Kit de supervivencia cultural para el encierro (d¨ªa 48)
¡®Babelia¡¯ recomienda los mejores libros, discos, pel¨ªculas, series, c¨®mics y videojuegos para disfrutar en casa
Babelia propone un libro, un disco, una pel¨ªcula, una serie, un c¨®mic y un videojuego cada d¨ªa, mientras dure el confinamiento en los hogares y la par¨¢lisis del sector del ocio, para poder disfrutar de la cultura desde casa.
UN LIBRO: La corrosi¨®n del car¨¢cter, de Richard Sennett
La palabra clave era ¡°flexibilidad¡±. Y su prestigiosa familia: agilidad, cambio, riesgo. Los trabajadores deb¨ªan emanciparse de una vez por todas de los reglamentos y de los procedimientos formales. Nadie tendr¨ªa ya un horario fijo, ni un puesto fijo, ni un empleo fijo. Parec¨ªa el triunfo de mayo del 68, pero los que hab¨ªan ganado eran los te¨®ricos del nuevo capitalismo. En 1998 ese panorama, todav¨ªa prestigioso por euforizante, era un hecho en Estados Unidos. Fue entonces cuando Richard Sennett public¨® La corrosi¨®n del car¨¢cter, uno de los ensayos clave de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Partiendo del estudio de casos concretos -empresas y generaciones distintas, un padre y un hijo, IBM y una panader¨ªa-, el soci¨®logo estadounidense advert¨ªa: el modelo terminar¨ªa llegando una Europa orgullosa de su Estado de bienestar pero fascinada siempre por la otra orilla del Atl¨¢ntico y convencida entonces de que la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn hab¨ªa demostrado qui¨¦n ten¨ªa raz¨®n.
La advertencia de Sennett iba, no obstante, mucho m¨¢s all¨¢ de la geopol¨ªtica porque a?ad¨ªa una rima inc¨®moda a la flexibilidad: precariedad. Por primera vez en la historia, dec¨ªa, el ser humano se enfrentaba a la incertidumbre ¡°sin la amenaza de un desastre hist¨®rico¡±. Es m¨¢s, no solo se enfrentaba a ella sino que la interiorizaba como algo, cuando no positivo, inevitable, natural. Peajes del progreso. Faltaba una d¨¦cada para la ca¨ªda de Lehman Brothers y dos para la crisis del coronavirus. La corrosi¨®n del car¨¢cter es una mezcla de cr¨®nica y an¨¢lisis que primero identifica los aspectos estructurales de la flexibilidad ¨C¡°reinvenci¨®n discontinua de las instituciones, especializaci¨®n de la producci¨®n y concentraci¨®n sin centralizaci¨®n¡±¨C y luego explica su precio ps¨ªquico y social: el ¡°conflicto entre car¨¢cter y experiencia¡±. El tiempo desarticulado ¡°amenaza la capacidad de la gente de consolidar su car¨¢cter en narraciones duraderas¡±. Sin continuidad no hay estabilidad personal, solidaridad comunal o lealtad empresarial. ¡°La consigna ¡®nada a largo plazo¡¯ desorienta la acci¨®n, disuelve los v¨ªnculos de confianza y compromiso y separa la voluntad del comportamiento¡±. En resumen, es amoral. La banalidad del mal con cesta de Navidad. Feliz d¨ªa del trabajo. Javier Rodr¨ªguez Marcos
La corrosi¨®n del car¨¢cter, de Richard Sennett. Traducci¨®n de Daniel Najm¨ªas. Anagrama, 2000. Disponible en edici¨®n impresa y digital en Todos tus libros, Amazon y Fnac.
UN DISCO: School Days, de Steve Lacy
El jazz es un universo grande e impredecible: m¨¢s de un siglo de m¨²sica grabada en diferentes continentes, en un g¨¦nero que, basado en la espontaneidad y la improvisaci¨®n, permite crear m¨²sica interesante de forma muy r¨¢pida (que no f¨¢cil). Si dos o m¨¢s m¨²sicos con talento y experiencia se juntan, podemos encontrarnos con jazz de primera categor¨ªa casi sin propon¨¦rnoslo. As¨ª, algunos de los m¨¢s memorables discos de jazz existen gracias a la casualidad o, si quieren, a una conjunci¨®n de circunstancias. Cuando Steve Lacy, Roswell Rudd y Dennis Charles formaron el cuarteto que produjo este disco, su objetivo era aprender y tocar todas las composiciones de Thelonious Monk, Charlie Parker y Duke Ellington, pero enseguida vieron que quiz¨¢ era demasiado: lo hicieron solo con Monk.
