El para¨ªso alem¨¢n de Warhol
El museo Brandhorst de M¨²nich posee la mayor colecci¨®n de piezas del artista estadounidense fuera de su pa¨ªs
Una gran parte de los museos de arte contempor¨¢neo creados en las ¨²ltimas d¨¦cadas parecen haber sido proyectados como la pieza m¨¢s importante de la colecci¨®n que exhiben en su interior. Cabe pensar en el Guggenheim de Frank Gehry para Bilbao o en Herzog & de Meuron en la londinense Tate Modern. En M¨²nich, en el Estado de Baviera, el espect¨¢culo arquitect¨®nico muse¨ªstico est¨¢ representado por la sede de la colecci¨®n Brandhorst, todo un alarde de colorines firmado por los arquitectos berlineses Matthias Sauerbruch y Louisa Hutton. Abierta al p¨²blico en 2009, el d¨¦cimo aniversario se festej¨® con una exposici¨®n que a¨²n colea y que llev¨® por t¨ªtulo Forever Young, una declaraci¨®n de eternidad para un arte que, como la famosa canci¨®n, siempre seguir¨¢ siendo joven.
Situado junto a las pinacotecas Antigua y Moderna de M¨²nich, el Museo Brandhorst alberga la colecci¨®n formada por Anette Brandhorst, bisnieta del fundador de Henkel (productos de belleza, detergentes, seguros), y su esposo, Udo Fritz-Hermann. Ambos iniciaron sus adquisiciones en 1971 y se centraron en el arte producido a partir de los a?os cincuenta, tanto en Europa como en Estados Unidos. Anette Brandhorst muri¨® a consecuencia de un c¨¢ncer en 1999 y, respetando su deseo, el marido decidi¨® donar una selecci¨®n de 700 piezas escogidas de entre el millar largo acumulado por entonces. Su ¨²nica exigencia fue que todo fuera a parar a un lugar acorde con el contenido y que la construcci¨®n se hiciera con dinero p¨²blico. Colonia y Berl¨ªn entraron en liza para sumar la colecci¨®n a su rica oferta muse¨ªstica, pero la ubicaci¨®n que ofrec¨ªa M¨²nich acab¨® con las dudas de Udo Fritz-Hermann. La construcci¨®n del edificio cost¨® a Bavaria unos 60 millones de euros.
Junto a la austeridad de los museos vecinos, el Brandhorst es un estallido de alegr¨ªa visual. Su famosa fachada multicrom¨¢tica est¨¢ compuesta por 36.000 celos¨ªas verticales de cer¨¢mica en 23 esmaltes de diferentes colores. El edificio, de dos alturas, consta de tres ¨¢reas de exposici¨®n que conectadas por escaleras que distribuyen a los visitantes por minimalistas salas blancas con suelos de madera de roble dan¨¦s.
Dentro se puede ver una colecci¨®n permanente de unas 200 obras que van variando con el tiempo. Los nombres son el sue?o de muchos directores de museos de arte contempor¨¢neo. Andy Warhol estuvo desde el primer momento en el objetivo coleccionista de la pareja. Del artista estadounidense suman un total de 120 cuadros, entre los que no faltan sus series m¨¢s famosas como las dedicadas a Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor o Jacqueline Kennedy Onassis. El Brandhorst posee la selecci¨®n m¨¢s importante de obras de Warhol fuera de Estados Unidos.
Otro de sus artistas m¨¢s perseguidos fue el tambi¨¦n estadounidense Cy Twombly. Su serie Lepanto, doce lienzos encargados por Harald Szeemann para la Bienal de Venecia de 2001, ocupa una de las salas m¨¢s memorables del edificio. Los Brandhorst y Twombly mantuvieron una intensa amistad durante muchos a?os, de manera que la pareja era profunda conocedora de su obra y gracias a esa relaci¨®n tan personal consiguieron instrucciones claras de c¨®mo el artista quer¨ªa que el p¨²blico contemplara su famoso friso.
Puede decirse que todas las tendencias de la segunda parte del siglo XX y comienzos del XXI est¨¢n profusamente representadas en la colecci¨®n: arte povera, minimalismo o arte pop. Entre las vanguardias de las d¨¦cadas de los sesenta y setenta, hay obras esenciales de Joseph Beuys, Sigmar Polke, Gerhard Richter o Bruce Nauman. Entre los llamados posmodernos se exhiben varias obras de Jeff Koons, Mike Kelley o Cady Noland. La n¨®mina de los ¨²ltimos artistas internacionales en incorporarse incluye trabajos de Kerstin Br?tsch, Jacqueline Humphries, Mark Leckey y Wade Guyton.
El acuerdo inicial supuso la entrega de 700 obras, que desde 2009 han aumentado hasta las 1.200 gracias al presupuesto de adquisici¨®n anual de la Fundaci¨®n Udo y Anette Brandhorst, alrededor de cuatro millones de euros. Adem¨¢s de la renovaci¨®n constante de la colecci¨®n permanente, el museo dedica muestras monogr¨¢ficas a sus artistas y a los movimientos surgidos en las ¨²ltimas d¨¦cadas.
Achim Hochd?rfer, director del museo, anunci¨® en la reapertura posterior al confinamiento que las nuevas adquisiciones tratar¨¢n de romper las barreras que en estos momentos encorsetan la colecci¨®n. Por un lado, el salto ser¨¢ geogr¨¢fico porque, adem¨¢s de artistas europeos y estadounidenses, podr¨¢n entrar creadores procedentes de ?frica o Asia. Tambi¨¦n t¨¦cnicas art¨ªsticas marginadas en otros tiempos, como la cer¨¢mica o las im¨¢genes textiles, que ahora son mundialmente reconocidas.
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