Solo se es viejo una vez
Jarvis Cocker, autor hace 25 a?os con Pulp del himno de la juventud ¡®Common People¡¯, regresa a escena con nueva banda y con las mejores canciones en dos d¨¦cadas
Jarvis Cocker fue l¨ªder de Pulp nada menos que 12 a?os, hasta que el combo, a mediados de los noventa, alcanzara el ¨¦xito que, con cierto motivo, no nos enga?emos, se les hab¨ªa negado. Tenacidad, y no tener nada mejor que hacer, era todo lo que durante gran parte de ese periodo les mantuvo en activo. Pero en 1995 eran tan famosos que resultaba imposible no conocer a alguien que afirmara seguirlos desde el principio. Jarvis Cocker hab¨ªa por fin logrado lo que siempre hab¨ªa anhelado. De golpe, estaba en fiestas privadas, beb¨ªa champ¨¢n, esnifaba coca¨ªna de aquella que venden se?ores que visten ropa m¨¢s cara que quienes la compran y se acostaba con mujeres que hab¨ªa visto en las revistas y de quienes se cre¨ªa con derecho a poder olvidar sus nombres. Estaba feliz. ?Cu¨¢nto le dur¨® esa felicidad? Seis meses, seg¨²n contaba en una entrevista hace unos a?os. Jarvis siempre fue uno de los nuestros, incluso cuando le mandamos a ver qu¨¦ se coc¨ªa ah¨ª dentro.
Desde que apareci¨® en la gran escena, se ha celebrado a Cocker como un gran comentarista social, alguien con un ojo fin¨ªsimo para el costumbrismo m¨¢s ir¨®nico, para el sarcasmo que hay que utilizar esta noche y vomitar ma?ana, para el cinismo, cuando lo ¨²nico que queda en la careta es cinismo. Pero lo cierto es que es un ser m¨¢s c¨¢ndido de lo que parece. Despu¨¦s de todo, tuvo que entrar en la famosa Saint Martin¡¯s School of Art en Londres para verse rodeado de pijos y descubrir que era clase obrera. Y ha tenido que probar mil aventuras musicales, desde el electroclash de aquel proyecto llamado Relaxed Muscle hasta el rock de algunas de sus obras en solitario para descubrir que lo que mejor se le da es ser el l¨ªder de Pulp.
Y como no hay Pulp, el de Sheffield ha formado este combo, Jarv Is, que, escuchando los impresionantes resultados de este largo, cumple a la perfecci¨®n la idea de replicar el concepto de la mejor banda de la era del britpop. Pero en tonos sepia. Esos son los tonos que presiden Save the Whale, el tema que abre el disco y que recuerda a aquel m¨¢gico momento en el que Leonard Cohen se dio cuenta de que se hac¨ªa mayor y empez¨® a interesarse por la modernidad. En la juguetona Am I Missing Something? termina de construir el puente que un¨ªa a Pulp con Roxy Music y que qued¨® a medias cuando David Bowie se entrometi¨®. Mientras, en House Music All Night Long logra un corte que pod¨ªa estar en alguno de sus mejores discos de los noventa, pero que no recordar¨ªa a los noventa si no supi¨¦ramos qui¨¦n es su autor. Y luego est¨¢ Sometimes I Am Pharoah, que es de aspecto ¨¢spero aunque tremendamente placentera al tacto. Tal vez lo mejor que ha grabado en 20 a?os, si no fuera porque uno de los siete cortes de este largo es Must I Evolve? Pocas veces un artista ha grabado el tema que defini¨® la juventud de sus fans (Common People) y 25 a?os despu¨¦s presenta el que podr¨ªa definir su madurez. Dan ganas de plantarse ya en la vejez para ver qu¨¦ canci¨®n nos escribe.
Beyond The Pale. Jarv Is. Popstock!
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