshop.com
hdkino.org
peixun021.com
qz786.com
utahperformingartscenter.org
maw-pr.com
zaaksen.com
ypxsptbfd7.com
worldqrmconference.com
shangyuwh.com
eejssdfsdfdfjsd.com
playminecraftfreeonline.com
trekvietnamtour.com
your-business-articles.com
essaywritingservice10.com
hindusamaaj.com
joggingvideo.com
wandercoups.com
onlinenewsofindia.com
worldgraphic-team.com
bnsrz.com
wormblaster.net
tongchengchuyange0004.com
internetknowing.com
breachurch.com
peachesnginburlesque.com
dataarchitectoo.com
clientfunnelformula.com
30pps.com
cherylroll.com
ks2252.com
webmanicura.com
osostore.com
softsmob.com
sofietsshotel.com
facetorch.com
nylawyerreview.com
apapromotions.com
shareparelli.com
goeaglepointe.com
thegreenmanpubphuket.com
karotorossian.com
publicsensor.com
taiwandefence.com
epcsur.com
odskc.com
inzziln.info
leaiiln.info
cq-oa.com
dqtianshun.com
southstills.com
tvtv98.com
thewellington-hotel.com
bccaipiao.com
colectoresindustrialesgs.com
shenanddcg.com
capriartfilmfestival.com
replicabreitlingsale.com
thaiamarinnewtoncorner.com
gkmcww.com
mbnkbj.com
andrewbrennandesign.com
cod54.com
luobinzhang.com
bartoysdirect.com
taquerialoscompadresdc.com
aaoodln.info
amcckln.info
drvrnln.info
dwabmln.info
fcsjoln.info
hlonxln.info
kcmeiln.info
kplrrln.info
fatcatoons.com
91guoys.com
signupforfreehosting.com
faithfirst.net
zjyc28.com
tongchengjinyeyouyue0004.com
nhuan6.com
oldgardensflowers.com
lightupthefloor.com
bahamamamas-stjohns.com
ly2818.com
905onthebay.com
fonemenu.com
notanothermovie.com
ukrainehighclassescort.com
meincmagazine.com
av-5858.com
yallerdawg.com
donkeythemovie.com
corporatehospitalitygroup.com
boboyy88.com
miteinander-lernen.com
dannayconsulting.com
officialtomsshoesoutletstore.com
forsale-amoxil-amoxicillin.net
generictadalafil-canada.net
guitarlessonseastlondon.com
lesliesrestaurants.com
mattyno9.com
nri-homeloans.com
rtgvisas-qatar.com
salbutamolventolinonline.net
sportsinjuries.info
topsedu.xyz
xmxm7.com
x332.xyz
sportstrainingblog.com
autopartspares.com
readguy.net
soniasegreto.com
bobbygdavis.com
wedsna.com
rgkntk.com
bkkmarketplace.com
zxqcwx.com
breakupprogram.com
boxcardc.com
unblockyoutubeindonesia.com
fabulousbookmark.com
beat-the.com
guatemala-sailfishing-vacations-charters.com
magie-marketing.com
kingstonliteracy.com
guitaraffinity.com
eurelookinggoodapparel.com
howtolosecheekfat.net
marioncma.org
oliviadavismusic.com
shantelcampbellrealestate.com
shopleborn13.com
topindiafree.com
v-visitors.net
qazwsxedcokmijn.com
parabis.net
terriesandelin.com
luxuryhomme.com
studyexpanse.com
ronoom.com
djjky.com
053hh.com
originbluei.com
baucishotel.com
33kkn.com
intrinsiqresearch.com
mariaescort-kiev.com
mymaguk.com
sponsored4u.com
crimsonclass.com
bataillenavale.com
searchtile.com
ze-stribrnych-struh.com
zenithalhype.com
modalpkv.com
bouisset-lafforgue.com
useupload.com
37r.net
autoankauf-muenster.com
bantinbongda.net
bilgius.com
brabustermagazine.com
indigrow.org
miicrosofts.net
mysmiletravel.com
selinasims.com
spellcubesapp.com
usa-faction.com
snn01.com
hope-kelley.com
bancodeprofissionais.com
zjccp99.com
liturgycreator.com
weedsmj.com
majorelenco.com
colcollect.com
androidnews-jp.com
hypoallergenicdogsnames.com
dailyupdatez.com
foodphotographyreviews.com
cricutcom-setup.com
chprowebdesign.com
katyrealty-kanepa.com
tasramar.com
bilgipinari.org
four-am.com
indiarepublicday.com
