¡°Saramago era un gran escritor, no un superh¨¦roe¡±
Jos¨¦ Lu¨ªs Peixoto convierte al Nobel portugu¨¦s en protagonista de su nueva novela, 'Autobiograf¨ªa'. Un homenaje a un autor que, 10 a?os despu¨¦s de su muerte, sigue levantando pasiones encontradas en su pa¨ªs
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Jos¨¦ Lu¨ªs Peixoto deber¨ªa estar camino de la Feria del Libro de Lima, pero est¨¢ en su casa de Oeiras, a 15 minutos de Lisboa, en la costa atl¨¢ntica. All¨ª ha pasado el confinamiento, un tiempo ¡°claustrof¨®bico¡± que le desconcentr¨® tanto que aparc¨® la novela en la que trabajaba y le empuj¨® a escribir poes¨ªa. Pasado lo peor, sigue inquieto: ¡°Aqu¨ª las playas est¨¢n llenas, pero es preocupante que en un pa¨ªs con la dimensi¨®n de Portugal mueran ocho o nueve personas en un d¨ªa¡±. Seg¨²n el escritor (Galveias, 45 a?os) su bloqueo narrativo se debi¨® a ¡°la imposibilidad de imaginar el futuro¡±. Pero, ?no es ese precisamente el trabajo de un narrador? ¡°S¨ª, pero esta pandemia tendr¨¢ todav¨ªa desarrollos imprevisibles¡±, responde por videoconferencia. ¡°El ¨²ltimo, que Bolsonaro se haya contagiado, un giro que parece de mal novelista. La literatura necesita tiempo para conseguir una mirada general sobre las cosas. En eso se distingue del periodismo, que siempre tiene los datos suficientes porque trabaja con el presente¡±.
?l ha esperado 10 a?os para convertir en personaje de ficci¨®n a una persona decisiva en su vida: Jos¨¦ Saramago, fallecido en junio de 2010. El Nobel de 1998 es uno de los dos protagonistas de Autobiograf¨ªa, reci¨¦n publicado en Espa?a en traducci¨®n de Antonio S¨¢ez Delgado. El otro es un joven escritor que recibe el encargo de escribir una biograf¨ªa del autor de Ensayo sobre la ceguera. Peixoto ten¨ªa 26 a?os y no era m¨¢s que el autor de un libro autopublicado -Te me moriste (Min¨²scula)- cuando gan¨® con su primera novela -Nadie nos mira (El Aleph)- el prestigioso premio Jos¨¦ Saramago. Su ilustre colega lo se?al¨® como una de las grandes revelaciones de las letras portuguesas y ¨¦l pudo dejar de dar clase en un instituto para vivir de la literatura.
¡°Diecinueve a?os despu¨¦s, todav¨ªa hablan de ¨¦l cuando me presentan¡±, a?ade Peixoto. Lo dice sin queja, sin subrayados, solo para demostrar lo que el galard¨®n supuso en su trayectoria. Tambi¨¦n sin subrayados dice que Autobiograf¨ªa es ¡°un homenaje¡± a su mentor. Un homenaje, no una hagiograf¨ªa: ¡°Saramago es solo un gran escritor, no un superh¨¦roe. Presentarlo como tal ser¨ªa quitarle una dimensi¨®n humana que conlleva imperfecciones y cierta complejidad¡±. Por eso la novela no elude aspectos que todav¨ªa son pol¨¦micos en Portugal como la estrecha vinculaci¨®n de Saramago con el Partido Comunista ¨C¡°que pidi¨® una revoluci¨®n m¨¢s radical que la de los Claveles e incluso la creaci¨®n de un Estado socialista¡±- o el papel que jug¨® en la difusi¨®n de su literatura su segunda esposa, la escritora y periodista Isabel de N¨®brega ¨C¡°mi opini¨®n es que se ha sobredimensionado: su obra se defiende sola¡±-.
¡°Estar¨ªa bien que le dieran el Nobel a un autor o autora del idioma portugu¨¦s que no fuera portugu¨¦s. Hay literaturas de gran valor en Brasil y en ?frica. Ser¨ªa importante reconocerlas¡±
Jos¨¦ Lu¨ªs Peixoto sab¨ªa antes de sentarse a escribir que el protagonista de su libro es un s¨ªmbolo en su pa¨ªs, alguien con defensores incondicionales y enemigos ac¨¦rrimos. Tambi¨¦n sab¨ªa que no iba a contentar a nadie. ¡°Ese peligro me atrajo¡±, reconoce. La soluci¨®n fue pensar en ¡°la verdad de la novela y en nada m¨¢s¡±. ?Ni siquiera en lo que pudiera pensar Pilar del R¨ªo, viuda de Saramago? ¡°?Ni siquiera!¡±, responde entre risas. ¡°Cuando empec¨¦ a escribir la ten¨ªa presente todo el rato. Los escritores siempre tenemos en la cabeza a un lector impl¨ªcito, pero mi lectora era muy expl¨ªcita: ella. Me liber¨¦ cuando dej¨® de importarme lo que pudiera pensar. Lo importante era ser justo con el relato. Eso s¨ª, fue la primera persona en leer el original¡±. ?Y qu¨¦ le dijo? ¡°Entendi¨® que se trata de un juego literario¡±.
