Humo de lo vivido, sue?os

Cuando se lee un libro de alguien que ha muerto de pronto o prematuramente, como sucedi¨® con Jos¨¦ Carlos Cata?o (Tenerife, 1954-Barcelona, 2019), de cuya desaparici¨®n se cumple ahora un a?o, la mirada se va pronto a aquellos versos en los que resulta posible que el autor hubiera prestado atenci¨®n a esa memoria del futuro que tiene toda existencia. Qu¨¦ va a pasar despu¨¦s, aunque esa postergaci¨®n la situemos tan tard¨ªa como quiera la esperanza.

De los numerosos ejemplos que podr¨ªan hallarse en la prolongaci¨®n que ¨¦l mismo hizo de El c¨®nsul del Mar del Norte (Pre-textos, 1990) para esta renovad¨ªsima versi¨®n que ahora publica la editorial Bokeh (2019, aunque aparecida ahora), hay algunas explicaciones estremecedoras de lo que va diciendo la vida cuando ella misma toca con sus decisivos nudillos en la puerta del futuro absoluto, e imperfecto, que es la muerte.

Ese poema es Humo de lo vivido, al que el libro le presta un coro magistral, de m¨²sica de despedida y de imprecaci¨®n contra la destrucci¨®n que supone el fin del tiempo. Cada l¨ªnea de esta prosa alentada, a la vez, por el ritmo de sus abundantes diarios y de su tambi¨¦n precisa y constante obra po¨¦tica, es una explicaci¨®n de lo vivido, escrito no para hacer resumen, sino para que ¨¦ste sea tambi¨¦n un balance de lo que ha de venir. Es la explicaci¨®n de una puerta, y tambi¨¦n la confirmaci¨®n de que la mayor parte de lo esperado corresponde igualmente a la identidad de los sue?os, como lo que ha de venir. ?ramos, dice, ¡°devoradores de tiempo¡±, ante ¡°un puerto de salida¡± cuya visi¨®n nos la imped¨ªa ¡°la tiniebla¡±. Esos sue?os, ¡°siempre angustiosos¡±, corroboran luego que est¨¢s vivo, pero esta es una bendici¨®n que dura lo que el azar, y siempre est¨¢ a punto ¡°un cielo sombr¨ªo¡±, bajo el que la vida ¡°transcurre con un espanto callado, como en una oraci¨®n de recogimiento y gratitud¡±.

Cata?o es literatura, m¨¢s bien, poes¨ªa, desde la adolescencia; se despertaba y se dorm¨ªa so?ando con lo que est¨¢ dentro de estos versos que ha prolongado, al final de su vida, para una edici¨®n que parece hecha para ser el extra?ado adi¨®s de un vitalista. Es el muchacho que se despertaba (hasta el final) con la m¨²sica de los mirlos, que so?¨® con el verano como el placer m¨¢s preciado su orilla de origen, hizo del sol y de la luna, de las dunas y de la aurora, presencias vivas de lo que buscaba del mundo y de los sue?os; fue testigo del miedo y del odio, de la tempestad y de las nubes, ¡°y todo por deshacerse en agua, gota, huella seca: soy, ya no; estoy, ya fue¡±. Hab¨ªa en su prosa y en su poes¨ªa como una mano que prolongaba la suya, presencia de la ansiedad de ser ¨¦l mismo y otro que le sobreviviera. En este libro mezcla la angustia y la vitalidad, dan ganas de levantarle la mano del papel para decirle ¡°sigue escribiendo, nada es final en la vida¡±, pero ¨¦l sigui¨® escribiendo hasta el fin y leer ahora este libro es encontrarlo al l¨ªmite de su esfuerzo po¨¦tico no queri¨¦ndose ir pero y¨¦ndose, siendo luz del instante, volando hacia una gaviota que parece, en sus versos, el espejo del mar de Tenerife, y tambi¨¦n humo de lo vivido y que se escapa.

Consigue 'El c¨®nsul del Mar del Norte'

Autor: Jos¨¦ Carlos Cata?o.

Editorial: Bokeh (Edici¨®n ampliada 2019).

Formato: 86 p¨¢ginas. 17,50 euros.

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