Lacy y Rudd, dos de los int¨¦rpretes m¨¢s creativos de la historia del jazz, hab¨ªan comenzado sus carreras tocando dixieland, y su inter¨¦s en nuevas formas de jazz los condujo a tocar con Cecil Taylor, en cuyo grupo coincidieron a primeros de los 60. Junto a Charles formaron este cuarteto, canalizando su obsesi¨®n por la m¨²sica de Monk (con quien el propio Lacy hab¨ªa tocado una temporada), y reinterpret¨¢ndola con una frescura y elocuencia extraordinaria. Se dice que el grupo lleg¨® a tener hasta 29 contrabajistas diferentes en sus dos a?os y medio de vida y, una noche de 1963 en la que quien estaba al contrabajo era nada menos que Henry Grimes, Vashkar Nandi y el poeta Paul Haines los grabaron en directo de forma precaria, pero digna, en una peque?a cafeter¨ªa del Village neoyorquino. El grupo hab¨ªa grabado una demo meses antes, que no despert¨® el inter¨¦s de ninguna discogr¨¢fica, y poco despu¨¦s se disolvi¨®. Cuando la grabaci¨®n registrada casi por casualidad en aquella cafeter¨ªa vio por fin la luz, a mediados de los 70 en el m¨ªtico sello Emanem, School Days pas¨® autom¨¢ticamente a la historia del jazz. No hizo falta m¨¢s: solo 53 minutos de jazz superlativo e irrepetible. Yahv¨¦ M. de la Cavada
School Days. Steve Lacy. Hat Hut Records, 2002. Disponible en Spotify y otras plataformas.
UNA PEL?CULA: Cadena perpetua, de Frank Darabont
William Shakespeare es el m¨¢s prol¨ªfico guionista de la historia del cine¡ sin haber conocido ni siquiera la electricidad. ?Y el segundo? Pues probablemente Stephen King, por lo inmenso de su obra y por su cuidado con las im¨¢genes, que elevan r¨¢pidamente las posibilidades de su traslaci¨®n audiovisual. Como King nunca ha tenido reparos en que se adapten sus novelas y sus cuentos, hay pel¨ªculas y series de televisi¨®n mejores y peores armadas desde sus palabras.?Cadena perpetua pertenece al grupo de las excepcionales¡ tambi¨¦n porque su director, Frank Darabont, le tiene cogido el tranquillo a King: ah¨ª est¨¢n tambi¨¦n?La milla verde y?La niebla.
En?Cadena perpetua (1994) desarrolla la amistad entre dos presos, dos tipos por otra parte con gran nivel de decencia para el mundo que les rodea, una c¨¢rcel regida por malos bichos. Andy Dufresne (Tim Robbins) y Ellis Boyd "El Rojo" Redding (Morgan Freeman) charlan durante lustros en el patio, en el interior del edificio¡ Y mientras hablan asisten al paso del tiempo, construyen una relaci¨®n imposible en el mundo exterior. De fondo, un sentimiento que encuentra eco hoy en la situaci¨®n actual: esperanza, que es justo la ¨²ltima palabra que se escucha en ingl¨¦s en?Cadena perpetua. Por cierto, Darabont y King eran amigos desde que en 1984 el primero adapt¨® en el corto?La mujer de la habitaci¨®n la historia hom¨®nima del segundo. De ah¨ª que el escritor le vendiera por tan solo 1.000 d¨®lares los derechos para el cine de?Rita Hayworth and the Shawshank Redemption, el t¨ªtulo original del libro,¡ y que adem¨¢s, a?os m¨¢s tarde, le devolviera a Darabont el cheque sin cobrar con la nota ¡°por si alguna vez necesitas la fianza¡±. Solo queda una pregunta en el aire: ?qui¨¦n pega el cartel que cubre la entrada al t¨²nel? Gregorio Belinch¨®n
Cadena perpetua. Frank Darabont. 1994. Disponible en Movistar +.
UNA SERIE: La maravillosa se?ora Maisel
En el libro Due?as del show, la periodista Joy Press recuerda que Las chicas Gilmore, protagonizada por una madre joven y su hija adolescente, lleg¨® a la televisi¨®n justo cuando series como Los Soprano o The Wire establecieron un modelo que relacionaba la calidad y profundidad televisiva con personajes masculinos problem¨¢ticos. Creados, por supuesto, por hombres complicados. Las dificultades que encontraban entonces creadoras como Amy Sherman-Palladino para apostar por protagonistas femeninas inteligentes y que se reconociera su calidad eran muchas.