De hecho, Pilar del R¨ªo ha escrito elogiosamente de Autobiograf¨ªa, a la que relaciona con la novela en la que Saramago hace coincidir a Fernando Pessoa con uno de sus heter¨®nimos: El a?o de la muerte de Ricardo Reis. ¡°Tiene raz¨®n¡±, concede Peixoto. ¡°Hice muchos gui?os a esa novela, empezando por el retrato de Lisboa. Fue la ¨²nica suya que rele¨ª antes de escribir la m¨ªa¡±. Tambi¨¦n alguien la lee en Autobiograf¨ªa. En castellano. ¡°Eso lo hice para provocar¡±, explica. ¡°La relaci¨®n de Saramago con Espa?a es algo que muchos no acaban de asumir en Portugal. Tenemos un trauma hist¨®rico con ustedes¡±.
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El paralelismo termina ah¨ª, insiste Peixoto. Su trayectoria y la de su ¡°personaje¡± no se parecen. A ¨¦l no le faltan editores, Saramago no encontr¨® ninguno para su segunda novela, Claraboya, escrita en 1953 pero publicada solo despu¨¦s de su muerte. El futuro Nobel pas¨® casi tres d¨¦cadas en el dique seco de la narrativa, a la que volvi¨® en 1977 con Manual de pintura y caligraf¨ªa. Luego vendr¨ªa Alzado del suelo (1980), su primer ¨¦xito. De todos los libros de Saramago, ese es el que prefiere Peixoto: ¡°Dio una visi¨®n distinta, nada folcl¨®rica, de mi regi¨®n, el Alentejo. Y est¨¢ maravillosamente bien escrito. Contiene algunas de las mejores p¨¢ginas del estilo de Saramago¡±. El mundo rural atraviesa la obra de Peixoto pero ¨¦l no reclama la exclusiva. ¡°Antes que yo hubo escritores que hablaron de los pueblos -Miguel Torga entre otros- y hoy los sigue habiendo: en las Azores, en el norte de Portugal, en el mismo Alentejo¡±, aclara. ¡°Conozco el libro La Espa?a vac¨ªa y dir¨ªa que aqu¨ª estamos peor a¨²n. El mundo rural en Portugal est¨¢ abandonado, se desertiza, la poblaci¨®n envejece. Hay gente que solo ha salido de Lisboa para ir a Oporto y dice que ya no existe el Portugal rural. Pero existe. Con el coronavirus se est¨¢ incentivando que los propios portugueses conozcan el pa¨ªs ?y lo presentan como un lugar ex¨®tico!¡±.
Los primeros libros de Jos¨¦ Lu¨ªs Peixoto abr¨ªan caminos a la fantas¨ªa que ¨¦l se resiste a cerrar en Autobiograf¨ªa. ¡°?Por qu¨¦ tengo que elegir? Hay quien lee un libro que habla de ricos y pobres y dice: neorrealismo. No, es la realidad. A m¨ª me interesan el neorrealismo y el nouveau roman. Soy ecl¨¦ctico¡±. Tanto que se declara a la vez devoto de Saramago y de Lobo Antunes, algo que en su pa¨ªs tiene algo de anatema. ¡°Entre ellos hay un conflicto que sigue incluso tras la muerte de Saramago. Yo tengo mi opini¨®n respecto a lo que cada uno dec¨ªa del otro, pero tambi¨¦n las tengo respecto a sus novelas, y me cuesta encontrar autores o autoras que se excluyan. La literatura no se caracteriza por la exclusi¨®n. La historia lo incluye todo. Y cuando excluye es porque alguien la est¨¢ manipulando¡±. Tambi¨¦n le parecen excluyentes algunas etiquetas. Autoficci¨®n, por ejemplo. ¡°Me irrita. Me parece un concepto in¨²til y desajustado. Muchas veces autobiograf¨ªa y ficci¨®n se sobreponen como paradojas. Pero nuestra manera de entender el mundo y la l¨®gica racional del pensamiento occidental nos obliga a desde?ar esas paradojas. Pero se dan mucho. Y no solo en la literatura. La memoria, que es la narrativa que todos arrastramos, est¨¢ hecha de autobiograf¨ªa y ficci¨®n. Y nadie niega que la memoria es fundamental para que nos estructuremos como personas¡±.
Saramago fue el primer Nobel de la lengua portuguesa y Peixoto no tiene candidato de repuesto: ¡°Ahora estar¨ªa bien que se lo dieran a un autor o autora del idioma portugu¨¦s que no fuera portugu¨¦s. Hay literaturas de gran valor en Brasil o en ?frica. Ser¨ªa importante reconocerlas¡±. ?l vivi¨® en Cabo Verde pero hasta ahora le ha podido ¡°el pudor¡± de escribir sobre una realidad en la que se sent¨ªa ¡°un extranjero¡±. Reconoce, sin embargo, que ¡°ser portugu¨¦s es tener una identidad con temas por resolver. Las antiguas colonias, por ejemplo. No hay que olvidar que Portugal mantuvo durante 13 a?os una guerra en tres puntos [Angola, Guinea y Mozambique]. No es desde?able porque la gente se estaba matando. Y luego est¨¢ toda la relaci¨®n colonial, una relaci¨®n de desigualdad que deja cicatrices. Tal vez la literatura ayude a procesar ese pasado¡±.
Autobiograf¨ªa. Jos¨¦ Lu¨ªs Peixoto. Traducci¨®n de Antonio S¨¢ez Delgado. Literatura Random House. 288 p¨¢ginas. 20,90 euros (papel). 8,99 (digital).
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