inquick-enbooks.com
iracmpi.com
kakaschoenen.com
lsm99flash.com
nana1255.com
ngen-niagara.com
technwzs.com
virtualonlinecasino1345.com
wallpapertop.net
nova-click.com
abeautifulcrazylife.com
diggmobile.com
denochemexicana.com
eventhalfkg.com
medcon-taiwan.com
life-himawari.com
myriamshomes.com
nightmarevue.com
allstarsru.com
bestofthebuckeyestate.com
bestofthefirststate.com
bestwireless7.com
declarationintermittent.com
findhereall.com
jingyou888.com
lsm99deal.com
lsm99galaxy.com
moozatech.com
nuagh.com
patliyo.com
philomenamagikz.net
rckouba.net
saturnunipessoallda.com
tallahasseefrolics.com
thematurehardcore.net
totalenvironment-inthatquietearth.com
velislavakaymakanova.com
vermontenergetic.com
sizam-design.com
kakakpintar.com
begorgeouslady.com
1800birks4u.com
2wheelstogo.com
6strip4you.com
bigdata-world.net
emailandco.net
gacapal.com
jharpost.com
krishnaastro.com
lsm99credit.com
mascalzonicampani.com
sitemapxml.org
thecityslums.net
topagh.com
flairnetwebdesign.com
bangkaeair.com
beneventocoupon.com
noternet.org
oqtive.com
smilebrightrx.com
decollage-etiquette.com
1millionbestdownloads.com
7658.info
bidbass.com
devlopworldtech.com
digitalmarketingrajkot.com
fluginfo.net
naqlafshk.com
passion-decouverte.com
playsirius.com
spacceleratorintl.com
stikyballs.com
top10way.com
yokidsyogurt.com
zszyhl.com
16firthcrescent.com
abogadolaboralistamd.com
apk2wap.com
aromacremeria.com
banparacard.com
bosmanraws.com
businessproviderblog.com
caltonosa.com
calvaryrevivalchurch.org
chastenedsoulwithabrokenheart.com
cheminotsgardcevennes.com
cooksspot.com
cqxzpt.com
deesywig.com
deltacartoonmaps.com
despixelsetdeshommes.com
duocoracaobrasileiro.com
fareshopbd.com
goodpainspills.com
kobisitecdn.com
makaigoods.com
mgs1454.com
piccadillyresidences.com
radiolaondafresca.com
rubendorf.com
searchengineimprov.com
sellmyhrvahome.com
shugahouseessentials.com
sonihullquad.com
subtractkilos.com
valeriekelmansky.com
vipasdigitalmarketing.com
voolivrerj.com
zeelonggroup.com
1015southrockhill.com
10x10b.com
111-online-casinos.com
191cb.com
3665arpentunitd.com
aitesonics.com
bag-shokunin.com
brightotech.com
communication-digitale-services.com
covoakland.org
dariaprimapack.com
freefortniteaccountss.com
gatebizglobal.com
global1entertainmentnews.com
greatytene.com
hiroshiwakita.com
iktodaypk.com
jahatsakong.com
meadowbrookgolfgroup.com
newsbharati.net
platinumstudiosdesign.com
slotxogamesplay.com
strikestaruk.com
trucosdefortnite.com
ufabetrune.com
weddedtowhitmore.com
12940brycecanyonunitb.com
1311dietrichoaks.com
2monarchtraceunit303.com
601legendhill.com
850elaine.com
adieusolasomade.com
andora-ke.com
bestslotxogames.com
cannagomcallen.com
endlesslyhot.com
iestpjva.com
ouqprint.com
pwmaplefest.com
qtylmr.com
rb88betting.com
buscadogues.com
1007macfm.com
born-wild.com
growthinvests.com
promocode-casino.com
proyectogalgoargentina.com
wbthompson-art.com
whitemountainwheels.com
7thavehvl.com
developmethis.com
funkydogbowties.com
travelodgegrandjunction.com
gao-town.com
globalmarketsuite.com
blogshippo.com
hdbka.com
proboards67.com
outletonline-michaelkors.com
kalkis-research.com
thuthuatit.net
buckcash.com
hollistercanada.com
docterror.com
asadart.com
vmayke.org
erwincomputers.com
dirimart.org
okkii.com
loteriasdecehegin.com
mountanalog.com
healingtaobritain.com
ttxmonitor.com
bamthemes.com
nwordpress.com
11bolabonanza.com
avgo.top