Ahora el panorama es muy diferente. La peak tv ha dado opci¨®n a muchas otras historias en muy diferentes lugares y para p¨²blicos muy distintos. As¨ª, Sherman-Palladino y su marido, el productor Daniel Palladino, tuvieron menos problemas para desarrollar para Amazon Prime Video (y conquistar a p¨²blico, cr¨ªtica y premios) la historia de una mujer neoyorquina de los a?os cincuenta que, tras descubrir que su marido le es infiel, se sube a un escenario y, en un arranque de rabia y sinceridad, se marca un divertid¨ªsimo mon¨®logo que la har¨¢ replantearse su vida y probar suerte en el mundo de la comedia, un mundo, por otra parte, muy masculino en aquel tiempo. As¨ª arranca La maravillosa se?ora Maisel, una divertida historia con di¨¢logos r¨¢pidos y ¨¢cidos, personajes muy bien interpretados (Rachel Brosnahan, Alex Borstein y Tony Shalhoub acumulan premios por ellos) y con un espectacular dise?o de producci¨®n. La selecci¨®n musical, el vestuario, la ambientaci¨®n, todo ayuda a impulsar unos guiones divertidos siempre por encima de la media televisiva incluso en sus momentos m¨¢s flojos. Natalia Marcos
La maravillosa se?ora Maisel. Amy Sherman-Palladino. Amazon Prime Video, 2017. Sus tres temporadas est¨¢n disponibles en Amazon Prime Video.
UN C?MIC: Alien triste, de Pedro Mancini
No s¨¦ si los m¨¢s antiguos del lugar recordar¨¢n esa ¨¦poca de florecimiento del c¨®mic de autor que se dio en las revistas de c¨®mics de los 80. Ef¨ªmero momento m¨¢gico que nos permiti¨® estar al d¨ªa de la brillante escena del c¨®mic argentino de esa d¨¦cada. Con la m¨ªtica revista Fierro en el horizonte, nos llegaban puntualmente las nuevas obras de Jos¨¦ Mu?oz y Carlos Sampayo, los magistrales atrevimientos visuales de Alberto Breccia, los excelentes guiones del prol¨ªfico Carlos Trillo o del siempre original Ricardo Barreiro, dibujados por autores de excepci¨®n como Horacio Altuna, Cacho Mandrafina, Enrique Breccia, Eduardo Risso o el recientemente fallecido Juan Gim¨¦nez. Incluso nos llegaban por fin las obras del gran H. G. Oesterheld, aut¨¦ntico referente de un c¨®mic definitivamente adulto con obras como El Eternauta o Sargento Kirk.
Por desgracia, la crisis lleg¨® a ambos lados del Atl¨¢ntico en los 90 y se cort¨® esa fluida v¨ªa de comunicaci¨®n a trav¨¦s de las vi?etas que tantas buenas lecturas nos dio. Pero el c¨®mic argentino tiene la resiliencia por estandarte y, tras duras d¨¦cadas, llega al siglo XXI con obras y autores incre¨ªbles. La editorial Hotel de las Ideas es hoy una excelente gu¨ªa del nuevo c¨®mic argentino, desde Diego Agrimbau a Juan S¨¢ez Valiente, pasando por Sole Otero o Lucas Varela. Un gran exponente de ese nuevo c¨®mic argentino es Pedro Mancini, autor de Alien Triste, una obra que parte de una sugerente premisa: trasladar la iconograf¨ªa alien¨ªgena a la cotidianeidad de la calle, de la corriente y rutinaria vida del ser humano. El alien de Mancini es inquietante y lovecraftiano, contemplativo, sin apenas interacci¨®n con las personas. Algunos pensamientos, algunas palabras y un temblor gelatinoso que bascula entre lo turbador y lo conmovedor. ?Un extra?o ser de otro planeta o, quiz¨¢s, un humano que se siente alien¨ªgena entre sus cong¨¦neres? Juzguen ustedes. ?lvaro Pons
Alien triste. Pedro Mancini. Hotel de las Ideas, 2015. Disponible gratis en la p¨¢gina web de la editorial.
Que Hidetaka Miyazaki es uno de los m¨¢s influyentes genios del medio interactivo es algo dif¨ªcil de refutar. La f¨®rmula de sus juegos ha cambiado el curso del medio durante una d¨¦cada y, sin embargo, ha permanecido igual: dificultad extrema, combates en tercera persona muy f¨ªsicos y criaturas y ambientes medievales espeluznantes. Pero las influencias que el propio Miyazaki siempre ha confesado son tanto de otros juegos como literarias. Y una de ellas, la muy concreta sombra de H. P. Lovecraft, puede sentirse plenamente en uno de sus grandes juegos: Bloodborne. Ambientado en la ciudad g¨®tica de Yharnam, en Bloodborne luchamos, empapados en sangre, contra una plaga lic¨¢ntropa y contra la influencia de entidades espaciales oscuras e intimidantes. Al contrario que en sus predecesores, los Dark Souls, aqu¨ª no tenemos un escudo para defendernos, con lo que el juego se enfoca m¨¢s en el combate directo. Una locura en el sentido m¨¢s literal de la palabra. Y una perturbadora genialidad. Jorge Morla
Bloodborne. Hidetaka Miyazaki. 2015. Disponible para PlayStation 4.
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